Novela

Peste & Cólera

Patrick Deville

30 mayo, 2014 02:00

Traducción de José Manuel Fajardo. Anagrama, 2014. 238 pp. 18'90 e.

Cuando queremos saber algo de historia, de la guerra de 1914 por ejemplo, recurrimos a los libros que narran la llamada historia oficial, donde los relatos particulares de los actores del drama humano apenas tienen cabida. La ficción francesa, sin embargo, y gracias a novelistas como Jérome Ferrari, Jonathan Littell o Alexis Jenni, a quienes se une Patrick Deville (Saint Brevin-les-Pins, 1957), llevan años ocupados en escribir la historia con minúscula de su país y de sus gentes. Deville eligió para esta obra un tema que suele orillarse, la importancia de la ciencia; en este caso, el desarrollo de la biología desde fines del XIX, seleccionando como protagonista a una figura importante, pero desconocida, el colaborador de Pasteur llamado Alexandre Yersin (1863-1943).

La vida de este investigador suizo le sirve para narrar cómo la lucha contra las enfermedades contagiosas, el descubrimiento de la vacunación en el laboratorio de Pasteur, cambió el curso de la ciencia, pues establecía que el deterioro bacterial de un organismo vivo no se produce por generación espontánea sino por una infección germinal del cuerpo, de un virus, una bacteria o un hongo, que lo enferma. Yersin, tras graduarse en medicina en su país natal, entró a trabajar en el laboratorio de Pasteur en 1886, donde llegará a convertirse en uno de los científicos sobresalientes de la primera mitad XX, cuando descubra, años después, el bacilo de la peste. La obra combina el entretenimiento con el elemento didáctico; el lector conocerá poco a poco cómo se sucedieron los descubrimientos científicos en la pasada centuria y, en paralelo, visitará el contexto socio-cultural mediante el recuento de los hechos que jalonan la historia oficial, desde la celebración del centenario de la Revolución Francesa o el affaire Dreyfus, hasta las vísperas de la II Guerra Mundial.

Yersin fue educado en la ciencia, y poseía una vívida imaginación, alimentada desde la niñez por la lectura de las aventuras de su ídolo, el médico escocés David Livingston, cuyas observaciones astronómicas africanas permitieron medir las distancias exactas entre los lugares. Por ello rechaza la oferta de trabajar en París como miembro del ilustre equipo directivo del Instituto Pasteur y elige una vida aventurera semejante a la de Livingston, que le llevó desde Hong Kong, donde descubrió el bacilo de la peste, hasta su querido Vietnam, entonces una colonia francesa, donde estableció su laboratorio.

Deville posee un talento extraordinario para sustituir el desarrollo del argumento clásico por un texto donde predomina la enumeración minuciosa de personajes históricos poco conocidos por el público en general, el recuento de hechos, de una enorme diversidad de temas, consiguiendo un condensado textual que Delphine Peras denomina con acierto "la novela de invención sin ficción".