Novela

País de sombras

Peter Matthiessen

10 septiembre, 2010 02:00

Peter Matthiessen. Foto: Marina del Mar

Traducción de Javier Calvo.Seix Barral, 2010. 1.132 páginas, 29'90 e.


País de sombras de Peter Matthiessen (Nueva York, 1927) tiene su origen en aspectos de índole editorial más que artística. El propio autor desvela la intrahistoria en la Nota introductoria al exponer que "La Trilogía de Watson, tal como se llamó su edición original, fue gestada como una sola novela"; luego, sus más de 1.500 páginas se dividieron en tres partes que dieron lugar a Matar al señor Watson; El río Lost Man; y Hueso a hueso.

Insatisfecho con el resultado final, Matthiessen retomó la original idea de publicar la obra en un volumen y "adelgazó" la narración en 400 páginas. No he leído las tres obras originales, pero sí conozco, de Matthiessen, El leopardo de las nieves, y En el espíritu de caballo loco, sus títulos más populares y por los que se ha convertido en uno de los autores más admirados por la nueva escuela crítica conocida como "Ecocrítica". En País de sombras podemos encontrar pinceladas de naturaleza ecológica, si bien ahora estamos ante una novela de indiscutible corte histórico. El protagonista es Edgar J. Watson, un hombre emprendedor de turbio pasado que se estableció en Florida a finales del XIX y que llegó a ser conocido como "El emperador Watson".

La leyenda se volvió en su contra cuando se encontraron los cuerpos sin vida de unos jóvenes que tuvieron la osadía de asentarse en sus tierras. El escándalo fue motivo para que Watson abandonara el territorio, al que regresó pasados siete años con una nueva familia. Pero, una vez más, un acontecimiento luctuoso volverá a ensombrecer su biografía: tres de sus trabajadores aparecieron muertos justamente el día en que debían cobrar su salario. Uno de los asesinados era una mujer y sus vecinos, convencidos de que él era el asesino se tomaron la justicia por la mano y terminaron con su vida en el mismo momento que eternizaban una leyenda que llega hasta nuestros días.

La historia tiene tales ecos faulknerianos que en ocasiones nos retumba el tímpano. Sí resulta novedosa la forma de contar y estructurar la historia. La primera parte -que se corresponde con el primer libro-recoge los testimonios de vecinos, y cuantos tuvieron algún contacto con él. Es a través de distintos puntos de vista como el lector conoce los pormenores del protagonista, un hombre que, en cierta forma, logrará la empatía de los lectores. En la segunda parte del libro, el punto de vista cambia radicalmente, pues es Lucius Watson, quien, tras obtener su doctorado en historia, decide averiguar qué hay de cierto y de fantasía en la leyenda de su padre. El libro tercero, finalmente, es el más sorprendente, pues quien narra la historia es el propio Watson aportando un nuevo punto de vista que no logra responder ninguno de los interrogantes que se han ido planteando en las 619 páginas anteriores, pues no podemos tener certeza alguna de si cometió o no los crímenes que se le imputaban. E incluso él mismo plantea un nuevo interrogante al escribir su versión de los hechos, ya que ¿cómo puede alguien plasmar su punto de vista sobre una serie de acontecimientos si el final es su propia muerte?