Image: Cinco razones para volver a Doctor Zhivago

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Cine

Cinco razones para volver a Doctor Zhivago

31 diciembre, 2015 01:00

Doctor Zhivago cuenta una de las historias de amor más célebres de todos los tiempos

Se cumple medio siglo del estreno en Nueva York de Doctor Zhivago, una de las películas más románticas de la historia del cine, ganadora de cinco Oscars y rodada en su mayoría en España.

Hace 50 años se estrenó la adaptación cinematográfica de la novela que llevó a Boris Pasternak a alzarse con el Premio Nobel de Literatura en 1958, aunque se viera forzado a rechazarlo. Dirigida por David Lean y protagonizada por un sutil Omar Sharif y una radiante Julie Christie, la película se convirtió en un éxito rotundo (hoy en día está considerada la octava película más taquillera de la historia si se aplican ajustes por inflacción) que logró cinco Oscars en los apartados de guion adaptado, banda sonora, fotografía, vestuario y dirección artística, aunque fue Sonrisas y lágrimas la película que se alzó en esa edición con los premios importantes. Curiosamente, Julie Christie si recibió ese año el Oscar a la mejor actriz pero no por Zhivago sino por Darling de John Schlesinger. Más allá de los datos, aquí tienes cinco motivos por los que merece la pena revisitar la película o verla por primera vez 50 años después de su estreno.

1.- Un repaso a uno de los capítulos más destacados del siglo XX. La película transita los años finales de la Rusia Zarista, la Primera Guerra Mundial, la revolución de 1917 y la Guerra Civil Rusa que enfrentó a los bolcheviques y a su Ejército Rojo contra el Movimiento Blanco que aglutinaba a conservadores, liberales y socialistas contrarios a la revolución. Sin embargo, la película no parece muy interesada en ofrecer un posicionamiento político o ideológico que, de haberlo, se resume en esta escena: en su huida de Moscú, Zhivago se encuentra con Pasha convertido ya en el temible y extremadamente solemne revolucionario Strélnikov y éste le reprocha que "la historia no tiene espacio para sentimientos personales", motivo por el que desprecia su poesía. La película ciertamente opta por destacar el drama de dos personajes en los márgenes de la Historia frente a cualquier otro aspecto de la novela, mucho más profunda y compleja que la adaptación firmada por Robert Bolt.

2.- Romanticismo irresistible: Quizá sea Doctor Zhivago el ejemplo más claro de melodrama épico. El romance entre Zhivago y Lara se impone al tiempo, a las guerras, a las condiciones históricas, a las familiares y, por supuesto, al frío. Un amor más grande que la propia vida que queda sellado en un diálogo inolvidable entre Komarovsky y Zhivago. Lara, humillada y dolida, acaba de disparar a Komarovsky. Mientras Zhivago lo atiende de la herida que le ha provocado en el brazo, le pregunta "¿Qué le sucede a una chica como esa cuando un hombre como tú acaba con ella?". Él le contesta: "¿Interesado?, te la cedo como regalo de boda". Así arranca la obsesión de Zhivago por Lara, que marcará su vida y su obra.

3.- Un reparto en estado de gracia: David Lean quedó encantado con el trabajo de Omar Sharif en su anterior película, Lawrence de Arabia, donde interpretaba al príncipe Alí, y no dudó en ofrecerle el papel protagonista en Doctor Zhivago, pese a las reticencias de los productores que querían que repitiese tándem con Peter O'Toole. El actor egipcio sin embargo logró dotar al personaje, y sin aparente esfuerzo, de la pureza que requiere, principalmente a través de la mirada. Julie Christie está radiante y Lean no para de sacar partido a sus irresistibles ojos azules y a su perfecta anatomía. Rod Steiger entrega uno de sus mejores secundarios, el cínico Víctor Komarovsky. Y Tom Courtenay se pone en el papel de Pasha, un joven idealista que acabará mutando en temible revolucionario bolchevique sin que nos cueste creernos la transformación. Alec Guinness y Geraldine Chaplin cumplen con solvencia aunque su trabajo está lastrado por sus personajes, menos interesantes y peor definidos que los de sus compañeros.

Omar Sharif y Julie Christie brillaron en sus interpretaciones

4.- Un director en su mejor momento. David Lean acababa de rodar la monumental Lawrence de Arabia, una de las películas fundamentales de la historia del cine. La fórmula ya la había puesto en práctica años antes con la épica de El puente sobre el rio Kwai. Aquí venía a repetirla: maestría a la hora de construir los sets, una gran capacidad para manejar los rodajes en exteriores y una magnifica dirección artística. Todo rodado en perfecto Panavisión y Metrocolor. Lean realizó pocas películas a lo largo de su vida pero siempre buscó la perfección, y en muchos casos estuvo a punto de conseguirla.

5.- Rodaje en España: Aunque la película se filmó en otros países como Yugoslavia, Finlandia o Suecia, la mayor parte del rodaje tuvo lugar en España. Moscú se reconstruyó en el barrio madrileño de Canillas en pleno franquismo, para lo que se empleo a unos 800 trabajadores. Salamanca y Soria, donde se construyó el palacete helado de Varíkino, también sirvieron a David Lean de escenario para su película.

@JavierYusteTosi