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Teatro

Muere Alfonso Sastre, el dramaturgo "insumiso" de la Generación del 50

El autor de obras como 'Escuadra hacia la muerte' y 'La taberna fantástica' ha fallecido en Guipúzcoa a los 95 años

17 septiembre, 2021 12:24

El dramaturgo Alfonso Sastre, uno de los autores más relevantes del teatro español del siglo XX, ha muerto en su casa de Fuenterrabía, Guipúzcoa, a los 95 años de edad, según ha informado el partido político Abotsanitz, con el que colaboró en los últimos años.

Nacido en Madrid en 1926, Sastre fue miembro de la llamada Generación del 50. Su carrera fue reconocida en 1986 con el Premio Nacional de Teatro. A mediados de los años 40, Sastre fue uno de los fundadores del grupo Arte Nuevo, contrapuesto al teatro burgués de la época. En 1953 escribió Escuadra a hacia la muerte, obra censurada por el franquismo que compendia todas las angustias e incertezas existenciales de la sociedad española de la posguerra.

Otra de sus obras más conocidas es La taberna fantástica, escrita en 1966 y que no se estrenó hasta 1985 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, con un éxito al que contribuyó el carisma de un joven cómico: Rafael Álvarez “El Brujo”. Una retrato magistral de las penurias del extrarradio de Madrid, poblado por las andanadas de migrantes que abandonaban el terruño para buscar una nueva vida en la capital. Es también un documento valiosísimo porque recoge el habla de ese entorno suburbial.

Contra Buero

Durante el franquismo, alcanzó cierta notoriedad la polémica que sostuvo con Antonio Buero Vallejo sobre la manera en que el teatro debía batallar para incidir en la realidad y, llegado el caso, mejorarla. Un debate que tenía su miga por el contexto en que se desarrollaba: bajo un régimen que restringía las libertades públicas y algunos derechos fundamentales. Buero era partidario del posibilismo, es decir, por negociar con la realidad y aprovechar con inteligencia las grietas de las dictaduras para ir socavándola desde dentro. Sastre consideraba que eso era una actitud entreguista y, por contraposición, apostaba por el teatro de la imposible: una postura radical que le hizo evaporarse de la cartelera ante el férreo control de la censura y las pocas ganas que tenían los empresarios teatrales de meterse en problemas.

Su guerra frontal al régimen de Franco le fue acercando a postulados a abertzales, reforzados por su relación con Eva Forest, que fue encarcelada por una presunta implicación tanto en el atentado contra Carrero Blanco como en la carnicería de la cafetería Rolando, en la calle del Correo de Madrid, el año 1974. Sastre también acabó en prisión -entre octubre del 74 y junio del 75- por este ataque que abrió irreconciliables divergencias en la propia ETA.

En las últimas décadas, su teatro recibió especial atención por parte de las nuevas generaciones de directores del teatro oficial. Por ejemplo, el CDN montó La taberna fantástica en 2008; y en 2016, Escuadra hacia la muerte, con versión de Paco Azorín, en el teatro María Guerrero, el mismo donde fue censurada en los años 50. “Sastre nos coloca frente a los grandes temas filosóficos de la historia de la humanidad: el sentido de la existencia, el determinismo de nuestra conducta, el peso de la culpa, la jerarquía y el poder, la existencia de Dios...”, explicaba Azorín a El Cultural antes del estreno. Todo ese magma ontológico subyace en la peripecia de un grupo de soldados que debe purgar sus infracciones en primera línea del frente.

"El teatro español es una institución muy reaccionaria", afirmó Sastre en una entrevista en El Cultural en 2006. "Lo fue desde que dio sus primeros pasos, y, ya a principios del siglo XVII, Cervantes tuvo que publicar -porque nadie los había estrenado- 16 dramas, entre los que hay obras maestras como Pedro de Urdemalas y El rufián dichoso. Desde ese momento hasta el siglo XX, en el que fue una lamentable realidad el “exilio” ¿voluntario? de Valle Inclán, que escribió sus esperpentos en la más extremada lejanía de los escenarios, hay toda una historia de reaccionarismo “teatrero” en España, contra el que los mejores talentos se han enfrentado siempre. Tengo el honor de pertenecer, modestamente, a esta estirpe insumisa".

Las reacciones del mundo del teatro a la muerte de Alfonso Sastre no se han hecho esperar. En su cuenta de Twitter, la SGAE ha dicho “adiós a un revolucionario del teatro”. Por su parte, el dramaturgo Alberto Conejero ha afirmado que hoy “es un día tristísimo para nuestro teatro”. 

La SGAE ha recalcado también “su inquebrantable compromiso político”. Sastre se caracterizó por la denuncia del régimen franquista hasta el fin de la dictadura, que censuró muchas de sus obras. Desde comienzos de los años 1970 participó de manera significativa en apoyo de la izquierda nacionalista vasca.