Image: 48 horas en la vida de un concejal

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Letras

48 horas en la vida de un concejal

Guillermo Zapata, recién nombrado concejal de cultura de Madrid, dimite por unos desafortunados tuits

15 junio, 2015 02:00

Guillermo Zapata. Foto: Javi Martinez

Pasaban las doce del mediodía del sábado cuando Manuela Carmena tomaba posesión de su cargo como nueva alcaldesa de la capital. La bancada de su partido -la heterogénea coalición de izquierda activista Ahora Madrid- se arrancaba con un estruendoso aplauso en el que destacaba la figura del designado para ser concejal de Cultura y Deportes que alzaba el puño, retador, hacia la bancada de invitados. La felicidad no iba a durar. Apenas unas horas después, en la tarde noche de ese mismo sábado, salían a la luz unos tuits de Zapata de comienzos de 2011 en los que bromeaba sobre el holocausto o los crímenes de Alcasser. Cuarenta y ocho horas después de su toma de posesión, y tras reunirse con Carmena, ésta ha aceptado su dimisión como responsable de Cultura de Madrid aunque mantendrá su acta de concejal.

Guillermo Zapata es un histórico del activismo madrileño desde su paso por la facultad de Periodismo de la Universidad Complutense de Madrid en los primeros años del nuevo milenio, donde participó en las asambleas contra la LOU o en el movimiento antiglobalización. En 2009 dirigió el cortometraje Lo que tú quieras oír y lo colgó en la Red con un tremendo éxito. Fue visto en Youtube por casi ochenta millones de personas. Miembro destacado del 15-M, Zapata fue uno de los principales promotores de Ganemos que, ya con el nombre de Ahora Madrid, y con Manuela Carmena como candidata a la alcaldía, fue el segundo partido más votado en las municipales del 24 de mayo. El apoyo del PSOE de Antonio Miguel Carmona dio el sábado la alcaldía a Carmena y a Zapata la concejalía de cultura. Y por la noche Twitter estalló.

El primer tuit "rescatado" de Zapata, del 31 de enero de 2011 se preguntaba: "¿Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero". Y el segundo, del mismo día, rezaba: "Han tenido que cerrar el cementerio de las niñas de Alcasser para que no vaya Irene Villa a por repuestos". La bola de nieve comenzaba a rodar y crecía a toda velocidad: decenas, cientos, miles de comentarios repudiaban sus tuits, el hashtag #Zapatadimisión se convertía en la mañana del domingo en trending topic mundial y hacían suya la petición de dimisión los líderes de todos los partidos con representación en el Ayuntamiento madrileño: Esperanza Aguirre, del PP, Antonio Carmona, del PSOE y Begoña Villacís, de Ciudadanos. Las redes no entienden de fronteras. Los principales periódicos de Israel y el New York Times se hacían eco de la llamada de un concejal español a "quemar a los judíos".

Uno de los polémicos tuits publicados por Zapata en 2011

Zapata inició el mismo domingo una tímida defensa en su cuenta de Twitter con petición de disculpas incluida. Pero la presión de la red social, donde los reproches, exigencias de dimisión e insultos se multiplicaban por segundo hasta el punto de que la presión pudo con el concejal que decidió dar de baja su cuenta y se pasó a su blog personal. En un post titulado 'Sobre polémicas y contextos', Zapata condenaba "tajantemente cualquier tipo de racismo y, por supuesto, también el antisemitismo", lamentaba herir la sensibilidad "de personas y comunidades" pero argumentaba que los tuits estaban entrecomillados y servían de ejemplo a una discusión sobre los límites del humor a propósito de una polémica en torno al cineasta Nacho Vigalondo. Lo que reiteró posteriormente Zapata en una entrevista televisada en elmundo.es.

No era cierto. O no del todo. Pronto empezaron a aparecer otros tuits posteriores a 2011, y sin entrecomillar, donde Guillermo Zapata exhibía su "humor negro" a cuenta de Marta del Castillo o del terrorismo de ETA. Y saltaban también a la web los comentarios pasados de Pablo Soto, compañero de Zapata en el equipo de Ahora Madrid y concejal de Participación Ciudadana, Transparencia y Gobierno Abierto, en los que llamaba a guillotinar a Gallardón y apelaba a la "lucha armada".

La noche del domingo, y en medio de una gran expectación, Manuela Carmena llegaba al plató de La Sexta para ser entrevistada por Ana Pastor en el Objetivo. A las preguntas de la periodista sobre si iba a cesar a Zapata y a Soto, Carmena, diferenciaba los dos casos, salvaba a Soto por "ser joven" y "haber cambiado", y afirmaba no descartar cesar a Zapata, tras hablar con él, al no compartir su "humor negro" que "tanto dolor puede causar". Pasado el mediodía del lunes, tras una reunión entre Carmena y Zapata, el concejal ha presentado finalmente su dimisión.