Image: Apple contra Amazon

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Letras

Apple contra Amazon

La firma de la manzana presenta iBooks 2, su servicio de autoedición con fines educativos que planta cara a Kindle

19 enero, 2012 01:00

Las hostilidades han comenzado. El más peligroso enemigo de Amazon en la batalla por el libro digital no podía ser otro que Apple. La firma de la manzana ha presentado hoy en el Guggenheim de la muy literaria Nueva York su servicio iBooks 2, de nombre tan ramplón como de amenazadoras consecuencias. Se trata sencillamente de una gama de aplicaciones para el trabajo con libros digitales, y, más concretamente, para su edición, que se enfrenta directamente al Kindle Direct Publisher de Amazon.

Apple ha anunciado que su sistema reinventará los libros de estudio al permitir crear volúmenes educativos interactivos que incluyan modelos 3D o un sistema de búsqueda y se lean, por supuesto en el iPad, la tableta de Apple. El responsable de la aplicación, Roger Rosner, no tiene ninguna duda sobre la obsolescencia inevitable del papel: "Claramente, ningún libro impreso puede competir con esto". Las editoriales Pearson, McGraw Hill y Houghton Mifflin Harcourt ya se han apuntado y aseguran que los libros costarán menos de 15 dólares.

La aplicación para descargar libros hará así pareja con una 'app' gratuita, iBooks Author, con la que crear "libros interactivos educacionales". Pero es evidente que si puede hacer eso, también servirá para autoeditar toda clase de libros imaginables. Es para ello para lo que nació el muy sencillo programa Kindle Direct Publisher, de Amazon, de cuya popularidad da fe el millón de ejemplares de Instinto vendido por la estadounidense Amanda Hocking sin mediar editor alguno. Basta con echar un vistazo a la lista de ebooks más vendidos de la tienda Kindle para comprobar la cantitad de títulos situados sorpendentemente en buenas posiciones de autores desconocidos que los autoeditan y los venden a menos de tres euros.

Si los editores no bajan el precio de los libros digitales y no se sienten concernidos por esta clara invitación a los autores a abandonar el circuito tradicional y prescindir de sus servicios, puede que acompañen al papel al acelerado museo en construcción de una era que se extingue.