Image: Las doce grabaciones sustanciales de Bach

Image: Las doce grabaciones sustanciales de Bach

Música

Las doce grabaciones sustanciales de Bach

250 años de la muerte de Bach

26 julio, 2000 02:00

Trazar en pocas líneas un cuadro que recoja las doce -po poner un número- mejores, o más famosas, o representativas, obras, o grupos de ellas, de Juan Sebastián Bach y unirlas a su más destacada imagen discográfica es una labor, como ustedes supondrán, realmente difícil. Nos lanzaremos, pese a todo, a esta experiencia altamente peligrosa y subjetiva con el fin de ayudar a nuestros lectores en el momento de decidirse a emprender o ampliar su discoteca bachiana.

Conciertos de Brandemburgo BWV 1046-51 (1721)
Musica Antiqua Küln. Reinhard Goebel. Archiv 431 701-2. 2 CD DDD. 1986-7
Seis partituras en las que Bach siguió hasta cierto punto el esquema italiano solista-ripieno. Están destinados a diferentes grupos de instrumentos y cuerdas y dedicadas a Christian Ludwig, Margrave de Brandemburgo. La interpretación de Goebel, al frente de un conjunto de instrumentos originales, en aquella época de primer orden, combinaba exactitud de ejecución, tempi extremos y acentuación virulenta. Una auténtica revolución en su momento.

Suites de orquesta BWV 1066-69 (1724-39)
Concentus Musicus Wien. Nikolaus Harnoncourt. Teldec 4509-92174. 2 CD ADD. 1966
A diferencia de los Brandemburgueses, estas Suites u Oberturas, seguidoras del modelo francés, no se compusieron como una colección homogénea. Toda la amplitud de la orquesta barroca está presente en estas solemnes partituras. Nadie como Harnoncourt, con sus formidables instrumentistas de época, para resaltar un irreprimible impulso rítmico y un fraseo muy variado. Versión un punto violenta, más directa que la posterior y algo manierista de 1984 del mismo director.

Misa en si menor BWV 232 (1733)
Niños Cantores de Viena, Chorus Vienensis. Concentus Musicus Wien. Nikolaus Harnoncourt. Teldec 450995517-2. 2 CD ADD. 1968
Versión bachiana de la misa latina tratada como si fuera una pasión, considerada por algunos como la obra cumbre del arte del compositor. Aunque se da la fecha de 1733, lo cierto es que Bach trabajó en la obra casi hasta su muerte. Lo complejo de su construcción, lo ambicioso de su plantea- miento dilataron su estreno a 1859. De nuevo es Harnoncourt quien se lleva la palma. Su primera recreación fue revolucionaria, audaz, restallante. Era una ruptura total con la estética decimonónica y abrió productivos caminos que otros han surcado con éxito.

Pasión según San Mateo BWV 244 (1727)
Pears, Fischer-Dieskau, Schwarzkopf, Ludwig, Gedda, Berry. Coro de Niños de Hampstead. Coro y Orquesta Philharmonia. Otto Klemperer. EMI CMS 7630582. 3 CD ADD. 1961
Los últimos días de Cristo le sirven a Bach para edificar un drama de una fuerza humana -y divina- desusada, en la línea de un oratorio vertebrado por majestuosos corales luteranos. La plástica y ciertas fórmulas músico-vocales establecen una suerte de unión con algunos modismos de la ópera italiana. En estos tiempos quizá sea un atrevimiento colocar, al menos al mismo nivel que otros acercamientos más auténticos, el monumental trabajo dirigido por Klemperer, lleno de sensibilidad, humanidad y seriedad musical. Y con un reparto no especializado pero espléndido (pese al dudoso Evangelista de Pears).

Oratorio de Navidad BWV 248 (1734-35)
Ziesak, Groop, Prégardien, Mertens. Ensemble Vocal de Frankfurt. Concerto Küln. Ralf Otto. Capriccio 60025-2. 2 CD DDD. 1991
Con este título se conoce un pequeño ciclo de seis cantatas compuestas para ser interpretadas en Santo Tomás y San Nicolás de Leipzig. Son obras escritas en diferentes momentos unidas por su fin festivo. Un ejemplo de la técnica parodística del autor. Un conjunto realmente hermoso y lleno de contrastes. La interpretación del poco conocido Otto, con unos grupos de gran categoría y solistas solventes, es sorprendente por su variedad de colores, por su entusiasmo y por su atractiva rusticidad.

Magnificat BWV 243 (1728-31)
Argenta, Kwella, Brett, Rolfe Johnson, Thomas. Coro Monteverdi. English Baroque Soloists. John Eliot Gardiner (+Cantata 51). Philips 411-458-2 DDD. 1983
La segunda y definitiva versión de esta obra festiva de Navidad (la primera lleva el BWV 243a) fue preparada entre 1728 y 1731. Partitura vigorosa, alegre, imitativa, contrastada, de escritura cíclica, que necesita de una reproducción nítida y bien acentuada rítmicamente; como la de Gardiner, no perfecta, pero llena de energía. Buenos solistas y excelentes conjuntos.

Suites para violonchelo solo BWV 1007-12 (1720-21)
Pablo Casals, violonchelo. EMI 761027-2. 2 CD ADD. 1936-39
La primera edición de estas obras inspiradas en las suites de danzas a la francesa no apareció hasta 1825. Constituyen un resumen de todas las técnicas instrumentales de la época. "Apología del momento lineal del contrapunto, exaltación de una concepción particular de la polifonía", según Basso. Es difícil decidirse por una sola versión -Anner Bylsma, Pierre Fournier, Maurice Gendron, Mstislav Rostropovich...-. La histórica de Pablo Casals, cálida, llena de humanidad, bien ornamentada, apasionada, es justamente un clásico.

Sonatas y Partitas para violín solo BWV 1001-06 (1720)
Nathan Milstein, violín. DG 423294-2. 2 CD ADD. 1973
Las tres Sonatas aparecen construidas según el plan de la sonata de iglesia (cuatro movimientos); las tres Partitas en el cuadro de la suite de danzas. Obras de espinosas dificultades, que pueden ser mejor solventadas por un violín moderno. Como el de Nathan Milstein, que puede preferise en este caso al instrumento auténtico de Sigiswald Kuijken.

El clave bien temperado BWV 846-93, Libros 1 y 2
Gustav Leonhardt, clave. DHM 77011-2. 4 CD ADD. 1967, 72-73
Cuarenta y ocho preludios y fugas alternándose de dos en dos en cada tonalidad. Un monumento que dejó establecido el temperamento para los tiempos futuros y que posee, pese a su talante especulativo, una gran variedad de dibujos y colores. Elegimos en este caso, por encima de interpretaciones pianísticas excepcionales (Edwin Fischer, Glenn Gould, Friedrich Gulda), la rigurosa recreación de Gustav Leonhardt, fruto de largos años de investigación.

Variaciones Goldberg BWV 988 (1742)
Glenn Gould, piano. Sony SMK 52594 ADD. 1955 (+Fugas BWV 878, 883)
Fueron tocadas por el alumno de Bach Johann Gottlieb Goldberg para combatir el insomnio del dedicatario, el Conde von Keyserling. Una obra que muestra la poderosa imaginación y fantasía del compositor, perfectamente resaltadas en la insólita (en su tiempo) interpretación de Gould, de un radicalismo sorprendente; que la hace ser elegida por encima de otras y de la segunda del propio pianista (1981).

Partitas BWV 825-30 (1726-30)
Scott Ross, clave. Erato ECD 75525. 2 CD DDD. 1988.
Bach realiza en estas seis obras para tecla, llamadas así como homenaje a su predecesor en Santo Tomás, Kuhnau, rotundas innovaciones respecto a la estructura tradicional de la suite de danzas. Claridad polifónica, virtuosismo digital, fantasía conceptual y realización milagrosa son las que necesitan estas piezas y son las que le otorgó en su día Ross, que rivaliza con el maravilloso piano de Gould.

El arte de la fuga BWV 1080 (1742-50)
Marie-Claire Alain, órgano. Erato 450991946-2. 2 CD DDD. 1992
Estamos ante la obra más enigmática de Bach, que murió antes de concluirla; una auténtica apoteosis del contrapunto constituida por la sucesión de 22 fugas, todas en re menor, desarrolladas a partir de un tema fundamental. Obra teórica, especulativa, que el compositor no pareció destinar a un vehículo sonoro concreto. Un conjunto de cámara -Goebel, Savall-, un clavecín -Leonhardt- son buenas opciones. Aquí hemos elegido la organística; para que en nuestra selección esté presente este instrumento, en el que Bach fue experto y porque la interpretación de Alain es soberbia y de sonoridad plena.