Image: La hija de Cayetana

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Novela

La hija de Cayetana

Carmen Posadas

10 febrero, 2017 01:00

Carmen Posadas

Espasa. Madrid, 2016. 520 páginas, 21,90 €. Ebook: 12,34 €

Triple esfuerzo el que respalda el último trabajo de Carmen Posadas (Montevideo, 1953) en La hija de Cayetana, una novela de acción, de amor y aventuras, de encuentros y desencuentros, al estilo de las clásicas novelas bizantinas, en las que un viaje separa al protagonista de su objetivo y lo somete a durísimas pruebas hasta conseguirlo.

Por un lado está el enorme esfuerzo documental en lo que al despliegue escénico se refiere: la corte de Carlos IV, especialmente el ambiente en Madrid tras la muerte de Carlos III. La acción se inscribe entre 1788 y 1796, y alcanza a toda clase de frivolidades de los nobles, modos y hábitos culturales e intrigas por el poder, encabezado por los príncipes de Asturias, y disputado por ilustres personajes, aquí secundarios, como Floridablanca o Godoy, respaldados, todos ellos, por acciones reales documentadas.

Por otro, el esfuerzo constructivo: una extensa novela (excesiva, por resultar reiterativa en ocasiones) que cuenta la vida de dos mujeres de opuesto sesgo social (una noble, la duquesa de Alba, y Trinidad, una esclava negra llegada del Perú) y estructura la trama en tres partes que van desplegando sus historias respectivas, que discurren de forma paralela sin encontrarse, y sirven de hilo argumental para ir relatando los usos y costumbres de la corte esapñola, que cuenta con negros en sus vidas ("miran y callan") pero o los ignora o los convierte en víctimas de abusos que ilustran otro capítulo no siempre narrado de las costumbres de esa época.

Costumbres, modos y modas, como la de tener un criado negro y vestirlo con peluca o adoptar una niña y llenarla de lazos. En este caso, la niña se llama Marina, aunque es María Luz para su madre adoptiva, la duquesa de Alba, casada con José Álvarez de Toledo desde los trece años y, frente a su voluntad, decidida a adoptar a esa niña mulata, desconocedora de la historia de su verdadera madre.

Y otro inmenso esfuerzo, el imaginativo: admirable fresco de personajes, escenarios y actuaciones que retratan caracteres y situaciones, al tiempo que siembran de acción e intriga la novela. El propio Goya es objeto de esta ficción. De sus cuadros, y de su relación con la duquesa de Alba sale la fantasía real de esta niña, convertida en el eje de una trama por la que la hija de Cayetana pasa de puntillas. Ella es la excusa para narrar la Historia que acoge las historias de sus dos madres.