Image: El Óscar en el aire

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Cine

El Óscar en el aire

Carta desde Hollywood

22 enero, 2010 01:00

Penélope Cruz en Nine y Clooney en Up in the air

Los óscar calientan motores. Hollywood prepara ya su gran fiesta, que este año llega con algunas novedades. Mike Goodridge, editor de Screen International, pulsa la situación desde Los Ángeles y comenta la posición de Nine y Up in the air, que se estrenan hoy en nuestro país.

Este año los óscar viven una auténtica revolución y un momento crítico. Por primera vez desde 1930 habrá diez candidaturas en la categoría de Mejor Película. El objetivo que se persigue, tras las acusaciones recibidas de que la Academia estaba dándole la espalda al público y volviéndose demasiado elitista, es que puedan entrar títulos más comerciales en la lista final. Desde luego, la novedad favorece a superproducciones como Up, Star Trek o Avatar aunque seguirá habiendo sólo cinco nominados en la categoría de Mejor Director. Estudios y directores han empezado ya con sus agresivas políticas de captación de devotos. El más activo, sin duda, ha sido James Cameron, que espera repetir el hito histórico de Titanic de 1997: éxito de público y de estatuillas.

Pero Cameron seguramente no lo tendrá tan fácil este año. Una cosa es que haya más películas nominadas y otra que al final la ceremonia se vaya a convertir en un reparto de premios a los más mediáticos. Curiosamente, la resistencia más férrea la encontrará Cameron en su propia ex mujer, Kathryn Bigelow, con su poderoso drama sobre la guerra de Iraq En tierra hostil. Y hay más títulos que suenan con fuerza, algunos más predecibles, como el Invictus de Eastwood o los Malditos bastardos de Tarantino y otros más rompedores, como Precious, de Lee Daniels. Además, hoy llegan a España dos películas que también aspiran a luchar con fuerza en la temporada de premios. Ambas han acumulado y a numerosos reconocimientos: Up in the Air y Nine.

Sin embargo, lo más probable es que ninguna acabe coronándose con la estatuilla más deseada. Aunque, eso sí, Up in the Air lleva una cierta ventaja. Se trata de una película bien escrita, basada en una novela poco conocida de Walter Kim, sobre un hombre cuyo trabajo consiste en despedir a gente de una punta a otra del país. Es difícil decir que es una comedia aunque tenga momentos divertidos porque la película está imbuida de una profunda melancolía. La captura con acierto a través de un personaje que presume de su soltería y de sus costumbres nómadas hasta que acaba convirtiéndose en un ser desesperado a causa del amor. Clooney conjuga con maestría su habitual charme y una sencilla vulnerabilidad. Sus virtudes, sin embargo, no logran ocultar que Up in the Air es una película tremendamente convencional en su defensa de los valores tradicionales de Estados Unidos: familia, seguridad, etc. Aunque el hábil guión lo haga parecer más ingenioso que otras veces, al final uno se queda con la sensación de que la película no dice nada con verdadera profundidad. Más terrible es el patinazo de Nine, una película producida por los hermanos Weinstein que no podía contar con mayores atractivos a priori, empezando por su gran reparto encabezado por Daniel Day-Lewis y secundado por actrices como Penélope Cruz, Nicole Kidman o Sofía Loren. Basada en el musical de Broadway de 1982, a su vez inspirado en la clásica película de Federico Fellini Ocho y medio, está dirigida por Rob Marshall, que conquistó los Oscar con Chicago. Pero esta vez ni siquiera el poder de los Weinstein, que lo tienen y mucho, podrá arreglar el desaguisado. Marshall se queda en la pura superficie de ese director atormentado que, a las puertas de su nueva producción, pierde la inspiración. Ambientada en 1965, cada una de sus musas tiene un número musical que en teoría representa alguna de sus fantasías con las mujeres. Al final, se queda en una sucesión de videoclips, algunos inspirados (Cotillard); y otros, no tanto (Kidman). Aunque el principal problema, además de Marshall, es el propio Day-Lewis, a quien no le pega nada su papel de sensual italiano amante de la ‘dolce vita'. La comparación con Mastroiani no puede ser más odiosa.