Berto Romero (d) junto a Andreu Buenafuente (i) en un momento del rodaje de la serie 'El otro lado'

Berto Romero (d) junto a Andreu Buenafuente (i) en un momento del rodaje de la serie 'El otro lado'

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Berto Romero estrena 'El otro lado': “Nos hemos quedado atrapados en el fenómeno de ‘Ocho apellidos vascos’”

El humorista, actor y director vuelve a Movistar Plus+ con una nueva serie. Una comedia de horror en la que cuenta con su compañero y amigo Andreu Buenafuente.

23 noviembre, 2023 02:51

A un periodista especializado en fenómenos paranormales caído en desgracia le cae del cielo (o del infierno) el caso poltergeist más importante de los últimos años. Pero no estará solo para hacer frente a tamaño reto profesional: además de su fiel productora, le acompañará el fantasma de su mentor, el doctor Estrada (Andreu Buenafuente). Enfrente tendrá a su excompañero, archienemigo y ahora estrella mediática Gorka Romero (Nacho Vigalondo).

A partir de esa premisa, Berto Romero y su equipo creativo habitual –los guionistas Enric Pardo y Rafel Barceló y el director Javier Ruiz Caldera, al que ahora se suma Alberto de Toro– se internan por los apenas explorados (al menos por estos lares) senderos de la horror comedy tras el éxito de Mira lo que has hecho (2018-2020), una manera distinta de afrontar la comedia familiar.

Pregunta. Con El otro lado cambian radicalmente de registro para firmar una comedia de horror, un género muy poco tratado ya sea en series o en cine dentro del contexto español. ¿Por qué deciden adentrarse por ese camino?

Respuesta. Para mí tiene cierta lógica, porque parto de la base de que en Mira lo que has hecho la combinación de géneros, esa mezcla de comedia y drama, fue una iluminación. Sé que es algo que no me he inventado yo, pero en la forma en la que lo hicimos logramos alcanzar unas cotas de profundidad y de sinceridad que me fliparon mucho. Y el siguiente paso fue decirnos: “¿Y si eso que hemos hecho con el drama, intentamos hacerlo con el terror?”. Un género que ofrece mucho más contraste, con el que esa mezcla con la comedia costará un poco más porque son casi como el agua y el aceite.

['El otro lado': Berto Romero, Iker Jiménez y el fantasma del buen periodismo]

»Cuando ese pensamiento se alojó en mi cabeza desarrollé una especie de obsesión, porque identifiqué que los híbridos de comedia y terror nunca lo eran al cincuenta por ciento; siempre son comedias con elementos terroríficos porque suceden en un contexto adscrito al género o son películas de terror con algún fogonazo de comedia… Y se me metió en la cabeza que no había visto una película o una serie con ese equilibrio y como no lo había visto me hacía ilusión probarlo, asumiendo todos los riesgos que eso conllevaba. Y los de Movistar Plus+ en lugar de decirme “oye Berto, dale una vuelta a esto”, me dijeron que “qué guay, qué buena idea”. Y cuando nos quisimos dar cuenta, ya estábamos metidos de lleno en el proyecto.

"En 'Mira lo que has hecho' logramos alcanzar unas cotas de profundidad y de sinceridad que me fliparon mucho"

P. Quizá la principal diferencia con cualquier antecedente sea no solo que se toman el terror muy en serio, sino que además no intentan desacreditar las cuestiones referidas a lo paranormal...

R. Eso era lo que buscábamos, ahí estaba la gracia, en no caer en los tics de los comediantes que hacen parodia del cine de terror. No queríamos llegar ahí y la única manera de no hacerlo era tomarnos en serio toda la parte del terror, ya desde un punto de vista técnico, por eso la serie ha pedido más presupuesto que una comedia de treinta minutos. Si no percibías que ibas en serio en cuestiones como los efectos especiales –que no es que hayan sido especialmente caros, pero tenían que ser competentes porque si no, no te creías lo que veías– la cosa no funcionaba.

»Ha sido un ejercicio de equilibrio continuo, a todos los niveles. Por ejemplo, desde el guion ya intentábamos que, en cada escena, o como mínimo en tres o cuatro escenas por episodio, chocasen los dos géneros. Bien fuese porque había personajes cómicos atrapados en situaciones siniestras, bien porque situaciones desagradables desembocaban en un gag, bien porque la propia combinación de actores y actrices causaba ese efecto. También intentamos desactivar en todo momento las prevenciones que el espectador pudiera tener, anular esos lugares prestablecidos con respecto al género que el público tiene asumidos.

»Un ejemplo puede ser el motor dramático que conforman Estrada (Andreu Buenafuente) y Nacho (Berto Romero). Cuando ves el primer episodio intuyes una relación un tanto siniestra entre ambos, luego te metes directamente en el contexto de una buddy movie, pero después solo utilizamos a Estrada para que aparezca en momentos puntuales… Este ejercicio de desactivación fue constante, porque éramos conscientes de que estábamos asumiendo muchos riesgos y queríamos que se equilibrase todo lo máximo posible.

Un fotograma de la serie 'El otro lado'

Un fotograma de la serie 'El otro lado'

P. Hablamos de oscilación tonal, pero hay secuencias muy concretas, como la del perro y la señora en el capítulo segundo, en las que lo humorístico, lo siniestro y lo patético forman un todo. ¿Cómo se consigue eso?

R. La idea era estar como un gato sobre una barandilla: a un lado tienes la comedia y al otro el terror. Cuando lo tuvimos claro, rápidamente nos aficionamos a crear situaciones de ese tipo. Una de las cosas que más gracia nos hacía de la secuencia del perro que citas es que es una escena que has visto mil veces en un montón de thrillers –la policía entrando al piso en el que ha habido un crimen– y pensamos en desactivar eso cogiendo a una actriz que te lleve a un terreno que está entre el naturalismo y el amateurismo con una señora que habla como una vecina real que parece que esté narrando un capítulo de CSI. Nos aficionamos a crear esas situaciones que rompiesen con las expectativas.

"La idea era estar como un gato sobre una barandilla: a un lado tienes la comedia y al otro el terror"

P. El otro lado parece una serie especialmente preocupada por ciertas derivas del periodismo, con dos modelos deontológicos opuestos en lucha permanente. ¿Estaba ese debate en la base del proyecto?

R. Cuando el equipo de guion que formamos Enric Pardo, Rafa Barceló y yo mismo nos reunimos para crear las historias siempre acaba entrando mucho contenido político y social, reflexionamos sobre las derivas del capitalismo. Creo que, en esta serie, más que un debate sobre el periodismo hay una preocupación sobre cómo la precariedad se lo está llevando todo por delante y está desmontando todos los oficios.

»Creo que utilizamos el periodismo y la televisión porque son muy didácticos –todos tenemos en la cabeza muchos referentes sobre ficciones centradas en periodistas– y, además, a cualquiera le resulta fácil verlo porque es muy evidente: cuando alguien escribe un titular sabiendo que lo hace únicamente para conseguir clics o para crear una polémica forzada, o no está contrastando la información porque quiere publicar la noticia antes que nadie porque todo se ha convertido en una lucha encarnizada por el resultado inmediato… Creo que es algo que se ve muy claro y es fácil establecer este discurso en ese ámbito. Además, era algo que surgía de manera natural. He trabajado 15 años en televisión y creo que es honesto que hable de cosas conozco. Aunque a mí no me hayan pasado estas cosas, de algún modo están en el ambiente.

Un fotograma de la serie 'El otro lado'

Un fotograma de la serie 'El otro lado'

P. ¿Por qué darle un papel tan relevante a Andreu Buenafuente, con el que lleva años trabajando pero que nunca había tenido un protagonismo de este tipo ni en cine ni en televisión?

R. Hay razones personales, egoístas y cariñosas. En primer lugar, siempre he tenido la intuición de que detrás de Andreu (Buenafuente) hay un gran actor. Es un tipo que tiene una potencia interpretativa muy grande y que se ha dedicado durante treinta años a construir un único personaje: el de Andreu Buenafuente. Yo tenía claro que ahí detrás había madera de actor, pero tú no puedes demostrar lo bueno que eres si no te escriben un papel adecuado. Así que, de algún modo, quise devolverle un favor, como amigo que lo quiere: “Tú me has dado a mí muchas cosas, y yo quiero hacerte partícipe de esta experiencia en la ficción que estoy viviendo”.

"En el periodismo todo se ha convertido en una lucha encarnizada por el resultado inmediato"

»He hecho tres temporadas de Mira lo que has hecho que me han ayudado a crecer mucho y que artísticamente han supuesto un gran viaje y ahora he querido integrarle, dándole además un papel que sólo puede hacer él. Es un papel a medida que resuena de manera muy divertida desde el momento en el que la pareja mentor-alumno la interpretamos Andreu (Buenafuente) y yo.

»Siempre me han gustado estos juegos metalingüísticos, que la gente pueda especular sobre nuestra relación. Además, creo que se ha colado ahí una extraña lectura psicoanalítica –con mi personaje desligándose de la sombra de su maestro– que quizá no necesitábamos en nuestra vida, porque estamos muy a gusto, tenemos nuestros espacios muy diferenciados y nos respetamos mucho. Pero yo veo la serie y digo: “Parece que se haya muerto Andreu (Buenafuente) y esto sea como un homenaje con ese final estilo Mufasa”.

»De todos modos, sí que existía esa voluntad de hacerle un regalo y creo que lo ha aprovechado muy bien. Hace un ejercicio muy interesante construyendo un personaje en el que no ves a Andreu (Buenafuente) y eso tiene mucho mérito.

P. En el reparto hay una mezcla de rostros procedentes del mundo de la actuación (María Botto, Eva Ugarte) con otros vinculados al audiovisual, pero en otras parcelas (Nacho Vigalondo, Andreu Buenafuente), a los que se añade gente amateur. ¿Por qué se tomó esa decisión, que para los directores siempre suele complicar más las cosas?

R. Intentamos que ese choque de trenes del que hablábamos también se trasladase a la interpretación y que hubiese colores muy diferentes, que se mezclasen una señora que no había actuado jamás con una actriz muy técnica y metódica como Eva Ugarte. Eso nos gustaba, nos hacía sentir que le daba a la serie una dimensión que se adecuaba a lo que estábamos planteando.

»Cuando quieres retratar un mundo que la gente considera que es muy friki, ¿cómo lo haces? ¿Haciendo que los actores hagan cosas extrañas? No, haciendo que los personajes sean peculiares, buscando esa mezcla imposible… La verdad es que yo me hago cruces de que la serie haya quedado como ha quedado porque hemos asumido muchos riesgos, nos hubiésemos podido dar unas cuantas hostias.

"Nos hemos quedado atrapados intentando reproducir la comedia costumbrista que pueda convocar a todos los espectadores "

P. Mira lo que has hecho, Vergüenza, la trilogía de Juan Carrasco, No me gusta conducir, ahora El otro lado... ¿Por qué, mientras la comedia crece cualitativamente en la televisión de plataformas, en el cine español estamos muy lejos de ver una evolución similar y solo producimos comedias familiares blancas?

R. Lo único que puedo hacer es compartir esta reflexión porque yo también me la hago. Es verdad que el espacio cinematográfico ha quedado limitado. Te diría que seguimos viviendo la resaca de Ocho apellidos vascos (Emilio Martínez-Lázaro, 2014) y Ocho apellidos catalanes (Emilio Martínez-Lázaro, 2015). El impacto que tuvieron estas dos películas fue tan fuerte que todavía no hemos salido de ahí. Creo que seguimos intentando reproducir ese perfil de comedia costumbrista que pueda atrapar a todos los espectadores posibles de una forma inaudita como hicieron aquellos dos títulos. Gente que salía de casa y cogía el autobús para ir a verla al cine y la semana siguiente volvía…

»Fue un fenómeno extraño y creo que nos hemos quedado atrapados ahí, seguimos queriendo hacer comedias para todos los públicos y cuando te fijas en esas comedias de plataforma que has citado lo que percibes es que están dejando que fluyan otras cosas porque no existe esa voluntad de que sean para todo el mundo. En mi caso, con Movistar Plus+ y en relación con el equipo con el trabajo, siempre buscamos hacer cosas de autor, que gusten al mayor número de gente, sí, pero que ofrezcan algo distinto. Y tengo la intuición de que en el cine llegará una comedia con otro tono que abrirá una nueva vía, es algo en lo que pienso a menudo.