Ensayo

El libro del pene

Maggie Paley

4 octubre, 2000 02:00

Planeta, 2000. 286 páginas103 páginas, 1.650 pesetas

Quien se enfrente a la lectura de este libro puede estar seguro de que tendrá una idea bastante clara del tema cuando lo termine. Es ameno, si bien es cierto que se imponen en el camino frecuentes parones para superar el aturdimiento, en concreto en los pasajes en que el protagonista es tratado cual vulgar salchicha.

No estamos ante una colección de chistes de cuartel. Aquí hay un buen trabajo de investigación antropológica y periodística, junto al buen ojo comercial de la autora, ex editora para "Life", "Vogue" y "Elle". Lo más interesante del tratado es el apartado sobre La Cultura del Pene. La famosa expresión erótica del poder se nos antojará una tautología: la erótica es poder. En muchas culturas el pene erecto ha sido símbolo de autoridad. Es la cultura judeocristiana la que extendió en las sociedades occidentales el pudor, corriendo un tupido velo sobre los sexos.

La normalidad de su representación en otras civilizaciones antiguas la atestiguan, por ejemplo, la avenida de Príapo en Delos, con sus enormes falos de piedra apuntando a las estrellas. Otros mitos y leyendas hablan de su poder. De los órganos castrados de Crono nació Afrodita. Renoir confesó: "pinto con la polla". La influencia freudiana llegó a mayores cuando Warhol no lo dijo, pero lo hizo.

Nuestra opinión sobre el machismo y la ablación del clítoris se verá afectada al conocer el rito del despellejamiento de los penes entre los dowayos, en Camerún. Pero lo más impactante es lo que hay de testimonio de nuestra época. Las intervenciones quirúrgicas para hombres insatisfechos con el tamaño de su pene ponen los pelos de punta. Recoge este libro todo lo que se puede saber sobre el pene, y un catálogo de penes famosos. El de Napoleón ha sido objeto de compraventa hasta hoy, y el de Jimmy Hendrix fue inmortalizado en un molde de yeso. Uno va viendo que el pene empezó como dios, pero ha terminado siendo un juguete.