Image: Vida y arte de Glenn Gould

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Ensayo

Vida y arte de Glenn Gould

Kevin Bazzana

24 mayo, 2007 02:00

glenngould.com

Trad. E. Vázquez y M.á. Mz.-Lage, Turner. 568 páginas. 26 euros / Conversaciones con Glenn Gould, por Jonathan Cott. Trad. de Ferran Esteve. Global Rhythm. 2007, 139p. 18’50 e.

Aunque el siglo XIX ya preparó el camino de la exaltación del intérprete, ha sido el XX el que ha favorecido, tras el abismo abierto entre compositores y público, que el lector de la música realizada por otros se imponga, en popularidad y en proyección mediática, al mismo creador. El disco y sus fanáticos coleccionistas han consolidado el testamento de aquellos adorados por el aficionado, por mucho que éste se comporte con cierta frivolidad hasta el punto de celebrar, como prueba de genio, lo que a lo mejor es sólo un desvarío o la mera habilidad para encontrar un hueco en catálogos cada vez más llenos. Esto ha generado polémicas y debates más viscerales que racionales. Y con ellos, el estudio y el reconocimiento del arte del traductor. Lo que justificaría el interés que ha levantado el personaje que nos ocupa, el pianista canadiense Glenn Gould (1932 - 1982). Su trayectoria vital fue tan peculiar, que suscitó la curiosidad de nombres como Thomas Bernhard, Manuel Huerga y François Girard, que lo convirtieron a través de la literatura, el cine y la televisión en una auténtica leyenda. A los 25 años de su muerte, su memoria regresa en dos libros.

A priori, pueden parecer muchas las casi 600 páginas que dedica Kevin Bazzana a glosar su biografía en Vida y arte de Glenn Gloud. Este musicólogo, formado en Berkely, se ha especializado en la investigación de esos artistas que podíamos llamar "raros". De hecho, se espera con interés el que está preparando sobre el pianista húngaro Ervin Nyiregyhazi. Lo cierto, es que los casi veinte años que ha dedicado a Gould han producido un libro modélico.

Tras su lectura, apreciamos que el canadiense es un fenómeno atípico, una mente superdotada y un artista con la suficiente personalidad como para dedicar mucho tiempo a investigar su vida. El completo análisis de las consecuencias que produjo el conocido como síndrome de Asperger está sostenido por el rigor científico. Esto ayuda a entender sus enormes dificultades para enfrentarse a la interpretación en escena, de la que se retiró en pleno éxito en 1964, para dedicarse a los discos y a la radio.

Paralelamente, ha aparecido un volumen de Conversaciones con Glenn Gould del periodista del Washington Post, Jonathan Cott. Quien fuera llamado "el mejor entrevistador del mundo" y que logró sacar a Gould de su singular ostracismo, produjo un producto excepcional en su género. La agilidad mental de ambos fructifica en más de 120 páginas que se leen con pasión. Si a esto se añaden los reeditados escritos de Gould (Turner) tenemos un corpus excepcional para valorar a la figura que más se ha identificado en la Historia con las Variaciones Goldberg... con permiso del doctor Lechter.