Tim Gautreaux. Foto: Winborne Gautreaux

Tim Gautreaux. Foto: Winborne Gautreaux

Letras

'Señales', un mapa moral del sur estadounidense con humor negro y ternura

El nuevo libro de Tim Gautreaux recoge veintiún cuentos donde lo humano emerge entre el polvo, la fe, la precariedad y el deseo de redención.

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Publicada

Hace cinco años comenzaba la reseña de El paso siguiente en el baile (El Cultural, 9/11/2020) de Tim Gautreaux (Luisiana, 1947) mencionando que descubrí al autor gracias a su cuento "Ídolos", publicado en The New Yorker. Llega ahora a mis manos Señales, una colección de relatos y, ¡bingo!, el primero es "Ídolos". Buen comienzo.

Señales

Tim Gautreaux

Traducción de J. G. Rodríguez. La Huerta Grande, 2025. 527 páginas. 25€

El volumen incluye nueve relatos de colecciones anteriores (Todo lo que vale y El mismo sitio, las mismas cosas) y otros doce cuentos nuevos absolutamente deliciosos y muy en la línea de sus anteriores narraciones. El marco referencial continúa siendo el sur.

Se trata de una (re)colección de relatos poblados por personajes –hombres, la mayoría– creíbles y bien diseñados, heterogéneos en su caracterización pero con el común denominador de pertenecer a clases sociales no favorecidas y sometidos a continuos avatares del destino. Son personajes a primera vista condenados al fracaso, atrapados en su propio mundo.

Por su extensión, El lamento del calderero podría catalogarse como nouvelle más que como relato. Sustancia en buena medida las preocupaciones artísticas de Gautreaux. Más allá de formalidades estilísticas, la historia de un calderero que ayuda a un joven huérfano desaparecido misteriosamente plantea interrogantes sobre las relaciones humanas.

Una situación similar aparece en La reseña, donde Sidney, ya en su madurez, publica un texto titulado El desaparecido hijo del granjero. Aunque "el relato no tenía grandes pretensiones ni era demasiado original", Sidney se siente satisfecho… hasta que un lector en Amazon lo puntúa con una sola estrella: "¿Será posible que haya habido que sacrificar un árbol para imprimir este libro?". Sidney se obsesiona por conocer la identidad del reseñista anónimo, en un viaje hacia el corazón de los rencores y bajezas humanas. Uno de los mejores relatos de metaficción que he leído.

Ética y moral son temas constantes en Gautreaux, de profundas convicciones católicas, como se aprecia en Ajuste de actitud o en Bueno para el alma.

Me han interesado especialmente los relatos con ancianos como protagonistas: Mala sangre, "Lo que el agua se lleva" o Resistencia, donde el pasado vuelve como si quisiera reclamar lo vivido. En este último, Alvin Boudreaux siente que el mundo en que vive ya no es el suyo.

Los cuentos de Gautreaux logran seducirnos mediante trazos gruesos y sutiles detalles argumentales

Excelentes cuentos se quedan en el tintero, pero no puedo dejar de mencionar Magia de la radio, que arranca con esta frase: "Cliff tenía muchas ganas de hacerse famoso, aunque solo fuera a pequeña escala". ¿Lo conseguirá? Gautreaux retrata a soñadores condenados al fracaso.

Quizá por eso se le compara con grandes cuentistas del sur como Flannery O’Connor. Yo lo veo más próximo a Barry Hannah (Como almas que lleva el diablo). Ambos autores utilizan temáticas sombrías y lúgubres, pero logran hechizar con trazos gruesos y sutiles detalles argumentales.