Hezonja defiende a Kalinic.

Hezonja defiende a Kalinic. EFE

Baloncesto REAL MADRID 65 - 64 FC BARCELONA

El Madrid vence al Barça en un final de infarto y se lleva su tercer Clásico para ser el líder de la Euroliga

Los blancos estuvieron contra las cuerdas en la primera mitad, pero firmaron una brillante reacción para vencer por tercera vez a los culés en esta temporada.

26 octubre, 2023 22:56

El Real Madrid le tiene completamente comida la moral al FC Barcelona esta temporada. Lo de la Supercopa de España abrió el camino, El Clásico de la Liga Endesa hizo daño en el bando culé pero lo de la Euroliga ya son palabras mayores. Los blancos completaron el triplete y ganaron por tercera vez a los de Grimau en lo poco que llevamos de curso en una tercera competición distinta. [Así vivimos la victoria del Real Madrid ante el FC Barcelona]

Los de Chus Mateo pueden ganar arrollando o pueden hacerlo remontando y con incertidumbre hasta el último segundo. En esta ocasión, eligieron hacerlo de la segunda manera gracias a una impresionante reacción cuando peor pintaba el partido. Corría un 'run run' por el WiZink Center después de ver los primeros minutos que invitaba al pesimismo y que hacía pensar que, ahora sí y después de tanto, llegaría la primera derrota, pero ni por esas.

El Real Madrid sigue siendo invencible. Levantó una diferencia en contra de 14 puntos ante todo un Barça que venía lanzado y que tuvo por momentos a Willy Hernangómez como su gran líder, consiguió dejar la brecha casi a cero en el descanso y culminó la remontada en la segunda parte. 

Rudy defiende a Kalinic.

Rudy defiende a Kalinic. FC BARCELONA

Todo eso, para convertirse en el líder de la Euroliga tras un final que puso a prueba los marcapasos del más resistente. Porque eso era lo que estaba en juego en este Clásico, pasar a ser el mejor equipo de Europa a estas alturas de la temporada y los de Chus Mateo pueden presumir de ello.

Manda el Barça

La baja de última hora de Yabusele seguro que alteró los planes de Chus Mateo. No era para menos, teniendo en cuenta su importancia en el juego del Real Madrid, pero los blancos sabían que tenían otras armas para hacer daño a un rival al que le tenían comida la moral esta temporada. 

Quedó claro enseguida que el partido iba a ser de baja anotación viendo el acierto que tenían unos y otros de cara al aro contrario. Demasiados fallos en cada ataque, casi costó 2 minutos abrir el marcador con un lanzamiento de media distancia de Vesely, que en este primer cuarto iba a hacer gala de la impresionante muñeca que tiene. 

El Barça empezó a sentirse cómodo sobre la cancha y le metió más intensidad al juego durante los primeros instantes. El triple de Abrines sirvió para empezar a abrir la brecha en el marcador, algo relativamente sencillo de conseguir porque el Real Madrid tan sólo consiguió anotar 2 puntos en los primeros 4 minutos. Un balance demasiado escaso para afrontar un Clásico.

La diferencia culé fue creciendo y llegó hasta los 8 puntos con el triple de Satoranksy, algo que obligó a Chus Mateo a pedir el primer tiempo muerto para que la situación no se le escapara de las manos. El 12-19 del primer cuarto, sin tiros libres como curiosidad, fue un reflejo de lo que se vio sobre la pista.

Las cosas no iban a cambiar demasiado en el arranque del segundo parcial. El Barça manejaba el partido con solvencia y el Real Madrid seguía empeñado en fallar una y otra vez desde el perímetro. Increíble, pero uno tras otro, cada ensayo se iba al limbo. Desesperante para los blancos (terminaron con un 2/22), un alivio para los culés. 

Willy Hernangómez, ante Poirier.

Willy Hernangómez, ante Poirier. FC BARCELONA

Mientras tanto, Willy Hernangómez decidió ponerse en modo héroe y a tenor de sus 11 puntos al descanso se puede decir que lo consiguió. Se fue creciendo poco a poco y se convirtió en un terror para la defensa del Real Madrid, incapaz de pararle ni siquiera con faltas. 

14 puntos arriba llegó a estar el Barça, pero los de Grimau se estancaron. Inexplicablemente su ataque dejó de funcionar y ahí encontró el Real Madrid una puerta abierta a la reacción. Sergio Rodríguez encendió la mecha y después sus compañeros hicieron el resto. Tanto, que un triple de Deck, el primero y único en la primera parte de los blancos, dejó la diferencia en 2 puntos (28-30).

Sigue la reacción blanca

El Real Madrid estaba completamente lanzado y el Barça hundido. Eso es muchas veces el baloncesto, rachas y estados de ánimo dentro de un mismo partido. La flecha para arriba la tenían los de Chus Mateo, que aprovecharon y le dieron rienda suelta a un parcial que llegó a ser de 16-0. 

Los blancos se pusieron por delante en el marcador y aunque Kalinic frenó la sequía azulgrana, aquello tan sólo fue un espejismo para los visitantes. Da Silva incluso llegó a poner de nuevo por delante al Barça, pero no iba a haber ningún tipo de reacción por parte de los hombres de Grimau, desesperado en la banda. 

Hezonja se hinchó a coger rebotes y Deck siguió con su papel descomunal para marcharse a los 20 puntos en pleno tercer cuarto. Sensacional el argentino, siempre con ese trabajo silencioso, que esta vez se convirtió en un actor principal. Con ventaja de 10 (51-41) entraron los de Chus Mateo al último cuarto.

El Barça parecía muerto, pero entonces entró en escena Jokubaitis. Él fue el único que trató de liderar una reacción totalmente necesaria para los suyos, y lo cierto es que consiguió ponerle picante a los minutos finales cuando la inercia llevaba directamente a una victoria incluso plácida del Real Madrid.

Hubo más que picante, de hecho, porque a falta de 30 segundos el marcador reflejaba un 59-59 que convertía el partido en una moneda al aire. Dos tiros libres de Campazzo volvieron a dar ventaja a los blancos y el siguiente ataque del Barça tuvo que ser revisado en el monitor por la duda en la posesión.

Incluso los de Grimau tuvieron tres tiros libres para forzar la prórroga por medio de Satoranksy. Incertidumbre al máximo hasta el último segundo. Al final, victoria para los de Chus Mateo, que se hicieron con su tercer Clásico en lo que va de temporada ante la atenta mirada de Militao, Tchouaméni, Vinicius o Camavinga.