Letras

Arcadi Espada

"Espero que este gusto español por lo gratuito se convierta pronto en una españolada"

10 diciembre, 2010 01:00

Arcadi Espada. Foto: Inés Baucells

Arcadi Espada, defensor del autor. Ardua tarea.El periodista ha sido nombrado director del Instituto Ibercrea, organismo que agrupa a Sgae, Agedi, Cedro y Aei (entidades de derechos de propiedad intelectual), para dignificar (verbo tal vez altisonante, pero atinado) la figura del creador. Arcadi Espada, que fue un pionero en la red, que abre a diario las pestañas de los sitios más recónditos, lleva años trabajando, obsesivamente, para lograr que cuaje en la sociedad la certeza de que "aunque parezca mentira, las ideas siempre tienen dueño". Y que a ese dueño hay que reconocerle, y hay que pagarle. Además, o antes, quiere que Ibercrea ayude a otorgar al creador el respeto y el liderazgo social que hoy no tiene. "Es casi, dice, un problema moral . No habrá regeneración económica sin esta regeneración moral".

Sabe de lo que habla y sabe dónde se mete. A Arcadi Espada le gusta, además, la batalla intelectual. De la batalla verbal, mejor ni hablemos. Pero hay un dato que no admite discusión: en España la red ha sido jauja, y resulta una anomalía cada vez más irresistible en Europa.

Pregunta: ¿Cómo pretende "fomentar el aprecio general a la creación cultural" en un país acostumbrado al gratis total y a no valorar a sus creadores?
Respuesta: Lo difícil suele ser interesante. Espero que ese gusto español por lo gratuito -en todos los sentidos- se convierta pronto en un tópico. En una españolada. Llevo tiempo trabajando para ello y lo seguiré haciendo. No habrá regeneración económica verdadera sin esta regeneración moral.

P: Ibercrea se ha enfrentado ya con la Comisión Nacional de la Competencia, a la que acusó de oportunista e intrusiva. ¿Será el Gobierno su principal enemigo, la sociedad, la UE? ¿Con qué obstáculos cuenta antes de comenzar esta aventura?
R: Hasta donde yo sé, que tampoco es mucho, la Comisión emitió un informe sin dar audiencia a las entidades de gestión. Y creo que confundió las normas de competencia con el régimen específico de gestión colectiva, que está avalado por la ley de propiedad intelectual y por el informe de agencias públicas independientes. Ni el Instituto Ibercrea ni yo somos enemigos de nadie. Yo no tengo enemigos, porque yo sólo discuto sobre las ideas. Pelearse dura e irrespetuosamente con las ideas hasta el fondo, exprimirlas hasta el odio para que ni una gota (de odio) salpique a los hombres. ¡Que decía el gran Mario Bunge! Todos esos que cita, además, serán mis aliados. En cuanto al principal obstáculo, siempre serán los prejuicios.

P: ¿Cuál es el reto de los Derechos de Autor hoy?
R: La velocidad exponencial de circulación y copia de las ideas. Que, por cierto, siempre tienen dueño. Parece mentira, pero lo tienen. Como parece mentira que a pesar de la inmensa capacidad de réplica de la naturaleza todos vengamos de la feliz idea de una ameba primigenia. Por lo demás, hay que conjugar la eficacia y el consenso cívico, que no es exactamente el consenso del populismo.

El derecho es su salario
P: Por cierto, ¿los derechos de autor son el hecho definitivo para que a un artista se le considere un profesional?
R: Esos derechos protegen al autor de una obra por el hecho de ser su autor. Luego cada uno hará de su capa un sayo. La mayoría de los creadores quiere vivir de su trabajo y ser lo que se llama un profesional. El derecho de autor es su salario.

P: Todos los usuarios estamos convencidos de que la SGAE abusa de su posición (y varias sentencias lo confirman) pero, según Ibercrea "la cantidad que reciben determinados creadores en Alemania, Francia, Reino Unido e Italia es superior que en España".
R: ¿Todos? ¿Está segura? Mire, la Sgae tiene una honrosa historia de eficiencia y firmeza. No es extraño que se haya convertido en el muñeco de feria de los ociosos.

P: ¿En qué modelo de gestión se va a mirar Ibercrea?
R: Ibercrea es un Instituto. No gestiona derechos, los defiende. Los derechos, por cierto, de todos los implicados en la producción cultural. Por eso se podrá permitir la pedagogía lenta y amable. Respecto a los parasites business Ibercrea va a limitarse a ponerles el nombre. Que no es poco, creo.

P: ¿Y qué respuesta va a dar a los que afirman que en la era de Internet la propiedad intelectual es una rémora para el progreso y la expansión del conocimiento?
R: Permítame responderle con un párrafo (algo largo) que identifica a los que dicen eso. En esta ocasión me parece más interesante que tratar de responder a un argumento absurdo, porque las respuestas a ese tipo de argumentos en cierta forma los legitiman. Denis Olivennne, al que acaban de nombrar máximo responsable de Europa 1, escribió: "Ver avanzar al mismo paso a la UFC-Que Choisir y Le Monde Diplomatique, Christine Boutin y la Asociación de los Audionautas, el ala izquierda del Partido Socialista y AOL- Libération y el Wall Street Journal produce en sí mismo verdadera perplejidad". Le dejo que ponga en cada ejemplo francés el pertinente ejemplo español.

P: Bueno, pero ¿no demuestran algunas de las mayores iniciativas culturales de nuestro tiempo, como Wikipedia, el software libre o incluso Google que se puede difundir el conocimiento y ganar mucho dinero sin cobrarle al usuario?
R: No, no lo demuestran. Tengo abierta en el ordenador una pestaña de la Wiki como suele ser habitual. Destaca el friso de su fundador Jimmy Wales pidiendo dinero. Yo de vez en cuando se lo doy, porque la Wikipedia es algo muy valioso y quiero que sobreviva. En cuanto a Google, que a mi juicio es la octava maravilla, por supuesto que cobra. Y habrá que resolver tarde o temprano el hecho innegable de que cobre por contenidos que elaboran otros.

P: ¿Cuál debería ser la lección aprendida del desplome de la industria de la música y del cine arrasadas por la piratería?

La piratería desaparecerá
R: No veo ese desplome. Veo una adecuación difícil a un mundo nuevo. Pero la música y el cine sobrevivirán como sobrevivirá la industria editorial. Hay momentos en la historia del mundo en que los piratas son los señores de los mares. Como cualquier asaltante, segregan ideología. Una gran cantidad de ideología. Si le soy franco casi me parece más difícil de aguantar la palabrería que da cobertura al robo, que el robo mismo. La piratería desaparecerá. Ineluctablemente. En cuanto a la industria editorial sería conveniente que combatiera por un igual a los piratas y a los elegíacos.

P: ¿Por qué no forma parte de Ibercrea la asociación de productores de cine?
R: Por malentendidos. Mi intención es conseguir que se incorporen cuanto antes. Ellos y otros que faltan.

P: ¿En qué va a consistir, y con quién va a contar para elaborar el Código de buenas prácticas para las entidades de gestión?
R: El Instituto Ibercrea aspira a dirigirse a la sociedad y también, por lo tanto, a las entidades de gestión. A todas. Vamos a pedirles que colaboren en la elaboración de ese código y, sobre todo, que se comprometan a aplicarlo. Su fondo será simple: demostrar que la gestión de los derechos obedece a una razón jurídica que está amparada en una dimensión ética.

P: En 1614 apareció la II parte del Quijote, pero para sorpresa del mismo Cervantes vino de la pluma de un impostor: Fernández de Avellaneda. Cervantes se apresuró a terminar la auténtica continuación, que no se imprimió hasta un año después, en 1615. Casos así hubo bastantes y se debieron a la imprenta. ¿Qué podemos aprender de aquellas imposturas y aquellos impostores?
R: Mire, cuando encaramos alguna quijotería en este ambiente de la copia y los derechos siempre veo aparecer a Pierre Menard. Ya me da grima. O sea que le agradezco la sutil variación de Avellaneda. Un libro muy estimable, por cierto, que me divirtió mucho, que más me parece un homenaje que una burla y que contribuyó a que la segunda parte del Quijote fuera infinitamente superior a la primera. Hasta tal punto, y ya que hemos llegado hasta aquí me permitiré decírselo, que yo creo que fue Cervantes su auténtico y genialísimo autor.

P: Se habla de un plan pedagógico para la enseñanza secundaria. ¿En qué están pensando?
R: En algo utópico, descabellado. En decirle a un adolescente que sí, que hay futuro. Y que la ecología de los hombres y sus obras es tan importante como la de los animales y las plantas. Debo decirle que me avergüenza que los universitarios españoles sean los más tolerantes de Europa con la piratería.

P: ¿Se ha bajado usted canciones, películas, libros alguna vez? ¿Y sus hijos? ¿Nunca se ha encontrado con el emule abierto en el ordenador de su casa?
R: No, yo no he hecho nunca eso. Y por la misma razón que nunca tomé drogas. Pasar el porro de boca en boca me daba tanta repulsión como entrar en una de esas tómbolas, llenas de colores, de ruido, de olores y de virus. En cuanto a mis hijas, contraviniendo toda pedagogía razonable y al Defensor del Menor, tienen el ordenador en su habitación desde los cuatro años. O sea que no sé bien. Sólo puedo decirle que pago unas facturas morrocotudas a iTunes.

Godard y la intemperie
P: En su teoría sobre los derechos de autor, Godard argumenta que si en literatura se pueden citar textos ajenos de forma ilimitada, si ningún científico paga derechos por utilizar la fórmula elaborada por un colega, por qué en cine no existe el derecho a la "cita cinematográfica", ni siquiera a la "cita musical"?
R: Ah, Godard. ¡Ya leí sobre sus derechos y deberes en este mismo Cultural! Pregúntele a Craig Venter si ningún científico paga. Godard procede de una cultura que sobreprotege al autor. No me extrañan sus imprecisiones: nunca ha tenido ocasión de conocer a fondo la intemperie. Claro que hay derecho de cita: lo que no hay derecho es a difundir la obra de un autor sin su permiso.

P: ¿Considera inmoral el derecho del espectador a descargarse películas que las distribuidoras españolas no estrenan en salas o editan sólo en DVD?
R: ¡Internet amplía los límites de nuestra moralidad!

P: La cultura audiovisual ha acabado con los límites de las disciplinas artísticas. En este escenario, ¿cuál es el papel de las sociedades de gestión?
R: La cultura audiovisual no ha acabado con el autor. En realidad con el autor no ha acabado ni el colectivismo, ni el estructuralismo, ni la posmodernidad, ni Google. Siempre me acuerdo del pleito que le pusieron a mi amigo Albert Boadella cuando La Torna. Le decían algunos de sus ex compañeros: La Torna es nuestra. ¿Por qué, les preguntaba? Porque aportábamos nuestras ideas. De acuerdo, les contestaba. Pero el que decía qué ideas pasaban y cuáles no era yo. Toda mezcla tiene su cedazo. El autor.

Con Bach por la autopista
P: ¿Los medios deben pagar por la reproducción de imágenes de obras de arte cuando se habla de una exposición, por ejemplo?
R: No, no lo creo. Ni creo que lo crean los comisarios de la exposición. Ellos son muy favorables al derecho a la información.

P: En la gestión de los derechos de los artistas, de un lado está VEGAP y los artistas que defienden sus derechos económicos, y de otro las instituciones (museos y centros), las editoriales... que se encuentran con facturas elevadas por reproducción de imágenes. ¿No es contraproducente para el artista querer cobrar cuando su obra se reproduce en un libro, por ejemplo? ¿Acaso es mejor para ese artista no aparecer?
R: Es una pregunta que debería responder Vegap. Pero, permítame, el artista no pretende cobrar por un derecho: el artista pretende cobrar por su obra. Es razonable. El artista no quiere esa gloria póstuma que supone que su obra está en todas partes y él en la tumba.

P: Es más que probable que la tecnología termine imponiendo la cultura del alquiler (en forma de streaming o e-books "perecederos") frente a la de la propiedad y sus cánones. ¿Cuánto cambia esto la forma de proceder de la SGAE?
R: Me viene una cierta tentación melancólica y querría contestarle que la vida es un alquiler con ilusiones de propiedad. Además: no siempre hemos sido propietarios. Durante décadas hemos visto el cine, sin poseerlo. En fin, estoy de acuerdo con lo que dice. Pero alquile o venda el dueño habrá de cobrar por la casa. El streaming también necesita una licencia del titular de la obra que así se difunda.

P: ¿Cree realmente que las licencias copyleft no protegen los derechos de autor igual que el copyright? Si el futuro de la música está en el directo y los conciertos, ¿no es mejor que la difusión (como estrategia de promoción) sea gratuita?
R: No, permítame, no creo que el futuro de la música sea el directo y el concierto. El futuro de la música es proseguir por aquella senda virtual y maravillosa que permitió por vez primera escuchar a Bach lanzado a toda velocidad por una autopista. Esa impresión de que los chopos de los márgenes cantaban. Por lo demás, entre el copyleft y el copyright cada autor sabrá lo que hace.