Claribel Alegría. Foto: Jorge Mejía Peralta (CC-BY)

Ganadora del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, ha muerto a los 93 años. Era una de las voces fundamentales de la poesía latinoamericana y sus versos estuvieron influidos por la realidad de su país.

Claribel Alegría ha fallecido este jueves a la edad de 93 años, según confirmaron sus familiares hoy. Premio Reina de Poesía Iberoamericana 2017, la poeta nicaragüense confesó en una de sus últimas entrevistas, concedida a El Cultural, que muchas partes de su último libro publicado en España, Amor sin fin, las veía "como despedidas". "Tengo ya 93 añitos -reconocía- y me doy cuenta de que me estoy despidiendo. Estoy disfrutando de una manera más profunda de mis seres queridos, de mis plantas, de todo. Es mi manera de decir adiós".



Alegría nació en Nicaragua en 1924, pero desde los nueve meses se crio en El Salvador. Más tarde pasó unos años en Estados Unidos y otros lugares, entre ellos, Mallorca, antes de regresar de nuevo y permanentemente a Nicaragua. Fue, además de poeta, escritora, narradora y ensayista, traductora de la poesía de Robert Graves y otros autores ingleses.



Testigo de la realidad centroamericana, a la edad de ocho años la poeta presenció la masacre de más de treinta mil campesinos e indígenas, un hecho que la marcaría inevitablemente. Fue conocida por su tendencia a divulgar el camino de la no violencia y su compromiso social con la situación política, aunque ella evitara la figrua del escritor comprometido. Mantuvo una estrecha relación con el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que derrocó a Anastasio Somoza Debayle en 1979. Alegría regresó a Nicaragua en 1985 para ayudar en la reconstrucción del país.



Entre 1943 y 1948 residió en Estados Unidos, donde se graduó en Filosofía y Letras por la Universidad George Washington. En el país norteamericano conoció y tuvo como mentor a Juan Ramón Jiménez. Influida por su maestro y amigo, publicó su primer libro de poemas, Anillo de silencio, en 1948, una selección de poemas escogidos por el propio Juan Ramón y con prólogo del escritor, filósofo y político mexicano José Vasconcelos. Estos primeros poemas de Alegría son "unas composiciones con viento, lámpara, fuente, despedida", a las que siguen "sonetos de amor contra el escombro, la tierra invernal, el veneno", como los define Francisco Javier Irazoki en la crítica de Pasos inciertos. Antología personal (1948-2014) publicada en El Cultural.



Entre la producción literaria de Alegría destacan Cenizas de Izalco, que narra la masacre de indígenas de 1932; Anillo de silencio (poesía), Huésped de mi tiempo (poesía), Aprendizaje (antología poética); y Juego de espejos (novela). Además de sus ensayos y narraciones escritos en colaboración con su marido, el diplomático y escritor estadounidense Darwin J. Flakoll, Nicaragua: la revolución sandinista (1982) o Somoza, expediente cerrado (1993), entre otros.



"En su voz poética confluyen las tradiciones más diversas, desde los mitos griegos a las figuras del cristianismo o los poetas contemporáneos", explica el crítico Túa Blesa. "Sus libros muestran una preferencia por el verso corto y un estilo que rehúye la oscuridad y es que Alegría habla en sus poemas de ella misma sin ensimismamiento ninguno".



Aquí puedes leer algunos de sus poemas.



LAMENTACIÓN DE ARIADNA



No te pierdas, Teseo

vuelve a mí.

La playa está desierta

tengo los pies sangrientos

de correr en tu busca

¿será que me engañaste

dejándome dormida en esta isla?

Perdóname, Teseo

¿Recuerdas nuestro encuentro?

amor eterno me juraste

y yo te di el ovillo

y volviste a la luz

después de haber destruido

al minotauro.

¿Te secuestró algún dios

sintiéndose celoso?

No me inspiran temor

ni Poseidón

ni Zeus

es de fuego mi ira

y se alzará

desde estas aguas

hasta el cielo.

Vuelve,

vuelve, Teseo

no te pierdas

en los laberintos

de la muerte

anda suelto

el ovillo de mi amor

atrápalo, Teseo

vuelve a mí

soy tu tierra

tu luna

tu destino.

Clava en mí tus raíces.



QUIERO ENTRAR A LA MUERTE



Quiero entrar a la muerte

con los ojos abiertos

abiertos los oídos

sin máscaras

sin miedo

sabiendo y no sabiendo

enfrentarme serena

a otras voces

a otros aires

a otros cauces

olvidar mis recuerdos

desprenderme

nacer de nuevo

intacta.



SAUDADE



Quisiera creer

que te veré otra vez

que nuestro amor

florecerá de nuevo

quizá seas un átomo de luz

quizá apenas existan tus cenizas

quizá vuelvas

y yo seré cenizas

un átomo de luz

o estaré lejana.

No volverá a repetirse

nuestro amor.



PLEGARIA INCONTENIBLE



Corro

corro

hacia el ocaso

que nadie

se interponga

que no lo impida

nada

con el sol

quiero hundirme

y no volver atrás.



(Poema inédito recogido en Aunque dure un instante, antología publicada por la Universidad de Salamanca)



ESTRELLA INDÓMITA



[...] Estoy despidiéndome

de mí

debo asaltar el canto,

atraerlo hacia mí

entender ese canto

de los árboles negros

doblados por el viento

se esfuman sus palabras

su música

su danza

lo llamo

no responde

pero sé que vendrá

que volverá hacia mí

como vuelve la lluvia [...]



(Amor sin fin, 2016)



ARS POETICA



Yo,

poeta de oficio,

condenada tantas veces

a ser cuervo

jamás me cambiaría

por la Venus de Milo:

mientras reina en el Louvre

y se muere de tedio

y junta polvo

yo descubro el sol

todos los días

y entre valles

volcanes

y despojos de guerra

avizoro la tierra prometida.

(Variaciones en clave de mí, 1988)