James Merrill

El libro de Efraín: Edición bilingüe. Traducción de Antonio Rivero Taravillo. Vaso Roto. Madrid, 2017. 224 pp., 24 €.

Recitativo o la educación del poeta. ensayos y entrevistas: Traducción de Mario Domínguez Parra. Vaso Roto. Mdrid, 2017. 330 pp., 24 €

Si es bastante conocida la anécdota de que el título de la película de Sofia Coppola Lost in translation repite uno de James Merrill (Nueva York, 1926-Tucson, Arizona, 1995), lo cierto es que la obra de este poeta en España es casi desconocida, pese a la excelente recepción en Estados Unidos, premios y distinciones incluidos. Además de Divinas comedias (Vaso Roto, 2014) están ahora a disposición del lector dos importantes libros gracias a esta misma editorial -y que un poema de Merrill se titule "The Broken Bowl" [el cuenco roto] no es, claro, casualidad.



El libro de Efraín estuvo incluido en principio en Divinas comedias, del que más tarde el poeta lo extrajo para integrarlo en The Changing Light of Sandevor, y es en cualquier caso una obra nada común, un excelente libro de poesía. El siempre exigente Harold Bloom escribió en La escuela de Wallace Stevens que Merrill era "un contemporáneo de Dante o Blake, alguien que ha leído en profundidad a Victor Hugo y a Yeats, y que de noche queda fascinado ante la ouija, invocando a los espíritus". Al abrir El libro de Efraín lo primero que se lee, como para refrendar algo de lo dicho por Bloom, es un terceto de la Commedia dantesca que dice cómo el pensamiento, antes de ser pensado, se refleja en un espejo, y ya en el primer poema se menciona esa ouija que va a ser decisiva. Todo ello es pertinente. Añadamos además que "comedia" forma parte de uno de sus títulos, lo que ya apunta a Dante; que es un recorrido por el otro mundo, donde conversa con diversos personajes, y que El libro de Efraín da cuenta de lo que este personaje dicta desde un más allá, desde "la secretaría angelical": es "El libro de las mil y una noches pasadas / con David Jackson con el tablero de la ouija / en contacto con Efraín nuestro espíritu familiar". El tal Efraín resulta ser un griego del siglo I, que tomará la palabra, dando todo tipo de noticias, opiniones y consejos a los usuarios de la tabla, todo lo cual se resuelve en un discurso en el que las voces de JM y D -el poeta y Daniel Jackson, su compañero- y otros más se entretejen en un coro sin disonancias.



Un discurso en el que todo (notas autobiográficas, presencias de poetas y todo tipo de escritores con juicios sobre su valía, el ayer y el ahora, lo real y lo del más allá) tiene cabida en unos poemas que son una lectura fascinante. Y es que la libertad que le otorga a Merrill el dispositivo de partida, una mirada a las cosas desde un afuera inmarcesible, abre las puertas a toda fantasía. Así, por ejemplo, con la mayor naturalidad se lee que "Wallace Stevens, muerto aquel verano, / nos lee apuntes de su pizarrín de nube, / amablemente halla una expresión mía que citar, / pero ¡uf!, tanto sentido nos ha dejado secos".



El libro de Efraín resulta ser una gran fantasmagoría en la que hacen su aparición personajes y personajes, como sucede en la Commedia, lo que da lugar a multitud de temas y observaciones. Todo lo que aquí se lee es inverosímil y, sin embargo, hay una magia de la palabra que llega a hacer que todos esos materiales se presenten como el acta fiel de lo ocurrido en una reunión, muy semejante a lo que sucede en ciertos relatos orientales, en los que los planos de la realidad y de la ficción se han plegado uno sobre otro, fundidos sin diferencia entre ellos: "¿Así que la verdad era lo que oíamos?". / "Una verdad", se encogió de hombros. "Es difícil / hablar de la verdad. A ver, supongamos que lo / deletrea. ¿Qué subyace a estas raras / inseminaciones de la psicorruleta?". La verdad que subyace a El libro de Efraín es la de la fuerza poética de Merrill, una fuerza que suspende la incredulidad del lector como en un estado hipnótico, onírico.



Por su parte, Recitativo o la educación del poeta reúne un buen número de ensayos y entrevistas, textos que proporcionan sustanciosa información de la vida del poeta y, sobre todo, sobre su formación literaria, sus autores admirados (Dante, Wallace Stevens, Marcel Proust, Cavafis...), lo que ayuda al lector a conformarse una idea del mundo poético de Merrill.