Michael Essien y José Mourinho. Foto: Instagram (@iam_ess)

Michael Essien y José Mourinho. Foto: Instagram (@iam_ess)

Fútbol

Mourinho y su estrecha relación con Essien: "Soy su 'papi blanco'"

El entrenador portugués concedió una entrevista a la televisión malaya Astro Supersport, en la que reveló cómo era su relación con el centrocampista ghanés. Ambos coincidieron en el Chelsea entre 2005 y 2007, en el Real Madrid en la temporada 2012/2013. Actualmente Mourinho entrena al Manchester United y Essien está sin equipo.

3 mayo, 2018 10:27

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Uno de los fichajes más importantes de José Mourinho en su segunda temporada con el Chelsea fue Michael Essien. El centrocampista ghanés llegó al club londinense desde el Olympique Lyon por 38 millones de euros. Fue una apuesta personal del entrenador portugués, y bajo su mando, jugó 112 partidos entre 2005 y 2007, anotó nueve goles y dio cinco asistencias. Su nombre comenzó a sobrevolar en el ámbito internacional, y se le empezó a considerar como uno de los mejores del mundo en su posición.

En la temporada 2012/2013, la tercera de Mourinho dirigiendo al Real Madrid, Essien volvió a coincidir con él, llegando cedido un año. Las lesiones habían hecho mella en él, y no pudo mostrar su mejor versión en el club blanco, donde disputó 35 partidos, marcó dos tantos y repartió una asistencia. Tras esto, Essien pasó sin pena ni gloria por el Milan, el Panathinaikos y el Persib Bandung, de la liga indonesia. Actualmente se encuentra sin equipo, y Mourinho, que ahora entrena al Manchester United, ha hablado sobre él en la televisión malaya Astro Supersport.

LA RELACIÓN DE MOURINHO CON ESSIEN

"No es mi jugador, es mi hijo, soy su papi blanco. Probablemente fue el único que me llevó a su casa, a su casa real. Al lugar donde nació, a la calle donde jugaba al fútbol cuando era niño". 

SU PASO EN EL MADRID

"Me hizo enamorarme de Ghana, de Accra, donde vivía, porque entonces comprendí mejor su mentalidad. Entiendo porqué como jugador estaba listo para todo. Estaba listo para morir por los otros jugadores, por el club, por el entrenador, porque estaba listo para jugar como lo hizo conmigo en el Real Madrid, con una rodilla que ya no era una rodilla. Era una rodilla destrozada, pero con esa personalidad, ese deseo y esa mentalidad que sufrió, siempre sufrió, pero siempre con una sonrisa. Michael sonríe mucho".