Image: Gabino Diego: El progreso nos ha encerrado en la burbuja

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Gabino Diego: "El progreso nos ha encerrado en la burbuja"

El actor recupera y actualiza por última vez Una noche con Gabino, sus memorias teatralizadas y un clásico de su repertorio, en el que ahora critica a la soledad de internet e invoca a Merkel, Machado, Elvis...

15 julio, 2013 02:00

Gabino Diego en una imagen promocional de Una noche con Gabino (Diez años después), que estrena en el Teatro Amaya.


Este lunes Gabino Diego (Madrid, 1966) presenta su nueva obra de teatro, Una noche con Gabino (diez años después) en el Amaya, una nueva versión de sus memorias teatrales, un clásico de su repertorio con la que estuvo en cartel en varias ocasiones entre 2004 y 2011. El actor confiesa que sigue tan activo e incombustible como un chaval pese a haber pasado esa delicada barrera de los 45 años, según él "la etapa crítica de los hombres". El actor anunció la clausura del espectáculo hace dos temporadas y ahora regresa para poner el punto final definitivo a una obra tan longeva.

Ha sido toda una década haciendo reír a la gente con un trabajo que "tiene la misma base y esencia pero se adapta a las circunstancias y al momento", cuenta el actor. "Esta vez hay más dialogo con el público, más interacción" y la razón de su éxito, asegura, es que "no todo es real, la ficción se vuelve real y la realidad ficción". Además, "se juega con cosas que sucedieron y con lo que pudo haber sucedido, no todo son memorias, hay también teatro y música". El cómico no tiene reparos a la hora de criticar a quien cree se lo merece. Además, amplía, el secreto para que su obra siga teniendo la acogida de público es que es "divertida y poética".

Obama, Elvis Presley o su propia abuela son algunos de los personajes que interpreta. La novedad del montaje llega con situaciones como aquella en la que Gabino se enamora y otras como en las que aparecen Angela Merkel y el presidente de Uruguay. Todo, para exponer durante la representación el tema del progreso. Al respecto, compara: "Me acuerdo de cuando compraba los casetes, y ahora, en cambio, mi hija tiene un iPod con 7.000 canciones", asegura.

Y va más allá. El ganador de un Goya por ¡Ay, Carmela! y de un Fotogramas por la anterior versión de este montaje que ahora recupera considera el teatro el punto de encuentro de la sociedad de hoy en día: "La tecnología, internet... dan inmediatez, el progreso es una maravilla. Pero poder tener el cine en casa, por ejemplo, hace que nos creemos nuestra propia burbuja, que nos volvamos impersonales". Por ello, Diego opina que el teatro no puede morir: "No puedes ver la obra en casa. Te sientas en tu butaca rodeado de desconocidos y durante la representación pasas un buen rato en su compañía. Es genial", alega. No niega que el género se está viendo afectado por los cambios en los hábitos de ocio y otros males: "El 21% de IVA nos está haciendo polvo", protesta. Pero, aun así, considera que el teatro debe seguir adelante. Aunque "no somos nosotros quienes deberíamos quejarnos", concluye el actor, aludiendo a la polémica de la última gala de los Goya, que ya criticó en su momento.

De vuelta a la sociedad impersonal en la que vivimos, rememora el actor una canción de Antonio Flores que decía "verás un robot llorar lágrimas de metal", una idea tan en alza que nos transmite que hoy en día las relaciones a través de las redes sociales subyugan las personales: "Nos convertimos en pantallas".

Una noche con Gabino (diez años después) es la clausura definitiva de este clásico de su repertorio, al que sustituirá un nuevo proyecto, Las lechugas no mienten. En esta última adaptación de su obra, medio autobiográfica medio ficticia, Diego ha querido ir más allá que otras veces y homenajear a aquellos actores y autores que le vieron crecer como actor, que le dieron una oportunidad, como Toni Leblanc y Fernando Fernán Gómez.

Pero no solo eso, sino que de interpretar a Carmen de Mairena pasa a recitar algunos versos de Antonio Machado. Un contraste que explica alegando que cada personaje tiene su momento: "Carmen de Mairena es una persona que está en la actualidad cultural y a medida que yo iba creciendo fui conociendo los versos de Machado. Cada uno tiene su momento y el espectador te sigue", justifica. "El éxito está en poder enseñárselo al público", concluye.

Gina Piccirilli, la única persona que le apoyó cuando presentó su proyecto hace diez años, agradece, vuelve a dirigir la obra. "Todos me decían que era muy joven para escribir mis memorias, que sonaba a retirada y ella fue quien vio que la obra podía funcionar. Además que no solo son mis memorias, hay ficción teatro, música y siempre he pensado que un niño de diez años puede haber tenido una vida tan dura que puede escribir sus memorias y tener más que contar que una persona de 80 que no ha vivido nada".

En cuanto al cine, no descarta volver a aparecer en la gran pantalla: "He recibido ofertas pero los guiones no me convencían, así que prefiero que la gente me recuerde por las buenas películas en las que he participado". La obra, que se estrena este lunes, día 15, permanecerá en cartel desde el 18 de julio hasta el próximo 15 de septiembre.