Pierpaolo Pasolini

Pierpaolo Pasolini

Cine

El festín pasoliniano que puede provocar atragantamientos

El Istituto Italiano, el CBA y las universidades Complutense y Autónoma se unen para conmemorar el centenario de Pasolini con su desafiante y espinoso legado artístico

7 febrero, 2022 18:35

Para ser poetas, hay que tener mucho tiempo: / horas y horas de soledad son el único modo / para que se forme algo, que es fuerza, abandono, / vicio, libertad, para dar estilo al caos. Es una afirmación que Pier Paolo Pasolini vierte en el poema Al príncipe, del libro La religión de nuestro tiempo. Con su lectura se ha cerrado la prometedora presentación del Año Pasolini en el Istituto Italiano de Madrid, un conjunto de actividades organizada por esta institución dirigida por Marialuisa Pappalardo en comandita con el Círculo de Bellas Artes, la Universidad Complutense y la Universidad Autónoma. Un consorcio que ya orquestó los fastos dantescos el año pasado, cuando conmemoramos el séptimo centenario de la muerte de Dante.

Las horas de soledad de Pasolini fueron ciertamente fecundas. El artista total que fue se expresó por diversos cauces. Casi no se dejó ningún género sin trabajar. Cineasta, novelista, poeta, dramaturgo, pintor, fotógrafo, cronista, articulista, pensador… Pasolini fue el paradigma  de creador renacentista en la Italia de la segunda mitad del siglo XX. El ciclo organizado en torno a su figura intenta hacerse eco de todos esos ámbitos en los que plasmó su heterodoxa y polémica huella. Incluida su sintonía con la cultura española, que el embajador de Italia en España, Riccardo Guariglia, ha traído a colación: “Pienso en la influencia que tuvieron los poetas Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Carlos Escardó en la obra de Pasolini y la relación extraordinaria que tuvo con Rafael Alberti”.

Se remitía Guariglia a la entrevista que dio Pasolini a Luis Pancorbo en 1975, donde explicitaba tales preferencias. Alberti estuvo afincado en Roma entre 1963 y 1977, antes de regresar a España como una rockn’ roll star en plena Transición (qué contraste con su práctica extinción de hoy en el panorama cultural español). En ese tiempo ambos cuajaron una sólida amistad. Tras su brutal asesinato, el autor de Marinero en tierra, domiciliado en el Trastevere, le dedicó incluso un poema, También a ti.

El Año Pasolini arrancó ayer en el CBA con un concierto de jazz titulado Le nuvole di Pier Paolo, durante el que se escanciaron algunas letras que el director de Accattone escribió para Domenico Modugno, las canciones escogidas para sus películas y piezas populares incluidas en su Canzionere italiano. El 1 de marzo continuará con la apertura del club de lectura (para unas 20 personas) en el que se comentarán sus obras mensualmente, mezclando a especialistas con público general. En el Círculo, diez días después, se dará inicio al Mitofórum Pasolini, compuesto por cuatro presentaciones en torno a los mitos que abordó en su filmografía (moderados por Ángel García Galiano, Raffaele Pinto, Cristina Coriasso y Manuel Macías).

En abril la Universidad Complutense pondrá en marcha Archipiélago Pasolini: un mapa conceptual en los confines de las obras, un gran congreso internacional destinado a subrayar la promiscua interdisciplinariedad del legado pasoliniano. Por otro lado, en junio, dentro del marco de PhotoEspaña, le tocará a la exposición Ipotesi di raffigurazione/ Hipótesis de figuración. Comisariada por Marco Delogu y con fotografías de artistas italianos y españoles (un total de 60), pondrá el objetivo en aspectos como la huella del fascismo todavía en la sociedad italiana y las borgate (suburbios) que tanto atrajeron al cineasta. Asimismo, en junio el CBA organiza el debate La contradicción de llamarse Pierpaolo, en el que participan Juan Barja (anterior director de la institución y pasoliniano de pro), Aurora Freijo y Patxi Lanceros. Y la Resad levantará un montaje a partir de una obra teatral suya, todavía por definir. 

Aparte de toda esta vorágine de actividades, el sector editorial calienta motores para lanzar un buen puñado de volúmenes. Galaxia Gutenberg es uno de los sellos más volcados en la efeméride. Hace poco más de un mes sacó El fascismo de los antifascistas, una compilación de artículos de Pasolini sobre el movimiento acaudillado por Mussolini y sus mutaciones en las décadas posteriores.

Galaxia también reeditará sus imprescindibles Escritos corsarios. Punto de Vista compilará su teatro completo. Altamarea, que ya tiene en su catálogo varios títulos del profético escritor, publicará Teorema, una carga de profundidad en las conservadoras estructuras de la familia burguesa italiana (irá con prólogo de Attilio Bertolucci, el padre de Bernardo). Un jugoso manjar de viandas pasolinianas que a más de uno se le pueden atragantar. El suyo no es legado digerible plácidamente. Mantiene sus espinas bien afiladas.