Image: Las vacaciones más freaks

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Letras

Las vacaciones más freaks

24 agosto, 2016 02:00

Dos asistentes a la ComicCon del Metrópoli/Festival Media de Cultura y Entretenimiento de Gijón. Foto: Guillermo Suárez

Olvidemos los cruceros con todo incluido, los viajes exóticos, las casonas rurales, las playas masificadas, las agrestes montañas y los agotadores deportes de riesgo: el nuevo destino favorito del verano son las convenciones para fanáticos de las sagas y personajes míticos de la cultura pop contemporánea... al menos para los más freaks

Después de décadas de sufrimiento y resignación, los freaks de la familia ya no tienen por qué aguantar los calores del verano en mitad de la playa, quemando su blanca piel bajo los rayos del sol mientras intentan quitar la siempre molesta arena de entre las páginas de su novela de fantasía o su cómic favoritos. Ya no tienen por qué preocuparse de perder las gafas haciendo senderismo, de excursión por el monte, hartos de caminar sin sentido. No tienen por qué dar charla resignada a sus primos lejanos, a sus compañeros de clase o de viaje organizado, ni tan siquiera a sus padres, tíos, abuelos y demás amigos de la familia, empeñados en que apaguen el ordenador, desconecten internet o dejen de leer tebeos para disfrutar del aire libre (¿libre?). Ni fingir que les interesa un pimiento lo que hablan sus novias, novios, esposas o esposos, mientras la música del chiringuito de playa atruena en sus oídos y se ven obligados a trasegar como si les gustaran gintonics de diseño que les horadan el estómago… Ahora, el verano español está no lleno, sino repleto de convenciones de fans al estilo americano, dedicadas a géneros -ciencia ficción, fantasía, terror…-, personajes emblemáticos -James Bond, zombis…-, multimedia -videojuegos, cómic, juegos de rol, manga…- y, sobre todo, sagas cinematográficas o televisivas míticas -Star Wars, El Ministerio del Tiempo, Star Trek, Juego de tronos…-, ofreciendo un panorama para matar capaz de satisfacer a los freaks más exigentes y variados. Y si alguno se siente ofendido por mi descripción de más arriba… que se sepa que es, por supuesto, autobiográfica.

Asturias, paraíso freak

Puede que la mayoría crea que Asturias es el destino ecológico, natural y naturista por excelencia para el verano, pero, en realidad, muchos de quienes pasan sus vacaciones estivales en tierras asturianas apenas si ven la playa, no digamos ya la montaña. Y el motivo es que desde finales de junio hasta septiembre, los eventos freaks no dan tregua alguna y parecen aumentar de año en año. Del 30 de junio al 3 de julio pasados, la tercera edición de Metrópoli/Festival Media de Cultura y Entretenimiento de Gijón culminó el último fin de semana, como es habitual, con la ComicCon, en la que tuvieron especial protagonismo los fans de Star Wars, que asistieron a la proyección del documental I´m Your Father de Toni Bestard y Marcos Cabotá, dedicado a la oscura figura de David Prowse, el actor bajo la máscara del original Darth Vader, que también fuera el monstruo de Frankenstein para la Hammer, concentrándose en torno a una amplia exposición dedicada a la saga, incluyendo sus versiones en Lego. Por supuesto pasaron por allí dibujantes, guionistas y distintas figuras del mundo del cómic, pero lo que a muchos realmente importaba es que había sobrado espacio para los juegos, con el Torneo oficial de Star Wars X-Wing, para las exhibiciones de esgrima con espada láser, y para el cosplay más desatado, con un desfile Star Wars de fin de fiesta, o la presencia de la neumática Tabitha Lyons, reina del cosplay, ataviada a lo Red Sonja para delicia de freaks… y no tan freaks.

Mientras la Semana Negra de Gijón reunía a escritores, artistas, poetas, dibujantes de cómic, fotógrafos, historiadores y pensadores comprometidos en su espléndida XXIX edición, del 8 al 17 de julio, los freaks radicales, ajenos a otros friquismos más vetustos y profundos, se estrujaban las manos nerviosamente esperando ansiosos el advenimiento del Celsius 232, el Festival de terror, fantasía y ciencia ficción de Avilés, que llegó por fin el 20 de julio y antes de despedirse tres días más tarde dejó tras de sí un reguero de presentaciones, proyecciones, charlas, exposiciones y firmas de libros que, para muchos, eran la mejor excusa para, de nuevo, travestirse como sus personajes favoritos de fantasía, cómic, manga y ciencia ficción, protagonizando incontables encuentros de rol, cosplay, talleres y cursos sobre cómo convertirse en caballero Jedi o celebrar combates medievales en plena calle. Una vez más, los fans de Star Wars demostraron su perseverancia, y más de uno lució entusiasmado su reluciente diploma oficial de Padawan o aprendiz de Jedi al final del Festival.

Imagen del Festival Celsius 232 de este año

A pesar de las hordas de turistas y visitantes deambulando todo el verano arriba y abajo por los Picos de Europa o los Lagos de Covadonga, buscando osos por tierra y ballenas por mar y tirados en mitad de las playas de Llanes, hordas nuevas colonizan Asturias durante el verano, donde aún quedan por celebrarse la XVIII edición del Ciclo Cinematográfico Peor… ¡Imposible!, que tendrá lugar del 29 de agosto al 4 de septiembre en Gijón, dedicada como siempre a las excelencias del mejor cine malo, trash y psicotrónico, y que homenajea este año a los desaparecidos cines de programa doble, y poco después las XXI Jornadas del Cómic de Avilés, del 13 al 17 de septiembre, cita obligada para todos los amantes de la historieta… Y para muchos freaks de los superhéroes, dispuestos a disfrazarse de lo que haga falta y más.

España freak

Aunque pareciera que Asturias es el territorio nacional donde más friquismo por metro cuadrado se concentra en verano, no es ni mucho menos el único paraíso freak de la temporada. Cada año hay más y más convenciones, festivales y eventos alrededor del universo freak, y poco a poco el turismo friqui se generaliza: del 22 al 24 de julio se celebró en Madrid la IV Convención Anual de Archivo 007, que reunió a un buen montón de fans del personaje creado por Ian Fleming y consagrado por el cine, y que tuvo como acto principal el estreno nacional del documental A Bond for Life, con la presencia de su realizador y protagonista, Benjamin Lind. El cómic tuvo otra obligada cita veraniega con el festival Viñetas desde o Atlántico, que tuvo lugar en La Coruña entre el 8 y el 14 de agosto, y se ha convertido en fundamental para los fans de la historieta. El mundo del manga y el anime, con sus otakus y su orgía constante de cosplayers se extiende por Zaragoza (ExpoTaku, del 24 al 26 de junio), Almería (AlmeriManga, el 2 y 3 de julio), Sevilla (Otakun Summer, 16 de julio), Mijas (Salón del Manga y videojuegos, 6 y 7 de agosto) o Cádiz (Festival Manga, 30 de septiembre a 2 de octubre), y lo mismo puede decirse, a riesgo de hacer la lista interminable, de los eventos dedicados al juego de rol en vivo, los videojuegos, el cosplay, el cómic, la cultura zombi y demás hierbas de aroma freak.

Pero, sin duda, la apoteosis friqui llega con el otoño de terror que encabeza Sitges, el Festival Internacional de Cinema de Catalunya, que del 7 al 16 de octubre ofrecerá en su 49 edición no solo lo mejor y más variado del cine fantástico, extremo y de horror… sino además un sentido homenaje a los 50 años de la saga de Star Trek, que celebrará por supuesto con proyecciones, charlas y exposiciones, pero también con una orgía freak que culminará en una Star Trek Walk con la que Sitges se verá invadido por trekkies de pro en ajustados pijamas espaciales (uniformes de la Federación, vamos) y maquillados de terribles klingons, romulanos y borgs. Ningún festival literario o cinematográfico dedicado a la fantasía que se precie, como es el caso de Sitges o poco después de la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, cuya 27ª edición se celebrará del 29 de octubre al 4 de noviembre y estará este año dedicada al Japón, puede prescindir ya de su lado más freak: el del cosplay, los juegos en vivo, los concursos de disfraces, pasacalles friquis, y cursos y talleres para convertirse en freak profesional, si tal cosa es posible.

La aldea freak

Hace un par de décadas hubiera sido poco menos que impensable que el veranito español, el del sol y las terracitas, los chiringuitos de playa y los mesones, quedara casi eclipsado por hordas de amantes de la fantasía y la ciencia ficción, disfrazados de personajes de sus series y películas favoritas, conquistando ciudades y pueblos turísticos con descaro pizpireto e ingenuidad de infantes juguetones. Un estilo típicamente anglosajón y, sobre todo, usamericano -con permiso de los maestros nipones del disfraz, por supuesto- de vivir la fantasía, que se ha exportado con éxito a todos los rincones del mundo, y ofrece ahora la posibilidad de pasar las vacaciones no solo en el mar o la montaña, en ciudades turísticas como Roma, París, Nueva York o Londres… sino en la Tierra Media de Tolkien, entre Lannisters y Starks, en las Galaxias de Lucas o en el Japón fantástico de samuráis y robots gigantes. Solo algo me inquieta: ¿no seremos capaces de crear nuestro propio friquismo nacional? El Ministerio del Tiempo parece demostrar lo contrario, pero es casi un ejemplo aislado que necesitaría mucho más apoyo… Sueño con una convención de Luchadores del Espacio, la saga galáctica de George H. White (o sea, Pascual Enguídanos); con cosplayers encarnando a El Coyote de Mallorquí o a Diego Valor y sus amigos; videojuegos basados en El Corsario de Hierro, El Inspector Dan o 5 x Infinito; un juego de rol en vivo por las calles del Madrid de los Austrias, siguiendo los pasos de los protagonistas de La torre de los siete jorobados. Por soñar…