Image: El bosón de Higgs para no iniciados: la explicación definitiva

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Ciencia

El bosón de Higgs para no iniciados: la explicación definitiva

Alegrémonos, la pieza que falta del edificio de una de las partes del conocimiento de la naturaleza está casi confirmada

4 julio, 2012 02:00

Colisión de protones. © CERN 20

El catedrático de Física Aplicada de la Universidad de Alcalá, Antonio Ruiz de Elvira, explica el alcance del hallazgo presentado hoy por el Centro Europeo de Física de Partículas (CERN).

Ya vimos hace unas semanas qué es esto del 'Boson de Higgs'. ¿Existe? Se construyó, con un coste de unos 4.000 millones de euros una máquina enorme (el LHC) para tratar de encontrar esa partícula cuya existencia es efímera. Realmente no es una partícula sino la excitación de un campo, como el hocico del pez que roza la superficie en el estanque (el campo) y desaparece de nuevo. Si el estanque es como el Mediterráneo y el pez toca esa superficie una vez cada año, es difícil poder observar el evento. Hay que estar muy, pero que muy atento.

En el LHC se fuerza a que millones de peces (hablando coloquialmente) saquen el hocico al mismo tiempo. Lo que se ha presentado hoy en Australia, por el portavoz de uno de los grupos de trabajo del LHC es el análisis estadístico de las ondas que dejan esos peces al rozar la superficie del agua. Se hacen chocar x-llones de protones y se miden los efectos de la desaparición de los Higgs que se han podido excitar en las colisiones. Es como encontrar granos de arena roja entre montañas de arena de todos los colores, incluidos tonos muy parecidos al rojo que queremos hallar. El Higgs, si existe, debe tener una masa, medida en unidades de energía, cercana a 125 GeV (miles de millones de electrón-voltios) y debe desaparecer dejando rastros de cinco tipos distintos. Hay que pasar los x-llones de medidas por toda clase de filtros para eliminar todo aquello que no es lo adecuado.

Lo que se ha descrito hoy en Australia es que en dos de esos tipos de rastros, los que generan dos fotones (ondas electromagnéticas) y cuatro taus (excitaciones del mismo campo que desaparecen en una décima de billónesima de segundo) hay señales muy convincentes de que lo que ha desaparecido generando estas excitaciones es algo con una masa de 125.3 GeV y con error en la medida inferior a 4. 9 desviaciones estándar.

Es un signo casi inequívoco de la existencia del Higgs. Se tiene que confirmar por equipos independientes. Pero parece que sí, que el Higgs existe (durante una billonésima de billonésima de segundo), como existe la onda que deja el hocico del pez en la superficie del agua.

Alegrémonos: La pieza que falta del edificio de una de las partes del conocimiento de la naturaleza está casi confirmada. Esto es excitante, muy excitante porque nos permite dejar de dudar y avanzar hacia dos preguntas básicas mucho mas interesantes que la mera existencia de ese bosón de Higgs:

1) ¿Por qué existe el campo de Higgs? ¿De donde sale? y 2) Todo el modelo estándar basado entre otras cosas en el campo de Higgs, sirve para explicar (o casi explicar) por qué el protón es una partícula estable y el neutrón se desintegra en un protón y un electrón (más un antineutrino). Ahora, ¿Sirve eso para explicar la vida, la conciencia, las estrellas y las galaxias?

La ciencia no es el conocimiento exhaustivo de cada una de las partes de la naturaleza, sino el engarce de cada una y todas ellas para generar el edifico completo de la misma. Gracias a haber encontrado el Higgs (casi) podemos dedicar ahora nuestras energías a avanzar en estas dos preguntas que son las realmente importantes.

John Ellis, físico teórico del CERN explica qué es el bosón de Higgs