María Isabel Cabrera, presidenta de la UNE. Foto: Rosa Bustos

María Isabel Cabrera, presidenta de la UNE. Foto: Rosa Bustos

Letras

María Isabel Cabrera: "Unebook aspira a ser el Amazon del libro académico"

La directora de la Editorial Universal de Granada coge el testigo de Ana Isabel González como presidenta de la Unión de Editoriales Universitarias Españolas

25 enero, 2022 19:00

La Unión de Editoriales Universitarias Españolas, asociación que reúne las editoriales de las universidades y centros de investigación del país, tiene nueva presidenta. Desde el pasado 22 de noviembre, María Isabel Cabrera afronta los nuevos desafíos del sello editorial de la UNE, que cuenta con un ingente catálogo de volúmenes, un novedoso portal de venta, Unebook, y el sello CEA-APQ, que acredita la calidad de las publicaciones.

La directora de la Editorial Universal de Granada sustituye en el cargo a Ana Isabel González y cuenta con dos años para llevar a cabo las acciones proyectadas por la institución, que se asientan en "tres pilares", según sus palabras: "calidad, internacionalización y voluntad de estar tecnológicamente a la vanguardia".

P. ¿Cuáles son los nuevos horizontes que proyecta la UNE tras la salida de Ana Isabel González?

R. La nueva junta directiva de la UNE que yo presido propone una serie de acciones y líneas de trabajo dirigidas a afrontar los retos y problemas a los que se enfrenta la universidad en general y el mundo de la edición. Queremos dar continuidad a la labor realizada durante esos últimos años, materializada en proyectos de gran calado que han demostrado su valor y proyección en el ámbito de la edición y de la academia, haciendo avanzar a la UNE para seguir siendo un referente no solo en nuestro país, sino a nivel internacional. Proyectos que son una seña de identidad de la UNE, como el portal de venta e intercambio científico Unebook o el Sello de Calidad Editorial CEA-APQ, y que hay seguir desarrollando y ampliando; además de ocuparnos de nuevos retos como el acceso abierto, que es necesario armonizar con la protección de la propiedad intelectual y el legítimo retorno económico, la proyección internacional de la UNE o incrementar la comercialización fuera de España.

P. El lema de su programa menciona la “difusión de la ciencia abierta”, un contexto en el que se habrán de posicionar el libro y el editor universitario. ¿En qué consiste exactamente?

R. Tanto en Europa como en España se está legislando para publicar el conocimiento científico en acceso abierto. Es por ello que en los últimos años la edición universitaria ha dado un considerable impulso a la edición en abierto, especialmente en el ámbito de las revistas científicas, capítulo fundamental en la labor de transferencia de conocimiento. Pero nos preocupan los desafíos que plantean las políticas y directrices que se están dando desde la Comunidad Europea y abrimos hace tiempo un debate para abordar en toda su complejidad la edición de monografías en abierto. La “Declaración UNE ante el acceso abierto” y la organización de las “Jornadas Ciencia Abierta. Reflexiones desde la edición universitaria” son actuaciones recientes promovidas y organizadas por la UNE, en colaboración con la Asociación de Editoriales Universitarias de América Latina y el Caribe (EULAC). Por otro lado, la campaña “Abre tu libro al mundo”, que hemos promovido con motivo de la Semana Internacional del Acceso Abierto, visibilizando en la web de la UNE la importante cantidad de obras que ya ofrecen en abierto sus socios.

Mejorar los índices de lectura

P. ¿Cómo se convence a un lector no acostumbrado a consumir publicaciones universitarias de que los productos que oferta la UNE son accesibles para cualquiera que tenga un interés por el conocimiento? 

R. Creemos que, por medio de las iniciativas que he mencionado arriba, la UNE ha dado un salto de calidad en el último lustro y sí que hemos logrado estar directamente en contacto con ese público culto que consume ensayo e investigación de calidad. No obstante, el gran déficit en nuestra sociedad española es el índice de lectura. Deberíamos ser capaces de llegar a ese conjunto de lectores que no saben que la divulgación científica puede ser apasionante. Y ya tenemos ejemplos de colecciones altamente exitosas que están en la vanguardia trabajando en esa dirección como ¿Qué sabemos de…? del CSIC y La Catarata, la colección Sin Fronteras, de la Universitat de València, la colección Catàlisi, de la Universitat de Barcelona, la colección El Espejo y la lámpara, de Edicions UAB, o la propia colección Divulgación, de la nueva editorial de la Universidad Complutense, que mezcla distintas áreas de conocimiento dentro de un proyecto con un propósito común. Este nuevo espacio de debate se conquista con calidad: buenos contenidos y de interés, que al lector le harán poner el foco en nosotros. Tenemos una reputación que va en alza y así lo muestra la percepción de nuestro trabajo que se tiene entre los profesionales del sector y el mundo de la cultura. En los lectores hay interés por la ciencia, la buena ciencia. Clara Grima, matemática y reconocida divulgadora, en unas declaraciones afirmaba con rotundidad que la divulgación es la mejor vacuna para proteger a la sociedad, con argumentos científicos, "de estafadores e iluminados que ponen en peligro la salud pública con discursos carentes de base científica".

P. En una época tan agitada, de cambios tan veloces y constantes, donde la incertidumbre ha colonizado nuestras vidas y el ejercicio profesional y formativo ha sufrido una transformación tan intensa debido a la pandemia, ¿cuál es el valor de la edición universitaria?

R. La universidad y el libro han estado íntimamente unidos desde el origen de este. El uso de libros como medio de conocimiento e instrumento de trabajo a lo largo de los siglos ha ido sentando las bases de hábitos de pensamiento y de trabajo intelectual, que han dado lugar a la investigación científica. La universidad debe seguir impulsando el libro, transfiriendo el conocimiento que genera a la sociedad, para conseguir que sus ciudadanos sean críticos y formados. Somos muy conscientes, por ello, del papel que debe jugar la edición universitaria. Somos el grupo de edición académica más grande en nuestro país, principal actor en difusión del conocimiento. Estamos a la vanguardia en edición, editamos resultados de I+D+I, innovación educativa, traducimos obras de referencia, publicamos divulgación… y contribuimos a posicionar a nuestras universidades con nuestros libros y revistas.

P. Casi dos años después del confinamiento que desconcertó a todos, ¿cree que el conocimiento aportado en aquellos meses por la comunidad universitaria —científicos, investigadores, humanistas, etc.— ha calado tanto en la sociedad como para lograr una reputación mayor de la que tenía? ¿Y en la política como para convencerles de invertir en investigación?

R. Más que nunca, todos hemos estado pendientes de los científicos, ávidos de buenas noticias acerca del avance en la investigación sobre el virus y las vacunas. Desde nuestros canales hemos percibido un interés creciente por parte del público, que nos ha demandado información, contenidos, consultas, etc. El ciudadano es más consciente de la necesidad de invertir en ciencia, pues ha visto que sus resultados afectan a su vida. No sé hasta qué punto lo son los políticos, que tampoco han tenido una actuación modélica en esta pandemia

El ebook, un fenómeno tras la pandemia

P. ¿Cómo está resultando la distribución a través de la plataforma de venta Unebook? Por otro lado, los datos acreditan que la pandemia ha revitalizado el ebook en España, siendo 2021 el año de las ventas más altas. ¿Esa mejora general también es la vuestra?

R. Unebook pone de manifiesto el gran esfuerzo realizado estos últimos años por la UNE. Es un proyecto único y fundamental, en continua transformación, adaptación y crecimiento. Una herramienta que sirve a muchos fines: la disponibilidad de toda la producción académica en español en todos los formatos, la interlocución con el canal del libro tradicional, la puesta a disposición de todo nuestro catálogo digital a bibliotecas y el terreno de pruebas de los proyectos de innovación que pone en marcha la UNE... Nuestros retos son seguir incorporando editoriales tanto universitarias como privadas que editan libro académico. Igualmente, seguiremos reforzando el intercambio de libros con las bibliotecas universitarias. En cuanto al incremento en la venta de ebook, efectivamente ha sido un fenómeno generalizado. También investigadores, alumnos y los lectores del libro académico han buscado este formato.

P. En los últimos años se ha prestado mayor atención a la edición de las publicaciones, cada vez más cuidadas. ¿Hay una tentativa de aproximarse estéticamente a los sellos más elaborados? ¿Con qué objetivo? ¿Esto se ha traducido en un aumento de las ventas o el número de tiradas?

R. Quizá lo que ha cambiado no es la calidad de nuestras publicaciones, sino la atención que el sector ha comenzado a prestarle. La calidad ha estado siempre ahí, pero en muchas ocasiones fallábamos en la difusión y en la visibilidad, que es algo en lo que estamos dedicados actualmente. En cuanto al contenido, las editoriales de la UNE hemos mimado y mejorado las prácticas de calidad, por eso nuestro empeño en poner en marcha el Sello de Calidad en Edición Académica CEA-APQ. No olvidemos las certificaciones con normas ISO que pasamos las editoriales, los premios de edición conseguidos… En cuanto a la calidad física de los libros ha sido un objetivo al que ya llevamos años dedicados, y que hemos cumplido con creces; no por emular a nadie. Campos de Níjar (Universidad de Almería) o Paisaje después de la batalla (Universidad de Salamanca), de Juan Goytisolo ambas, son un ejemplo clarísimo de que la calidad y el esmero editorial se dan cita de forma exitosa en nuestro catálogo. También la obra de Dante, publicada por la Universidad Francisco de Vitoria. Somos competitivos y por ello publicamos en diferentes idiomas, editamos facsímiles muy cuidados y muchas otras obras que el sector privado no editaría, hemos incrementado la edición de obras de divulgación científica para llegar a un público amplio y no solo especializado… El balance es muy satisfactorio.

P. ¿Sigue en activo el convenio con ANECA y FECYT? ¿En qué consiste ese reconocimiento a la calidad de colecciones científicas?

R. Efectivamente, hemos renovado el convenio y seguimos trabajando juntos para proyectar el sello internacionalmente y adaptarlo a monografías y obras de divulgación. El sello ha permitido extender las buenas prácticas en la edición y que las editoriales exijan unos criterios que generen confianza tanto en los evaluadores y en las agencias estatales como también entre sus lectores y el mundo de la academia. Generar confianza es nuestro objetivo y hemos puesto las cartas sobre la mesa para que se conozcan nuestros procesos de trabajo, absolutamente rigurosos, pues los manuscritos se someten a evaluación por especialistas en la materia para garantizar la calidad de los contenidos.

P. En la última Feria del Libro de Madrid compartían caseta por primera vez con las editoriales universitarias de México y Colombia. ¿Cómo se desarrolla esa confluencia y qué objetivos persigue? ¿Qué papel juega la lengua española en los proyectos internacionales junto a estos sellos?

R. El mundo científico es bastante anglófono y también las plataformas comerciales del libro académico. Por eso nació Unebook hace 7 años. Aspiraba (con cierta inmodestia, todo hay que decirlo) a ser el Amazon del libro académico en español; pero, de alguna forma, en esa dirección caminamos, y sin duda se va convirtiendo en una referencia en el mundo hispanohablante.

Desde el primer momento en que publicamos la plataforma en 2014, es fundamental la colaboración y el trabajo conjunto con nuestros socios de las editoriales universitarias latinoamericanas. Llevamos años tejiendo redes, trabajando con ellos, y esa es una de nuestras líneas estratégicas: las alianzas y proyectos compartidos con ellos para mostrar al mundo que existe una importante producción científica en español.

La universidad en el mundo

P. Siguiendo con la proyección internacional, ¿será en su etapa como presidenta cuando por fin las editoriales universitarias españolas alcancen el prestigio que tienen las de las potencias europeas y norteamericanas?

R. Nuestra Asociación cumple 35 años de existencia este año, y en esta larga andadura ha venido demostrando con creces su alto grado de eficacia en la tarea de hacer libros de interés y dar difusión, promocionar y prestigiar la edición universitaria. Ya el Informe realizado en 2017, “Las editoriales universitarias en cifras”, arrojaba entre otros datos que producimos alrededor de unos 5000 libros al año, de los que un tercio es digital. Datos que han seguido creciendo y que nos presentan como el grupo de edición académica más grande de España y el principal actor en la difusión del conocimiento en nuestro país. El prestigio se consigue dando pasos firmes y mostrando la excelencia de nuestras obras y nuestro trabajo día a día, de manera continuada, y lo llevamos haciendo desde hace años. El reconocimiento se va produciendo.

P. En el reciente libro Literatura española y género (UNED) se reivindica la presencia femenina en nuestra cultura desde la primera Edad Moderna hasta la actualidad. María Dolores Martos se hace eco de la primera obra firmada por una mujer en la literatura española de la que tengamos constancia: Leonor López de Córdoba. ¿La intención es seguir rescatando autoras olvidadas?

R. Nosotros llevamos ya una larga trayectoria de estudios e investigación de género. No hay que olvidar que esta cuarta ola del feminismo se gestó en campus universitarios como los nuestros: esas investigaciones se hacen en la universidad y en los centros de investigaciones públicas y nosotros, las editoriales de la UNE, somos parte de ellas y pioneros en publicar ese contenido. Yo misma soy directora de la Editorial Universidad de Granada, soy historiadora del arte y formo parte de proyectos de investigación en estudios de género. Por tanto, estamos al día en estas líneas de trabajo.

P. ¿Puede adelantar algún movimiento sustancial con respecto a la etapa anterior?

R. Defender hasta donde sea necesario y en todos los foros posibles el formato libro como herramienta para la transmisión del conocimiento. De un tiempo a esta parte se está arrinconando al libro en favor de los artículos de revistas, tendencia creciente en la evaluación de la producción científica de los investigadores.

Determinadas investigaciones y temas necesitan el desarrollo de un libro, que requiere un esfuerzo muy importante y una inversión de tiempo por parte del investigador y el editor que deben ser reconocidos. Si no se reconoce el trabajo de los autores de libros universitarios, el libro académico desaparecerá. Y con él, un modelo de comunicación de la ciencia que está en el ADN de las universidades.