Fotograma de 'Bros: más que amigos'. Foto: Universal

Fotograma de 'Bros: más que amigos'. Foto: Universal

Cine

Nicholas Stoller estrena una comedia romántica gay: "Hollywood suele ir por detrás del público"

Los grandes estudios rompen las reglas y apuestan por una 'Bros:más que amigos', una película de alto presupuesto. El director, heterosexual, no tiene dudas de que el gran público está "preparado hace mucho tiempo".

28 octubre, 2022 03:09

Lo más curioso de Bros: Más que amigos no es que sea una "comedia romántica gay" porque el mundo está lleno de ellas, sino su fractura de película de Hollywood. Lo raro e insólito del asunto es que todas esas producciones suelen ser, dicho en plata, baratas y aquí se nota que hay pasta por un tubo y una major como Universal respaldando el proyecto. Detrás de la cámara, Nicholas Stoller (Londres, 1976), que aunque nació en Inglaterra creció en Estados Unidos.

Stoller es un gran director de comedia, su fama estalló en pleno apogeo de lo que hace quince años se llamó "nueva comedia americana", liderada por el hiperactivo Judd Apatow, desarrollando desde entonces una sólida trayectoria. Debutó con Paso de ti (2008), en la que parodiaba una crisis nerviosa después de una ruptura amorosa, y sobre todo ha triunfado con las hilarantes Malditos vecinos (2014) y su secuela, en la que se ríe de las diferencias generacionales.

En Bros: Más que amigos el protagonista es Bobby (Billy Eichner), coguionista con Stoller, quien interpreta a un ácido locutor de podcast sobre el mundo gay con prejuicios hacia los suyos propios al que ofrecen dirigir el primer "gran museo LGTB" de Estados Unidos. En una Manhattan de postal, conoce a Aaron (Luke Macfarlane), un musculoso abogado con menos manías pero que arrastra sentido de culpa por los valores conservadores de su familia. Entre los cuarentones saltará la chispa, pero ambos son escépticos ante la posibilidad de que exista el amor profundo por motivos distintos.

En Bros: Más que amigos, sí existe, por supuesto, un amor "como el de las películas" pero es una comedia que también sorprende por un cierto tono irreverente en el que también se parodian algunas rutinas del mundo gay como la obsesión por el cuerpo o la dificultad para establecer relaciones íntimas que vayan más allá de lo sexual. El director nos cuenta que "cuando comencé a trabajar con Billy (Eichner) tuvimos claro que no queríamos hacer una copia exacta de una película romántica heterosexual en la que simplemente hubiera dos hombres en su lugar".

Pregunta. ¿Cómo surge esta película?

Respuesta. Trabajé con Billy Eichner en Malditos vecinos y también en la serie de Netflix Amigos de la universidad que creé con mi mujer (Francesca Delbanco). Cada vez que aparecía su personaje la gente se partía de risa. Me di cuenta de que es una estrella de cine y que merecía una película. Entonces comencé a pensar en una comedia romántica con dos hombres pero yo soy heterosexual. Así que le ofrecí que escribiéramos juntos el guion.

»Hay un gag que solía hacer en el que se disfrazaba de jugador de fútbol americano e impostaba una voz muy ruda. Un amigo gay le dijo que ese tono le quedaba muy sexy y que debería hablar y vestirse siempre de esta manera. Eso a Billy le parecía una locura y comenzó a reflexionar sobre lo que significa el concepto de "masculinidad" y por qué tantos homosexuales se sienten atraídos por él. Ese fue el germen de la idea pero luego por supuesto se convirtió en una cosa muy distinta.

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P. ¿De qué manera evolucionó el proyecto a medida que completaban el guion?

R. La idea central de la película, estos dos chicos que tienen miedo de ser vulnerables, estuvo siempre allí. También el tipo del chico del que el protagonista se iba a enamorar. Otros elementos como el podcast o el museo también estaban desde el principio. Muchas cosas cambiaron sobre todo en la segunda parte. Lo que pasó fue también que el rodaje se retrasó porque llegó la pandemia. Eso fue un desastre para el mundo pero benefició al guion porque tuvimos más tiempo para profundizar en él. Luego también cambió durante los ensayos porque cada actor aporta su propio carácter al trabajo.

P. Ambos actores protagonistas son homosexuales en la vida real, ¿lo hicieron a propósito?

R. En el caso de Billy estaba claro desde el principio y queríamos que el personaje de Aaron (Luke McFarlane) fuera interpretado también por un actor homosexual. El estudio estuvo de acuerdo lo cual fue fantástico por su parte porque los estudios ganan más taquilla con las estrellas de cine. Estamos acostumbrados a ver a actores heterosexuales a los que después dan un Oscar por interpretar a personajes gais y nos dijimos que sería estupendo cambiar las tornas y que hubiera actores gais haciendo de heterosexuales. Ese también es un pequeño guiño que queríamos hacer.

"La comedia es el género más humano que hay"

P. ¿Cree que el gran público está preparado para una comedia romántica gay?

Nuestra experiencia mostrando la película al público antes del estreno es que está muy preparado. Y creo que hace mucho tiempo que lo estaba. En general, Hollywood suele ir por detrás del público. Es interesante cuando piensas en el cine gay de las últimas décadas, por una parte están esas películas muy dramáticas sobre el asunto que han ganado Oscars y luego hay muchas películas indies, sobre todo en los 90.

»Todos los directores de comedia fuimos unos empollones de pequeños y recuerdo ver en esa época La jaula de las locas (Édouard Molinaro, 1978) y me pareció muy divertida. Luego hubo otro gran éxito como In&Out (Frank Oz, 1997) que también arrasó. Sin embargo, no sé por qué, después no hubo una continuación. Por tanto vemos que ya hace mucho tiempo que algo así también funcionó.

P. ¿Opina que películas como esta ayudan a que mejore la aceptación de los homosexuales?

R. Creo que sí. Las comedias tienen eso de que cuando te ríes de alguien también estás empatizando con esa persona. Esa es la magia de una gran comedia. Mientras te ríes con Aaron y Bobby mientras se enamoran, se pelean, hacen el amor… te ves a ti mismo en ellos. Esa es la razón por la que me atrae la comedia, nos confraterniza como seres humanos. No creo que esta película vaya a salvar el mundo pero sí creo que algunos heterosexuales quizá empiezan a verla preguntándose si le va a provocar algunos sentimientos más allá de reírse. Y espero que al final todo el mundo esté emocionado y deseando que acaben juntos y lloren en la escena final. La comedia es el género más humano que hay.

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P. ¿Qué hace distintas las relaciones amorosas entre dos hombres de las heterosexuales que ha tratado en otras películas suyas anteriores?

R. Cada película es distinta. No quería tratarlo desde el punto de vista de que es una comedia romántica entre dos hombres y que eso fuera lo que la hace diferente de otras películas que he rodado. La historia de Aaron y Bobby es específica porque de las billones de historias de amor que hay en el mundo, cada una de ellas lo es. Por supuesto el mundo gay tiene sus particularidades pero, en esencia, creo que todos somos humanos y en definitiva queremos lo mismo: amar y ser amados. Son las distintas maneras de conseguir eso lo que lo hace interesante.