Image: En la espiral de Carlos Saura

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Cine

En la espiral de Carlos Saura

1 marzo, 2018 00:00

Autorretrato doble de Carlos Saura. Técnica mixta (30x40 cm.)

La Filmoteca Española dedica durante los meses de marzo, abril y mayo una retrospectiva integral al director oscense, con 44 títulos, y expone 25 piezas de su obra gráfica. El cineasta abre el ciclo el sábado, día 3, y durante su celebración participarán profesionales de la talla de Vittorio Storaro, Emilio Gutiérrez Caba y José Sanchis Sinisterra.

Luis Buñuel decía que lo peor que puede hacer un director de cine es publicidad de sí mismo y Carlos Saura siempre ha suscrito estas palabras, por lo que no acude a la mayoría de actos, eventos, conferencias y entrevistas que le proponen, y cuando lo hace no suele explayarse en explicaciones ni se concede mucha importancia. En los últimos tiempos, en cambio, ha hecho algunas excepciones. En la pasada gala de los Premios Goya fue el encargado de anunciar junto a Penélope Cruz el galardón más importante de la noche, el premio a la Mejor Película, y este sábado, día 3, presenta en el Cine Doré la retrospectiva integral que le dedica la Filmoteca Española, En la espiral sauriana, que arranca este jueves con la proyección de sus primeros cortos, que datan de los años 50.

"Adentrarse en el universo de Carlos Saura nos proporciona la posibilidad de sentirnos como el primo de Angélica que interpretó José Luis López Vázquez", explica el director de programación de la Filmoteca, Carlos Reviriego. "Es decir, ingresar como la Alicia de Lewis Carroll en un mundo en el que pasado, presente y futuro coexisten en la misma dimensión, en el que las personas se desdoblan y las identidades se fracturan, donde la memoria es el sumidero de la existencia, la historia es cíclica y en ella la barbarie es inmutable". Un universo conformado por 44 películas que se proyectarán en el Cine Doré durante los meses de marzo, abril y mayo. Un recorrido por casi 60 años de cine español en el que pasamos del neorrealismo de su primera película, Los golfos (1959), a las ficciones oníricas, a las obras costumbristas, a los manierismos estéticos y a sus personales e inimitables musicales.

De un extremo a otro podrán verse obras maestras tan diferentes como La caza (1965), Cría cuervos (1975), Deprisa, deprisa (1980) y Flamenco (1995), además del reciente documental que Félix Viscarret ha dedicado al director en la película Saura(s) o un programa doble en el que su Bodas de sangre (1981) dialoga con la adaptación del mismo texto de Federico García Lorca que realizó Paula Ortiz en La novia (2015).

"Podríamos hilar la filmografía entera de Carlos Saura en una sucesión de espiral y proyectar líneas que pongan todas sus películas en contacto", afirma Reviriego. "Las fugas de las escaleras, en picado o contrapicado, sean como alucinación celestial, espacio fantasmático o el rellano de la familia española, es de hecho uno de los iconos mayores y más perdurables en la filmografía del cineasta. Está presente desde sus inicios hasta hoy. En las múltiples escaleras que inserta en planos más simbólicos que descriptivos, básicamente proyecta la espiral como expresión gráfica del perpetuo movimiento circular, de la continuidad y simultaneidad espacio-temporal en sus relatos, del abismo laberíntico de los recuerdos. Así, sus relatos son casi siempre cíclicos, en los que nada ni nadie desaparece del todo, y todo acaba resurgiendo".

La retrospectiva La espiral sauriana conecta de igual modo todas las películas del director, algunas de las cuales contarán con la presencia de integrantes del equipo técnico o artístico como su hijo Antonio Saura Medrano, el actor Emilio Gutiérrez Caba o el dramaturgo y director teatral José Sanchís Sinisterra. Durante el mes de abril se sumará a las celebraciones el legendario director de fotografía Vittorio Storaro. Colaborador habitual de Bernardo Bertolucci (El último tango en París, El último emperador), Francis Ford Coppola (Apocalypse Now, Corazonada) y más recientemente Woody Allen (Wonder Wheel, Café Society), Storaro comenzó su colaboración son Saura en Flamenco y ha continuado desde entonces en títulos como Tango, Goya en Burdeos y Io Don Giovanni.

Y, en paralelo a la retrospectiva, la antesala del Cine Doré acogerá la exposición Fotosaurios de cine, comisariada por el propio Carlos Reviriego en colaboración con Anna Saura y Eulália Ramón, hija y mujer de Carlos Saura respectivamente. La muestra consiste en una selección de 25 piezas de obra gráfica del director realizadas en los últimos tres lustros. "Llevo muchos años dibujando y pintando sobre fotografías, prácticamente desde mi adolescencia, pero fue solo hace unos quince años más o menos cuando me lo empecé a tomar en serio", explica Carlos Saura en el texto que ha escrito para el catálogo de la exposición. "El factor determinante fue la aparición de la fotografía digital y la posibilidad de poder imprimir con facilidad mis fotografías en 30x40 cm., que considero un tamaño ya decente. Es entonces cuando desarrollo la técnica de dibujo y pintura sobre ampliaciones fotográficas que he convenido en llamar "Fotosaurios", y que ahora se van a exponer en el Cine Doré de Filmoteca Española".

Ana Torrent y Geraldine Chaplin, “Cría Cuervos”, de Carlos Saura. Serie “Gentes de cine”. Técnica mixta (30x40 cm.)

Este material, que ya la mostró en el año 2005 en una galería de Madrid, parte de las múltiples fotografías que realizó a las personas que le acompañaban en sus frecuentes viajes a Madrid en tren o autobús desde el pueblo de la Sierra de Guadarrama en donde vive. "Nunca tuve la idea de exponer esas fotografías, pues pertenecían a mi ámbito privado", asegura Saura. "Pero un día, revisando las ampliaciones, sentí la necesidad de hacer una exposición monográfica sobre el tema. Dándole vueltas, se me ocurrió que la única manera en que podría aprovecharlas y exponer esas fotografías era dibujándolas hasta el punto de que fuera imposible reconocer a los personas retratadas".

Saura acabó utilizando tintas, acuarelas, pintura acrílica y ceras sobre las fotografías impresas con temas diversos, aprovechando el papel fotográfico mal impreso, fotografías mal expuestas o deficientemente contrastadas, en ocasiones con ampliaciones hechas deliberadamente para ser pintadas. "Soy un fotógrafo que defiendo la fotografía sin manipulaciones ostensibles, por eso los "Fotosaurios" son una traición a mis convicciones fotográficas, y al mismo tiempo un intento de establecer un puente entre fotografía y pintura", puntualiza Saura. "Es cierto que podría no utilizar la fotografía como base -de hecho, tengo cientos de dibujos y pinturas en mis cajones- pero entonces serían otra cosa. Se trata de que se perciba que la base es fotográfica. Dicen que de sabios es cambiar de opinión, y yo que no me considero un sabio también tengo derecho a desafiar mis propias convicciones fotográficas".

De esta manera, la retrospectiva y la exposición ponen en valor la figura de Saura como creador total, capaz de aunar como nadie la tradición cultural española con las corrientes estilísticas más contemporáneas.

@JavierYusteTosi