Image: Oliver Hirschbiegel: Tenemos que dejar de tratar a la ultraderecha como escoria

Image: Oliver Hirschbiegel: "Tenemos que dejar de tratar a la ultraderecha como escoria"

Cine

Oliver Hirschbiegel: "Tenemos que dejar de tratar a la ultraderecha como escoria"

El director alemán, responsable de El hundimiento, vuelve a dirigir su mirada al nazismo en 13 minutos para matar a Hitler.

4 marzo, 2016 01:00

Oliver Hirschbiegel

Cuenta Oliver Hirschbiegel (Hamburgo, 1957) que cuando le ofrecieron realizar una película sobre Georg Elser, el hombre que intentó matar a Hitler en 1939, no quería volver a hacer otra película sobre el nazismo. Por suerte, cambió de idea y ahora se estrena 13 minutos para matar a Hitler. El cineasta alemán alcanzó gran notoriedad internacional con El hundimiento (2004), película que narra los últimos días del Führer en su bunker de Berlín y, aunque asegura que no quería volver a esa etapa, la idea de reflejar el ascenso de los fascistas en Alemania desde el mundo rural, algo insólito, le sedujo. Al mismo tiempo, la película narra la historia de Georg Elser, visionario, hombre decente, bohemio y bon vivant, que mientras veía caer a Alemania en las garras de los nazis experimentaba en su interior un proceso paralelo de indignación y repulsa, más íntima que política, ante la desgracia que estaba sucediendo.

Pregunta.- ¿Cómo llegó a este proyecto?
Respuesta.- Siempre estuve fascinado por Georg Elser y sabía que había dos guionistas escribiendo una película sobre él. Se pusieron en contacto conmigo y lo leí más por interés que con la intención de hacerlo. En el pasado, ya me habían ofrecido otro guión sobre el mismo personaje y no me convenció. En esta ocasión, supe que iba a hacerlo enseguida.

P.- ¿Qué es lo que le atrajo?
R.- Es una historia muy alemana pero Georg Elser es un personaje muy universal, es muy poco alemán. Quería representar ese mundo campestre, con toda su belleza, y cómo los nazis lo fueron destruyendo. En el 38 Alemania estaba en estado de euforia. El país tenía el mayor ejército mundo, la economía iba de maravilla. Y este hombre se dio cuenta de que se avecinaba una catástrofe. Es visionario.

P.- Lo más curioso del personaje es que es apolítico. Es una rebelión más ética que ideológica.
R.- En esos tiempos estabas en un lado u otro. En este sentido, es un personaje muy contemporáneo. Hoy te encuentras a personas que no están tan definidas políticamente entre la izquierda y la derecha pero tienen conciencia política. El movimiento verde es un ejemplo, tiene más que ver con la forma en que vives. Elser tiene algo de hippie: le gusta viajar, le gustan las chicas y disfrutar de la vida. También es un artista que toca música. En este sentido, no es el típico alemán de esos tiempos. Siente dentro de él que el nazismo está mal. No entiende lo que sucede y porque nadie hace nada para detenerlo. Él se revela contra un sistema basado en la sumisión que representa todo en lo que está en contra. Es gente que desprecia la creatividad y eso le enfurece.

P.- ¿Cómo pasa de chico jovial a concienzudo perpetrador de un atentado con bomba?
R.- En un sentido bíblico, es el clásico luchador contra la tiranía. La Biblia dice que no debes matar pero la única excepción es que si hay un tirano que está oprimiendo a su gente y abusando de su poder, solo entonces, un hombre puede quitar una vida. Él estaba traumatizado con la idea de que mataría no solo a Hitler pero también a otra gente y sufría por ello. Después del atentado él siguió sufriendo por las muertes que causó sin haber conseguido su objetivo.

P.- Elser se rebela contra el régimen pero también contra sus paisanos. ¿Cómo vivió ese mundo rural el nazismo?
R.- Es gente pobre del campo pero al fin y al cabo tienen una buena vida. Viven en un lugar bonito y hacen su trabajo. Prefieren vivir en una burbuja. La película es un ejemplo de que todos debemos andar con los ojos bien abiertos. En realidad, eso es lo que hace la gente cuando las cosas se ponen feas. Tan pronto como hay una crisis la gente se pone a cubierto. El movimiento nazi donde tuvo más fuerza es en el campo. La Alemania nazi nunca estuvo en las grandes ciudades aunque siempre hable de ellas. Berlín nunca fue una ciudad nazi y Harmburgo era una ciudad socialista. El principal poder venía del campo. Los nazis odiaban la modernidad y convirtieron eso en su esencia. Realmente no puedes estar orgulloso de ser del campo y las viejas tradiciones. Hay una palabra: Volksgemeinschaft que utilizaban los nazis y describe bien este concepto, significa "lo que viene del pueblo y de la tierra". Esa palabra ya no se puede utilizar porque está manchada para siempre.

Una imagen de 13 minutos para matar a Hitler.

P.- Elser pasa por un durísimo proceso de tortura. ¿Por qué quiso mostrar cómo los nazis lo torturan?
R.- Como un director alemán no puedo ocultar lo que hacía la Gestapo. Tenían métodos horribles de hacer hablar a los prisioneros. Representar la violencia es muy difícil y lo que quería era que el espectador sintiera el efecto de esa violencia no solo en Elser sino también cómo afecta a los torturadores porque es una cosa espantosa de hacer. Es algo que no le harías a un gato o a un perro. Torturar va más allá de lo inhumano, lo que lo convierte en una perversión. Creo que al final del día es imposible representar en toda su dimensión la violencia y el dolor. El actor hace un gran trabajo pero es un actor. La realidad siempre es mucho peor.

P.- ¿Hay ejemplos contemporáneos de héroes con la valentía de Elser?
R.- Siempre menciono a Snowden como personaje similar a Elser. Él se enfrenta a la tiranía y sabe perfectamente lo que le espera cuando revela el sistema de espionaje. Sabe que quizá le maten y que no podrá volver a su país. Y también es un héroe muy poco vanidoso, lo hace por conciencia cívica, no busca la fama ni el poder. Se necesita mucho coraje para hacer algo así porque estás solo. Pierdes a tu familia, pierdes a tus amigos y te enfrentas a todos. Probablemente tendrás que irte del país y perderás el contacto con tus seres queridos. Requiere mucha determinación.

P.- Hoy sabemos lo que fue el nazismo y nadie duda de su monstruosidad, ¿quería mostrar la dificultad de entender los hechos históricos cuando suceden?
R.- Creo que he tenido éxito cuándo la gente se comienza a hacer preguntas. ¿Qué hubiera hecho yo? ¿Cómo es posible que un solo hombre se diera cuenta tan pronto de lo que se venía encima? ¿Qué está pasando ahora? Tenemos cada vez más dictadores y gobiernos nacionalistas. En cuanto la gente se comience a plantear por qué cada vez hay más guerras cuando la violencia solo genera violencia, he conseguido mi objetivo. Vemos cómo la industria del armamento y el petróleo es la única beneficiada de esta escalada militar y se necesita mucho coraje para enfrentarse a eso.

P.- Vemos las manifestaciones de ultraderecha en Alemania, ¿hay gente en el país que cree que en realidad el nazismo no estuvo tan mal?
R.- Nadie diría abiertamente eso porque obviamente es políticamente incorrecto. Pero la gente joven podría decir: "Bueno, no estuvo tan mal", quizá sí por desconocimiento. El problema con este movimiento de ultraderecha y nacionalista es que nunca se los tomaron en serio. El establishment político siempre los ha considerado escoria y los ha tratado con desprecio. Y eso es un error porque si hay un 25% de la gente que cree en ello debes enfrentarla y tratar de negociar con ella. Debes intentar meterla en el sistema y eso es lo mejor para todos. Si te limitas a insultarlos solo consigues que crezcan.