Image: Fallece Ben Gazzara, actor de actores

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Cine

Fallece Ben Gazzara, actor de actores

El intérprete neoyorquino fue la quintaesencia de John Cassavettes

4 febrero, 2012 01:00

Ben Gazzara en rodaje de Saint Jack, con Peter Bogdanovich

Ben Gazzara ha muerto un 3 de febrero en Nueva York, víctima de un cáncer de páncreas. También fue un 3 de febrero cuando el cáncer se llevó a John Cassavettes, hace 23 años. Es lo que ha tenido que esperar el padre del cine independiente americano para reunirse con su cuadrilla de Maridos (1970) al completo. Peter Falk nos dejaba el año pasado. La última vez que vi a Ben Gazzara en pantalla fue en Quartier Latin, el cortometraje que dirigió Gerard Depardieu para la película colectiva Paris, je t'aime (2006). Era uno de los cortos más emotivos del lote. En un ejercicio de nostalgia actoral, el actor francés concedió a los espectadores la hermosa oportunidad de ver juntos a Ben Gazzara y Gena Rowland en pantalla, cuarenta años después de que protagonizaran películas para John Cassavettes. La complicidad entre ambos se mantenía intacta. De aquella cuadrilla neoyorquina de intérpretes enérgicos y bellos, frágiles y charlatanes, que revolucionó las formas de interpretación cinematográfica dando pleno sentido al arte de la improvisación, van quedando apenas Seymour Cassel y Gena Rowland, viuda de Cassavetes. Ambos, en sus ochenta, siguen en activo.

Con todo, Ben Gazzara, nacido el 28 de agosto de 1930 en Nueva York, es uno de los últimos actores de su generación en desaparecer. Se formó en el Actor's Studio con Lee Strasberg, como hicieran Marlon Brando o Rod Steiger. Su presencia visceral no tenía nada que envidiar a la de aquellos. Su media sonrisa, su voz firme y profunda, el brillo inteligente de su mirada (como si siempre ocultara algo), su intensidad puramente neoyorquina... era díficil apartar la mirada de él. No fueron su físico ni su talento los culpables de que no alcanzara la popularidad de un Brando o un James Dean, máxime cuando una de sus primeras apariciones de relevancia en la gran pantalla fue en el filme judicial de Otto Preminger Anatomía de un asesinato (1959), donde interpretapa al teniente Frederick Manion. Fue en gran parte por su desconfianza ante el séptimo arte, su renuencia a aceptar papeles muy deseados en los años cincuenta y sesenta, cuando triunfaba en los escenarios de Broadway, donde entre muchos otros papeles, interpretó a Brick, el protagonista del montaje original de La gata sobre el tejado de zinc de Tennessee Williams. En una entrevista televisiva de 1998, le dijo a Charlie Rose: "Cuando me hice famoso, por decirlo de algún modo, en el teatro, me llegaron un montón de ofertas. No diré qué películas rechacé porque usted dirá que soy un tonto. Y sí, fui un tonto".

Entrevista a Ben Gazzara en Festival John Cassavettes (2011)

Pero de todos modos, aunque durante los cincuenta y sesenta participara en numerosas series de televisión -la que le hizo más popular fue Alma de acero (1965-1968), donde protagonizó 86 episodios-, y que su prestigio y actividad teatral apenas se interrumpiera en las seis décadas de su dilatada carrera -su última aparición en los escenarios de Broadway fue en 2006-, Gazzara se ganó la inmortalidad y la reputación internacional con su trabajo en la gran pantalla. Especialmente con las películas que hizo John Cassavetes, alumbrando el cine independiente norteamericano, abriendo las puertas a la narrativa y estética del cine moderno y al estilo interpretativo basado en la intensa corporeidad de los actores, su técnicas de improvisación, su completa libertad de movimientos frente a la cámara. En 1969, tanto Cassavettes como Gazzara tuvieron un pequeño papel en la comedia Si hoy es martes, esto es Bélgica, dirigida por Mel Stuart, pero fue al año siguiente cuando ambos dieron el gran salto con Maridos. Por la complicidad y hermandad que proyectaban en la pantalla, junto a Peter Falk, la gente asumió que eran amigos de infancia -tal y como recordaría Gazzara en su autobiografía In the Moment (2004)-, pero apenas se conocían cuando empezaron a rodar la película. La amistad que les unió entonces no se rompió hasta el final de sus vidas.

En el rodaje de Maridos, con Peter Falk y John Cassavettes

Ben Gazzara tiene un lugar muy especial reservado en los altares de la cinefilia por su incorporación de Cosmo Vitelli, el propietario de un club de striptease, en deuda con la mafia, en El asesinato de un corredor de apuestas chino (John Cassavettes, 1976), película fundamental del cine independiente americano. El actor y director francés Matthieu Amalric rindió el año pasado un sentido, visceral tributo a su papel en aquel filme dando vida a un personaje similar en Tournée. Del imaginario de aquella memorable interpretación echaron mano también los hermanos Coen cuando le dieron el papel del misterioso productor de cine porno Jackie Treehorn en El gran Lebowski (1998), y otros grandes autores contemporáneos como Todd Solondtz (Happiness), Spike Lee (Nadie está a salvo de Sam) o Vincent Gallo (Buffalo '66) también recurrieron a su magnética presencia en los últimos años.

Trailer de El asesinato de un corredor de apuestas chino (1976)

Dos años después de su última participación con John Cassavetes, en la fundamental Noche de estreno (1977), una verdadera carta de amor al teatro, Gazzara trabajó para otro importante director del cine norteamericano, Peter Bogdanovich, a quien conoció precisamente en el rodaje de Noche de estreno y quien le dio un papel protagónico en Saint Jack, el rey de Singapur (1979), que fue premiada en Venecia y de algún modo revitalizó la carrera de Gazzara en Europa. Gazzara repitió con Bogdanovich -quien le ha dedicado un post en su blog del "Indiewire"- en Todos rieron (1981), que corpotagonizó con Audrey Hepburn en papeles que el director de La última película escribió exclusivamente para ellos, después de haberles visto protagonizar Lazos de sangre (1979), de Terrence Young.

Acaso su preeminencia por personajes excéntricos y siempre al límite, fueran gángsters, alcohólicos o pícaros, comenzó cuando dio vida a Al Capone en el 'biopic' Capone (Steve Carver, 1975), y ese magnetismo por los outcast y los seres marginales se hizo más evidente en su "etapa italiana" durante los años ochenta y noventa, cuando residió de forma intermitente en un pueblo de la región de Umbría. En el cine italiano intepretó a un avatar de Charles Bukowski en Ordinaria locura (1981), de Marco Ferreri; al jefe de la Camorra en El profesor (1986), de Giuseppe Tornatore, o a un ladrón en Banditi (1995), de Stefano Mignucci.