Image: La nueva fórmula del trabajo

Image: La nueva fórmula del trabajo

Ensayo

La nueva fórmula del trabajo

Laszlo Bock

3 julio, 2015 02:00

Laszlo Bock. Foto: L.B.

Traducción de J. Fernández de Castro Conecta. Barcelona, 2015. 472 páginas, 19'90€

Fundada en 1998, Google es una sociedad privada norteamericana que cotiza en bolsa desde 2004. Es la marca de un motor de búsqueda construido entre 1995 y 1998 por Sergey Brin y Larry Page, dos estudiantes de doctorado en la Universidad de Stanford. Dicho motor de búsqueda está basado en un algoritmo denominado PageRank, quizá por el apellido de Larry o porque ordena las páginas Web, y esto no lo sabe todo el mundo, su propiedad ha sido de la Universidad de Stanford hasta 2011, hecho clave para entender la expansión de la compañía. Desde 2003 se ha ido transformando en una plataforma de aplicaciones, que incesantemente ofrece más y mejores servicios, como por ejemplo su fallido -por intereses corporativos- intento de digitalizar los libros de todas las bibliotecas del mundo (ahora sólo se escanean publicaciones en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Australia).

Según Wikipedia, Google tenía en 2013, 47.756 empleados y a finales del año pasado tenía más de setenta oficinas operando en más de cuarenta países. Al tiempo que crecía, Google ha creado una cultura corporativa cuyo objetivo es ir más allá de los estándares empresariales y convertirse en una nueva forma de pensar y vivir el trabajo. En su lista de las mejores compañías para trabajar, la revista Fortune la ha situado en primer lugar los años 2007, 2008 y 2012. En 2009 y 2010 fue posicionada en cuarto lugar.

Una empresa convencida de que se puede hacer dinero sin convertirse en un sinverguenza o que se puede ser serio sin llevar traje y corbata es un espacio de trabajo muy atractivo, sobre todo si además hace otras muchas cosas por sus empleados. Tan potente es su nueva cultura corporativa que son numerosas las publicaciones dedicadas a estudiar su éxito y su modo de trabajar. En ese sentido, Jeff Jarvis, un conocido y respetado periodista norteamericano, publicó en 2010 un exitoso libro, editado aquí por Gestión 2000, titulado Y Google, ¿Cómo lo haría?.

Este trayecto de éxito superlativo es lo que Laszlo Bock narra en este volumen, pero ojo, su autor es Vicepresidente Sénior de Gestión de Personas de Google, y eso significa dos cosas. La primera, un conocimiento desde dentro de la megaempresa, es decir, el lector en español contempla con detalle su interior, quizá la versión más concreta de lo publicado hasta ahora, sobre todo si nos atenemos al hilo central del relato que nos ocupa: Google visto a la luz de su trabajo como gurú de Recursos Humanos. El segundo significado, derivado de la posición de Bock, es la ausencia de aspectos críticos relevantes. Aquí no se dice nada de los agujeros de seguridad que tuvo la compañía hasta 2013, de sus conexiones con la inteligencia norteamericana, de su labor de lobby o de sus trucos para evitar impuestos.

Nacido en 1972 en la Rumanía del dictador comunista Nicolás Ceaucescu, Laszlo Bock, tras trabajar tres años en recursos humanos de General Electric fue fichado en 2006 para dirigir la Gestión de Personas en Google, una empresa que entonces tenía seis mil empleados. En casi una década Bock ha estado en el eje empresarial capaz de crear el primer equipo de Gestión de Personas del mundo, sobrepasando los supuestos que han venido rigiendo el manejo de Recursos Humanos en las últimas décadas.

Contratar a miles de personas en todo el mundo en un proceso de expansión tan rápido como el de Google es una experiencia fascinante, y eso es justamente la narración de Bock. Conseguir que miles de "googlers" sean más productivos, saludables y felices requiere unas habilidades sociales y un manejo de datos que se antoja al lector como algo próximo al milagro. Ser capaz de contratar y, lo que es aún es mejor, persuadir a un empleado de que su trabajo no tiene porqué ser deprimente sino "ennoblecedor, energético y apasionante" es tanto una lección de humildad como de un saber hacer de extrema utilidad no sólo para grandes corporaciones sino para la vida cotidiana de todos nosotros.