Image: Narraciones para cine

Image: Narraciones para cine

Ensayo

Narraciones para cine

Andréi Tarkovski

18 enero, 2019 01:00

Andréi Tarkovski

Traducción de Luisa Borovsky. Mardulce. Madrid, 2018. 648 páginas. 22 €

El Círculo de Bellas Artes de Madrid ofrece, hasta el 27 de enero, la exposición Andréi Tarkovski y El espejo. Estudio de un sueño, que contiene documentos sobre el proceso creativo de la película mencionada en su título. Se ha editado también un libro de José Manuel Mouriño, comisario de la exposición. El Cine Estudio del CBA ha proyectado los siete largometrajes que Andréi Tarkovski (1932-1986) llegó a dirigir en su breve, intensa, censurada, errante y singular carrera. A saber: La infancia de Iván (1962), Andréi Rublev (1966), Solaris (1972), El espejo (1974), Stalker (1979), Nostalghia (1983) y Sacrificio (1985).

Todas estas películas se pueden conseguir en DVD. Al mismo tiempo, están accesibles en castellano más de una docena de libros sobre Tarkovski o escritos por él. Creo interesante señalar este contexto efervescente, porque no deja de ser sorprendente la permanente y renovada vigencia del interés por la obra y la personalidad de un cineasta siempre etiquetado como "de culto" y ajeno al gran público. Un intenso aprecio minoritario sobre un artista es capaz de mantener vivo su trabajo, aunque sea, en pura lógica, dentro de nichos igualmente minoritarios.

El libro, avalado por uno de los hijos del director, recoge materiales literarios inéditos en español

Es en este contexto, y como refrendo de esa burbujeante vigencia, cuando aparece Narraciones para cine. Guiones literarios, volumen de más de 600 páginas publicado por la editorial argentina Mardulce. El libro recoge materiales literarios, inéditos en español, presentados de esta manera: cinco "narraciones filmadas" correspondientes a Solaris, Stalker, Blanco, blanco día -relato que da origen a El espejo-, Nostalghia y Sacrificio; tres "narraciones de películas no realizadas" correspondientes a Viento luminoso, Hoffmanniana y Sardor y dos "guionesde rodaje" correspondientes al mediometraje La aplanadora y el violín (1960) -habitualmente titulado en España El violín y la apisonadora- y La infancia de Iván.

Antes de cada texto, una breve nota del cineasta argentino Daniel Rosenfeld explica la variada y un tanto azarosa procedencia de las narraciones y guiones recogidos en el libro. Todo hace pensar que Luisa Borovsky -experta en Turguénev y Dostoievski- ha traducido estos textos del ruso, pero no he logrado encontrar confirmación de este dato. Ello guarda interés en relación a otro dato que tampoco he conseguido aclarar: si estos textos proceden de los dos tomos que, en 2001, se editaron en París, bajo la dirección de Charles H. de Brantes, con el título de Oeuvres cinématographiques complètes. El libro está avalado por Andréi A. Tarkovski, uno de los hijos del director y custodio de su obra.

Sin incurrir en el feo e injusto vicio de negar a un creador consagrado en un campo sus virtudes en otro, la lectura de estas narraciones presenta un atractivo primordial para los estudiosos e interesados en la filmografía de Tarkovski.

Estos estudiosos ya conocen, sin duda, las ideas sobre el guión y los materiales literarios preexistentes expresadas por Tarkovski en su imprescindible libro Esculpir en el tiempo (Rialp, 1991). En él daba gran importancia al trabajo del guionista: "Nunca he considerado que el guión sea un género literario propio". Un gran creador, como fue Tarkovski, de espacios y tiempos, de intangibles palpitaciones sensoriales y de significados que trascienden imágenes y palabras, escribía también: "No siempre se tiene razón al echarle en cara a un director que ‘ha destrozado un buen boceto', porque en muchas ocasiones el tal boceto es tan extraordinariamente literario (y sólo en ese sentido es interesante) que un director no puede hacer otra cosa que destrozarlo y transformarlo, si es que quiere hacer con él una buena película".

Narraciones para cine, que ha sido posible con la colaboración de la Fundación Vocación Humana, cuenta con un extenso prólogo de Bernardo Nante -creador de dicha fundación y experto en Carl Gustav Jung- y de su hijo, el cineasta Mariano Nante. Este prólogo -con citas bíblicas y del psicólogo suizo- abunda en exceso en la dimensión sagrada, religiosa y psicológica de la obra de Andréi Tarkovski.