Letras

José Hierro, el poeta que nunca fue maldito

23 diciembre, 2002 01:00

José Hierro

José Hierro fue siempre un ejemplo de alto poeta pero también, y quizás sobre todo, un ejemplo de humilde humanidad. Amigo de todos, recibió prácticamente todos los premios a que puede aspirar un poeta nacido en España. Nacido en Madrid en 1922, en la calle de Andrés Borrego, a los dos años se traslada a Santander, por cambio de destino del padre. Santander influirá en la formación de su sensiblidad, como reconocerá posteriormente. En 1934, con doce años, recibe su primer premio literario: uno de cuento infantil convocado por el Ateneo Popular de Santander. Sus lecturas de entonces van de Francisco Villaespesa a Gabriel Miró, de Gerardo Diego a Juan Ramón Jiménez. En 1936 conoce al poeta José Luis Hidalgo, a quien le unirá una gran amistad.

Primeros pasos
Su primer poema lo publica José Hierro en el fatídico año de 1936, en la revista CNT de Gijón. El poema se titulaba Una bala le ha matado. Pasa la guerra en Santander, donde su padre permanecerá encarcelado entre 1937 y 1941. él mismo será detenido en 1939, acusado de pertenecer a una red clandestina de ayuda y socorro a los presos. Es condenado a doce años y un de cárcel, aunque finalmente será puesto en libertad en 1944, el mismo año en que muere su padre.

En 1945 se instala en Valencia, ciudad que ya había visitado con frecuencia. Comienza a colaborar con algunas de las revistas literarias más importantes de la época, como Proel, Espadaña o Garcilaso. Pero no será hasta 1947 cuando publique su primer libro, Tierra sin nosotros. Ese mismo año, además, conseguirá el premio Adonais con Alegría, otorgado por un jurado en el que estaban Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso o Gerardo Diego.

Durante los años siguientes vivirá y trabajará en Santander, colaborando en la revista Proel y en su sala de exposiciones. Trabaja también como listero en una empresa de construcción de Torrelavega, tornero en un taller de fundición en Maliaño... En 1949 se casa con María de los ángeles. Al año siguiente edita Con las piedras, con el viento...

1952 es el año de su traslado definitivo a Madrid. Además publica Quinta del 42 y comienza a trabajar en el CSIC y en la Editora Nacional y en Radio Nacional de España, donde trabajará hasta 1987, año de su jubilación. Al año siguiente obtiene el Premio Nacional de Poesía por una Antología poética editada en Santander en edición de bibliófilo. A ese premio seguirá el de la Crítica, otorgado en 1957 a Cuanto sé de mí.

Libros y reconocimientos
En los primeros sesenta la dedicación fundamental de José Hierro es la crítica de arte. Pero la esencial sigue siendo la poesía, y en 1964 obtiene de nuevo el Premio de la Crítica por el Libro de las alucinaciones. A ese premio seguirán desde entonces otras distinciones y reconocimientos: en 1981 el Premio Príncipe de Asturias de las Letras. En 1991 publica Agenda, y en 1995 le conceden el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.

En 1998 publica Cuaderno de Nueva York, con el que consigue un rotundo e inédito éxito de ventas y vuelve a conseguir el Premio de la Crítica. En 1999 es elegido miembro de la Real Academia Española, aunque él mismo había manifestado en muchas ocasiones no sentirse "digno" de tal distinción. José Hierro murió el 21 de diciembre de 2002 en Madrid, aquejado de una insuficiencia respiratoria. Pero con él no murieron sus poemas ni su bonhomía.