¡Buenos días!

Han estado a punto de ganar estos poemas:

MCPavón

Fortaleza interior. Deterioro del cuerpo. / Sólo unos minutos / para respirar fuera del búnker. 

Esa “fortaleza” desde la que se escribe guarda también un interesante contrapunto de fragilidad. Poema confesional con imágenes muy sólidas, la escritura nos aísla -nos protege- para sobrevivir. Pero también debemos “respirar fuera del búnker”. Bueno.

MJVIZ

El fruto furtivo // no teme // la mordedura de la serpiente.

Minimalismo potente para un poema que también es una “mordedura” en sí mismo, potente y agudo, desde es fértil e inicial “fruto furtivo”. La clave está en la falta de temor, que lo lanza hacia delante con arrojo. Intenso y mínimo, con varias lecturas.

PilarAlejos

Escarba la noche abismada // con sus dedos afilados. // Se espuma su horizonte que germina.

Versos con trazos impresionistas que sorprenden y aluden a varios planos interiores de lectura. Los dos primeros versos son dentelladas justas y certeras, y el tercero se abre a un nuevo campo de expresión, mucho más amplio, con placidez lectora. Muy bueno.

Pero el ganador es

Elizeus

Naceré porque la sangre rueda/ porque el silencio ondula/ y las nubes se desmoronan entre las hojas.

Todas las imágenes que se van sucediendo participan de un nivel semejante de extrañeza, pero que nos alude también secretamente: tanto la “sangre” que “rueda” como el silencio que “ondula”. Sin embargo, la plástica imagen final da todo el sentido, con esa caída del mundo que es también el lenguaje sobre nosotros, para salvarnos.

Tema de la semana: “Silencios incómodos”. Los experimentamos y podemos sentirlos con su presencia física. Los prolongamos o los recibimos. Pueden sacarnos de alguna situación o abocarnos a otra, no siempre se sabe. Escribamos sobre esto en 3 versos y no más de 140 caracteres: sobre esos silencios incómodos que son también un código en sí mismos, pero que nos acaban sacando del propio lenguaje para entrar en su indefinición.