Paco Camarasa abrió Negra y Criminal en 2002 en la Barceloneta

Alas negras, palabras negras. La triste noticia saltaba la mañana del martes a las redes: Negra y criminal, la legendaria librería especializada en noir de Barcelona echará el cierre el próximo 3 de octubre. Los libreros Paco Camarasa y Montse Clavé anunciaban el cierre de ese encantador refugio que abrieron en 2002 en la Barceloneta para los amantes de la novela negra porque, según lamentan en un comunicado tiulado Gana el mercado, pierden los lectores: "Ya no somos necesarios". Y señalan la triste paradoja: "Ahora, la novela negra está de moda, ahora la novela negra ocupa colecciones editoriales y grandes superficies, librerías y gasolineras, pero muy pocos de los lectores que apostaban por llegar hasta la Barceloneta a dejarse recomendar alguna que otra rareza y llevarse el último Camilleri, nos visitan".

Paco y Montse aseguran que se van contentos, que creen haber cumplido un papel en el auge del género en estos 13 años al ser los primeros que apostaron por una librería "totalmente" negra, citan su fructífera colaboración con el festival Barcelona Negra e invitan a todos los amigos y cómplices a acercarse por Negra y Criminal a despedirse.

Negra y Criminal ha sido una librería tan peculiar su ambición como incorformista en su declaración de principios. No reverenciaban el bestseller y ofrecían en su pequeño local todo tipo de títulos descatalogados, de segunda mano o publicados en otros países a los que los libreros seguían la pista y localizaban tras fatigar ferias, saldos y subastas por todo el país y también por Hispanoamérica. Su web ampliaba en la red el eco de sus pertinentes recomendaciones con secciones como Se busca, sobre los 50 libros "imprescindibles" del género

Los escritores españoles encontraron en Negra y Criminal un espacio cómplice y hoy lamentaban en las redes el cierre. Ignacio del Valle explicaba que "han sido barridos los griegos en las Termópilas pero los persas no contaban que aún quedaba Salamina, Platea y Mícala. Paco Camarasa, más tarde o más temprano, reorganizará la defensa del Ática negra y literaria". Toni Hill escribía que los mundos negros, "hoy se quedan un poco grises", Víctor del Árbol declaraba haberse quedado "como un gato de yeso" con la noticia de la retirada de "quien más ha peleado por el género negro". Y Carlos Zanón denunciaba con duras palabras la desasistencia y abandono en la que agonizan hoy las librerías: "Ahora sí, todas las plañideras de rigor nos rasgaremos las vestiduras. Los críticos que reciben gratis los libros, los que se montan un blog para lo mismo, los autores que también y los que nunca pisan una librería no sea que pierdan ese maravilloso tiempo que dedican a lo que dediquen".