Enterramiento del individuo de Liang Tebo, imagen de su pierna izquierda amputada y reconstrucción de su imagen. Foto: Jose Garcia (Garciartist), Griffith University.

Enterramiento del individuo de Liang Tebo, imagen de su pierna izquierda amputada y reconstrucción de su imagen. Foto: Jose Garcia (Garciartist), Griffith University.

Arqueología

Identifican la operación más antigua de la historia: el pie amputado de un niño hace 31.000 años en Borneo

El estudio científico de un esqueleto hallado en Indonesia muestra que la parte inferior de la pierna izquierda fue quirúrgicamente cortada y que el individuó logró recuperarse, viviendo entre 6 y 9 años más.

7 septiembre, 2022 17:03

Quizá correteaba el niño por la cueva o sus alrededores y se hizo un tajo a la altura del tobillo, la herida se infectó, empezó a ponerse negra, y los miembros de la comunidad de cazadores-recolectores concluyeron que solo había un remedio posible para rebajar las fiebres y derrotar a los gérmenes: cortar la pierna por la mitad de la tibia. Fue una exitosa intervención que prolongó la vida del joven individuo casi una década, hasta los veinte años. Este extraordinario episodio médico ocurrió hace unos 31.000 años en la zona oriental de la isla de Borneo (Indonesia) y se trata de la primera amputación quirúrgica de la historia documentada científicamente.

Cuando los arqueólogos que excavaban la sala central de la cueva de piedra caliza de Liang Tebo, que también esconde en su interior pinturas rupestres —la muestra de arte figurativo más antigua del mundo, de hace unos 40.000 años, se ha documentado precisamente en esta zona del planeta—, descubrieron un esqueleto humano en bastante buen estado de conservación, con todos sus dientes intactos, se toparon con una sorpresa: le faltaba el pie izquierdo.

El enterramiento primario consistía en un joven adulto de sexo indeterminado —la altura encaja con la media de los varones de este momento de la prehistoria— que fue inhumado con las piernas flexionadas y pequeños restos de cultura material. Las dataciones con radiocarbono y resonancia paramagnética electrónica arrojaron una antigüedad de entre 31.000 y 30.000 años, lo que convierte a TB1, como así lo han bautizado los investigadores, en la sepultura intencionada más antigua conocida en una isla del sudeste asiático. ¿Pero por qué le faltaba la parte inferior de la pierna izquierda?

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A ese interrogante responde en un artículo publicado este miércoles en Nature un equipo de investigadores de universidades de Australia e Indonesia liderado por Tim Maloney. Al analizar los huesos en el laboratorio, los científicos identificaron evidencias de regeneración inusual en la tibia y el peroné, cortados de forma limpia. Esto no encajaría con un ataque de un animal, como un mordisco de un cocodrilo, que suelen causar fracturas y que además conllevan un alto riesgo de infección; ni tampoco con una mutilación como castigo, ya que el individuo recibió una cuidadosa inhumación después de la "cirugía deliberada" y también seguramente un delicado cuidado para sanar el cercenamiento y rehabilitar la movilidad.

El pequeño tamaño de los huesos de la extremidad izquierda en comparación con los de la derecha sugiere que la lesión se produjo durante la niñez y que no fue fatal: el sujeto se recuperó y vivió entre seis y nueve años más, muriendo a los 19-20 por otra razón desconocida.

Conocimientos médicos

Hasta ahora, los expertos en la evolución humana consideran que la aparición de las sociedades agrarias durante la revolución del Neolítico, hace unos 10.000 años, fue lo que estimuló las primeras grandes innovaciones en las prácticas médicas prehistóricas. De hecho, la que estaba considerada como la primera operación quirúrgica se documentó en el yacimiento francés de Buthiers-Boulancourt: una amputación del brazo izquierdo de un hombre anciano datada alrededor de 7.000 años atrás.

Pero el testimonio hallado en Indonesia sugiere que los procedimientos quirúrgicos avanzados ya se realizaban en la Asia tropical miles de años antes de lo imaginado. "Entendemos que el/los cirujano/s del Pleistoceno Superior que amputaron la pierna inferior izquierda de este individuo debieron tener un detallado conocimiento de la anatomía de las extremidades, el sistema muscular y el aparato circulatorio para evitar una pérdida fatal de sangre y una infección", señalan los autores del estudio. "También tuvieron que comprender la necesidad de extirpar la extremidad para la supervivencia del sujeto".

Lo más difícil de demostrar es si esta "operación" fue un suceso anómalo e inusual en la historia de la región o, por el contrario, si esta sociedad había alcanzado un alto grado de competencias en el campo de la medicina. "Deducimos que el conocimiento exhaustivo de la anatomía humana, la fisiología y los procedimientos quirúrgicos evidentes en la comunidad de TB1 probablemente fueron desarrollados a través del prueba-error durante un largo periodo de tiempo y transmitidos de generación en generación mediante tradiciones orales de aprendizaje", señalan los investigadores.

Y concluyen: "El descubrimiento de esta prueba excepcionalmente antigua de una amputación deliberada demuestra el nivel avanzado de pericia médica desarrollado por los primeros humanos modernos recolectores en un entorno de selva tropical del Pleistoceno Superior en los márgenes orientales de Sondalandia".