Fernanda Melchor y Ray Loriga / Fotos: Lisbeth Salas y Sara Fernández.

Fernanda Melchor y Ray Loriga / Fotos: Lisbeth Salas y Sara Fernández.

La tribuna

¿Está el lenguaje político colonizando el arte?

El escritor ha de recoger la temperatura de la sociedad. En el mundo de la literatura todo está por los suelos. Es el último amparo del prestigio. Por eso, la belleza es el misterio, lo que nos atrapa, algo por lo que vivir

10 julio, 2023 01:26

Iván de la Nuez considera que “la colonización del lenguaje artístico por parte de un lenguaje político empobrecido lo coloca en una barricada desde la que no está mejorando la política, pero sí está empeorando el arte”. Así se expresa el crítico y comisario de exposiciones en una entrevista con Anna Maria Iglesia (Letra Global). “El arte, al menos el que a mí me interesa –añade el autor cubano, que ha publicado este año el ensayo Posmo–, libra sus mejores batallas en y por el lenguaje, que está obligado a respetar y revolucionar a partes iguales”.

A propósito de política, la mexicana Fernanda Melchor dice a Martina Vidret (Infobae) que “el escritor es un nervio expuesto, está ahí para recoger esas vibraciones, esa temperatura propia de una sociedad”, pero no se muestra “muy convencida de que la literatura sea un arma política”, pese a que “ahora hay muchísimos escritores que escriben con esa consigna, y me parece fabuloso que partan de querer modificar la realidad”.

“No sé si la ficción puede ser efectiva para realizar un cambio social –asegura la que fuera finalista del Premio Booker en 2020–. Sí es efectiva de cabeza en cabeza. Puede parecer que no sea un objetivo político como tal, pero en los libros siempre se cuela la ideología del escritor. Me interesa que las cosas cambien, pero no estoy segura de que mis libros lo consigan. Quizás sí abren preguntas, le permiten al lector interrogarse cuál es su papel en todo eso que pasa”.

“En los libros siempre se cuela la ideología del escritor”, Fernanda Melchor

Quien lo ve todo muy negro es Luis Antonio de Villena, que promociona sus dos últimos libros, una “biografía libre” de Francisco Brines y su “La dolce vita. Breve diccionario sentimental de Italia”. “En el mundo de la literatura todo está por los suelos”, cuenta a Pilar González Ruiz (El Diario Montañés). “En este momento, los niveles de la literatura, en términos generales, son bajos –explica el escritor–. Hay que mirar un poco al mundo de personas que tienen más de cincuenta o sesenta años, que han, hemos, si me puedo meter ahí por edad, vivido otro mundo”. Cree que no ayudan mucho “las grandes editoriales, que parecen mercaderes de libros” y “están dedicadas al bestsellerismo puro y duro”.

El mundo editorial lo conoce bien Sigrid Kraus, ex editora de Salamandra y en la actualidad en el gigante Penguin Random House. Entrevistada por Lucas Méndez Chico-Álvarez (El Independiente), cuenta que “hay una guerra entre los grandes grupos de quién da más, quién es más potente y eso perjudica al sector”. Y matiza que “también hay editoriales que no son grandes grupos, pero que, cuando las cosas van mal, para mantener la facturación lo que hacen es publicar más títulos y eso genera una rueda que le hace mal al mercado”.

“El que no acepte el lugar residual que tiene la literatura en la industria del libro no ve lo que hay”, Ray Loriga

Precisamente en la revista de Penguin (Lengua), Fidel Moreno pregunta a Ray Loriga para qué sirve la literatura: “Sirve para hacer series”, contesta en broma –o no– el autor de Cualquier verano es un final. “El que no acepte el lugar residual que tiene hoy la literatura en la industria del libro –proclama el escritor– es que no ve lo que hay (...) Y eso que es el amparo de prestigio de toda esta industria”. 

“El prestigio que esta historia ha tenido a lo largo de los siglos, cuando no había realities, viene desde la tradición oral de las hogueras –añade–. La literatura es el último amparo del prestigio, la punta de todo este paraguas, pero, dicho esto, la posición de los escritores y escritoras literarias en todo este negocio es residual, sólo consiste en mantener ese prestigio del libro”.

P.S. Cristina Carrillo de Albornoz, comisaria de arte en los museos más importantes del mundo, que acaba de publicar su primera novela en español, ofrece a Preslava Boneva (The Objective) su definición de belleza. “La belleza es el misterio, es lo que nos sorprende, lo que no esperamos, lo que nos atrapa. La belleza no es solo lo bonito ni lo perfectamente proporcionado, sino un camino difícil pero maravilloso. Una definición que he concluido escribiendo Un beso en Tokio es la de Confucio, y la he incluido en el libro: ‘Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir’. Seguramente la belleza sea ese algo por lo que vivir”. 

Judith Jáuregui, Danil Trifonov (Dario Acosta / DG) e Igor Levit (Felix Broede)

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