Detalle del documento de Galileo revelado como una falsificación. A la derecha, Galileo retratado por Justus Sustermans en 1616

Detalle del documento de Galileo revelado como una falsificación. A la derecha, Galileo retratado por Justus Sustermans en 1616

Historia

Descubren que un importante manuscrito de Galileo es en realidad una falsificación del siglo XX

El documento, una de las piezas más preciadas de la Biblioteca de la Universidad de Michigan, describe su telescopio y la órbita de las lunas de Júpiter

18 agosto, 2022 11:17

Galileo Galilei fue, sin duda, un adelantado a su tiempo. Pero no tanto como para poder escribir en un papel fabricado 150 años después de su muerte. Este detalle es uno de los factores que ha permitido descubrir que un manuscrito atribuido hasta ahora al eminente astrónomo, uno de los grandes protagonistas de la revolución científica del siglo XVII, es una falsificación, según informa el New York Times.

El documento pertenece a la Biblioteca de la Universidad de Michigan, que lo consideraba una de sus más preciadas posesiones. Y la persona que ha descubierto el engaño es el historiador Nick Wilding, de la Universidad Estatal de Georgia, con una sólida reputación como detector de falsificaciones.

El manuscrito describe en la parte superior el famoso telescopio desarrollado por Galileo. La parte inferior contiene anotaciones sobre la órbita de las lunas de Júpiter. Este descubrimiento de Galileo en 1610, condenado por la Iglesia Católica, ayudó a probar que la Tierra no era el centro del universo, ya que era la primera vez que se detectaban cuerpos celestes orbitando alrededor de un objeto que no era nuestro planeta.

El caso es que las dos anotaciones, la superior y la inferior, se supone que fueron hechas con meses de diferencia. Sin embargo, Wilding, examinando una copia digitalizada del documento, reparó en que la tinta de ambos fragmentos era demasiado similar, incluso idéntica. Además, se utilizan algunas palabras que extrañaron al investigador. Todo ello le hizo sospechar, así que envió un correo electrónico a la Biblioteca de la Universidad de Michigan solicitando más información sobre la procedencia del documento.

Reproducción íntegra del documento de Galileo revelado como falso. Foto: Universidad de Michigan

Reproducción íntegra del documento de Galileo revelado como falso. Foto: Universidad de Michigan

Pablo Álvarez, responsable del Centro de Investigación de Colecciones Especiales de la biblioteca, se temió lo peor en cuanto vio el nombre de Wilding en el correo electrónico. Extrajo el documento del almacén y fotografió su marca de agua, un círculo con un trébol de tres hojas y el monograma “AS/BMO”. Tras varias pesquisas, Wilding descubrió que el papel procedía de la ciudad italiana de Bérgamo y que los documentos más antiguos con el mismo monograma databan de 1770. Por tanto, era sumamente improbable que existiera el mismo papel un siglo y medio antes.

La Universidad de Michigan aceptó las conclusiones de Wilding y el miércoles reconoció públicamente que su preciado manuscrito “es de hecho una falsificación del siglo XX”. Todo apunta a que fue creada por Tobia Nicotra, un conocido falsificador. 

La revelación de las falsificaciones no cambia fundamentalmente el descubrimiento de Galileo, que está ampliamente documentado. No obstante, el documento mostraba algunos detalles que no encajaban del todo con el resto de sus investigaciones, lo que tenía a los expertos intrigados desde hace tiempo.

La pieza, de la que no hay registro en los archivos italianos, apareció por primera vez en una subasta en 1934, cuando fue comprada por un empresario de Detroit, y fue legado a la universidad en 1938 después de su muerte. El catálogo de aquella subasta decía que el documento había sido verificado por el cardenal Pietro Maffi, que lo comparó con dos documentos autógrafos de Galileo de su colección. Pero estos le habían sido entregados por Nicotra, y aquello despertó “el sentido arácnido” de Wilding, explicó el investigador.

“Fue bastante desgarrador cuando supimos por primera vez que nuestro Galileo no era realmente un Galileo”, ha dicho en una entrevista Donna L. Hayward, decana interina de las bibliotecas de la Universidad de Michigan. Pero su deber era anunciar públicamente la falsificación. “Barrer todo debajo de la alfombra iría en contra de lo que representamos”, declaró.

Wilding, que prepara una biografía de Galileo, ha desenmascarado otras falsificaciones del astrónomo y filósofo italiano. Una de ellas es una copia del tratado Sidereus Nuncius de 1610. Cabe recordar que un ejemplar de la primera edición impresa de esta importante obra fue robada en 2021 de la Biblioteca Nacional de España.