Image: Mujeres a contracorriente

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Ensayo

Mujeres a contracorriente

Clara Obligado

20 enero, 2005 01:00

Clara Obligado. Foto: Kike Para

Plaza & Janés. Barcelona, 2004. 267 páginas, 18 euros

Debe admitirse, y es de justicia reconocerlo, que las mujeres han constituido uno de los grandes sectores olvidados de la historia tradicional.

Como contrapartida, desde hace ya varias décadas, la atención preferente que les dispensa una influyente parcela de la historiografía ha dado como fruto una vertiente claramente diferenciada de investigaciones y ensayos sobre el papel de la mujer (eso que se conoce con el discutible anglicismo de estudios de género).Teniendo ello en cuenta resulta, como mínimo, exagerado que se continúe hablando, como hace la autora, de la "mitad desconocida" de la historia. Ignota, en sentido estricto, ya no. Más bien habría que decir que, como resultado de una marginación enraizada en nuestra cultura, la imagen femenina se nos revela siempre eclipsada en el pasado y que, por eso mismo, es legítimo considerar que el peso secular de esta discriminación se perpetúa hoy día bajo formas más sutiles y, sobre todo, se prolonga en unas interpretaciones que siguen minusvalorando a la mujer por el simple hecho de ser tal. Desde esta perspec- tiva, apuntalada desgraciadamente por los hechos, sí que puede tener sentido que se reivindique la "contribución" femenina a lo largo de la historia.

Pero el problema inmediato que se nos plantea es qué entendemos por tal: ¿hay algo que aporten específicamente las mujeres por su categoría de féminas? ¿Autoriza el factor incuestionable de la aludida relegación a postular un denominador común en quienes sufren ese agravio? Aunque desde el punto de vista político resulte rentable apelar a la "condición femenina", científicamente hablando no se sostiene a estas alturas defender la existencia de una mirada femenina por encima o por debajo de civilizaciones y épocas diferentes. Por utilizar personajes que aparecen en este libro, ¿qué tienen en común Agripina, la madre de Nerón, con Harriet Ann Jacobs, una mulata esclava de Carolina del Norte? ¿En qué se parecen Leonor de Aquitania y la torera Juanita Cruz? ¿No están en las antípodas Lucrecia Borgia y Mary Jamison, una blanca que eligió ser "india salvaje" en el lejano oeste norteamericano?
Bien es verdad, para ser justos, que Clara Obligado apenas entra en disquisiciones de ese tipo. Su libro es en todos los sentidos sencillo y directo, sin complicaciones de otro orden: una relación de 39 personajes femeninos descritos de forma breve, a grandes rasgos, desde la inevitable Safo de Lesbos a la científica Rosalind Franklin, pasando por mujeres famosas que gozaron de poder o reconocimiento (Juana de Arco, Sarah Bernhardt), las inevitables "malditas" (Malinche, Mata Hari, Lou Andreas Salomé) y las que quedaron arrinconadas en un recodo de la historia (Ada Byron Lovelace, olvidada "pionera de la informática", Camila O’Gormann, fusilada por "mujer del cura" en la Argentina de Rosas). Estamos en definitiva ante una obra sin más pretensiones que acercar a un público amplio unas biografías heterogéneas, sin otro nexo común que su condición de mujeres. El tono llano y reivindicativo de la autora le lleva a algunos excesos, como por ejemplo al presentar a Gertrude Bell como una mediadora que posiblemente hubiera solucionado de forma pacífica "los recientes conflictos con Iraq". Falta a veces contención y sentido del contexto histórico.