Letras

Muere Jorge Semprún

El escritor, ex ministro de Cultura, fallece en París a los 87 años

7 junio, 2011 02:00

Jorge Semprún ha fallecido este martes en su domicilio de París a los 87 años de edad, según han informado fuentes del Ministerio de Cultura tras ser confirmada la noticia por la hija del escritor. Español de origen burgués y católico, exiliado desde la adolescencia, comunista desde la primera juventud, miembro de la Resistencia francesa, deportado en Buchenwald, dirigente clandestino en el Madrid de los años cincuenta, disidente del Partido Comunista en los sesenta y escritor francés de prestigio internacional, Jorge Semprún tiene una biografía apasionante que incluye en su trayectoria profesional el cargo de Ministro de Cultura entre 1988 y 1991.

De él se ha dicho que es el más francés de nuestros autores, pero si de algo presumía Jorge Semprún era de ser español. Tozudo, imprevisible y seductor, siempre se lo jugó todo a una carta, ya fuese en la clandestinidad antifranquista como Federico Sánchez, su alter ego, o en sus confesiones descarnadas sobre sus experiencias en Buchenwald, el campo de concentración nazi en el que fue recluido en enero de 1944.

"La Literatura me facilitó la ruptura política y la política, la ruptura literaria", confesaba hace apenas seis meses en una de sus últimas entrevistas concedida a El Cultural con motivo de la publicación de su biografía Lealtad y traición. Jorge Semprún y su siglo (Tusquets), un retrato que realizó de él Franziska Augstein.

Jorge Semprún (Madrid, 1923) cuenta con una prolija obra literaria de fuerte componente autobiográfico, en la que reflexiona sobre los hechos más importantes del siglo XX en España y en Europa. Hijo de José María Semprún Gurrea, embajador de la República en La Haya durante la guerra civil y nieto por parte de madre de Antonio Maura, varias veces presidente y ministro de Alfonso XIII, la Guerra civil obligó a su familia a refugiarse en Francia y dirigirse a La Haya, donde trabajaba su padre. Se instaló en París en 1939 y, comprometido ya con el comunismo, luchó en la Resistencia contra la ocupación alemana. Fue detenido en 1943 y deportado al campo de concentración alemán de Buchenwald. Este confinamiento de quince meses en el campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial le dejó una profunda huella, aunque no será hasta sus últimos libros, (La escritura y la vida y Viviré con su nombre, morirá con el mío), cuando hablará sobre estos hechos.

"Cuando volví del campo de concentración la literatura no me sirvió porque la escritura de lo vivido, aún en caliente, me hubiese conducido al suicidio, mientras que la lucha política me permitió entonces dar un sentido a mi vida", confesó él mismo a El Cultural. De modo que después de su liberación, en 1945, se convirtió en un miembro destacado del Partido Comunista español (PCE) en el exilio, "la clandestinidad fue entonces la mejor terapia", afirmó en vida. Bajo el sobrenombre de 'Federico Sánchez' fue un activo agente clandestino en la España franquista, aunque en 1964 fue expulsado del partido por discrepancias con la línea oficial. "La expulsión me produjo un sufrimiento moral insoportable para el que no había compensación posible. Mi problema es que, tras tantos años, tuve que reconstruir mi vida entera, a partir de otras ilusiones. Y ese desengaño, ese dejar de ser, ese no ser, provocó en mí un efecto mayor que la tortura física de la Gestapo", afirmaría el escritor que entre 1988 y 1991 fue nombrado Ministro de Cultura en el gobierno socialista de Felipe González.

Entre sus novelas destacan El largo viaje (1963), centrado en sus días como miembro de la Resistencia francesa, Aquel Domingo (1999), donde analiza la dialéctica marxista y el nacimiento y ocaso de las ideologías en el siglo pasado, o Autobiografía de Federico Sánchez, obra que se nutre de su experiencia como militante comunista en la clandestinidad y de su actividad durante los últimos años del franquismo y la transición española. Con esta obra Semprún consiguió en 1978 en Premio Planeta. Su última creación, Federico Sánchez se despide de ustedes, relata su experiencia como responsable del Ministerio de Cultura. Su prolífica producción literaria incluye, entre otras, obras como Netchaiev ha vuelto (1988), La escritura o la vida (1995), Adiós, luz de veranos (1998), Viviré con su nombre, morirá con el mío (2001), Veinte años y un día (2003), El hombre europeo (2005) o Pensar en Europa (2006).

Su obra literaria, de hondas raíces autobiográficas, ha merecido, entre otros, los premios Formentor (1964), Planeta (1977), Fémina (1969 y 1994), el Premio de la Paz de los libreros alemanes (1994), el Jerusalén (1997), el Premio Nonino (1999), la medalla Goethe (2003), el Fundación Lara (2003), el Annetje Fels-Kupferschmidt (2006) y el Terenci Moix (2010).