Image: La ciudad se mueve

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Exposiciones

La ciudad se mueve

Transutopías. Movilidad. Movimieento. Movilización

13 julio, 2018 02:00

Yann Arthus-Bertrand: Intercambiador entre las autopistas 105 y 110, Los Ángeles..., 2009

Centrocentro. Plaza de Cibeles, 1. Madrid. Comisarios: Rosa Pera, José Luis de Vicente y Víctor del Río. Hasta el 30 de septiembre

Esta muestra, que sus comisarios denominan "ensayo expositivo", combina documentos, textos e imágenes, con creaciones artísticas. Aunque a veces no esté clara la distinción. Porque ¿de qué lado ponemos la película de los hermanos Lumière de 1895, enfocando el tráfico parisino? ¿Y los dibujos de 1914 del arquitecto futurista Antonio Sant'Elia, donde aviones y ferrocarriles aparcan juntos en lo que hoy llamaríamos un "intercambiador"?

La movilidad es una cuestión central en el desarrollo de nuestra civilización y por tanto de nuestra cultura. Determinó el planeamiento de las ciudades y hoy en día, debido al tráfico y a la contaminación, se ha convertido en un condicionamiento de su futuro. La movilidad es también el eje de industrias tan potentes como el turismo y la clave de problemas tan vastos como el de la migración. Movilidad es lo que permite que se cultiven en Etiopía los tulipanes que se venden en las calles de Ámsterdam y que yo pueda vivir a cien kilómetros de mi puesto de trabajo. Si queremos cambiar este mundo, habrá que buscar alternativas a los modelos actuales de movilidad, porque nuestra sociedad está moldeada por ellos hasta sus más pequeños detalles.

El recorrido que aquí se nos presenta no es cronológico, ni es una colección de ilustraciones artísticas de los distintos enunciados. Se trata más bien de un surtido de visiones organizadas por contigüidad, que estimula la curiosidad del espectador y le anima a pensar en otros términos. Algo necesario, pues estamos en un momento crítico. La movilidad depende sobre todo de los combustibles fósiles. Por un lado, este regalo de la geología está cada vez más cerca de su fin. Por otro, el cambio climático tiene en la utilización masiva de los mismos una de sus causas principales. Es por tanto de agradecer que nos ofrezcan ocasiones para pensar sobre cómo nos desplazamos hoy y cómo lo haremos en el futuro.

El coche ocupa un lugar destacado en esta exposición. Emblema de libertad durante décadas, hoy no sabemos qué hacer con él

En una exposición como esta, el coche ocupa un lugar destacado. Emblema de libertad y autonomía personal durante décadas, hoy no sabemos qué hacer con él en las grandes metrópolis, pero sigue siendo imprescindible en el urbanismo expansivo. Es revelador ver juntos el anuncio con el que el Volkswagen "escarabajo" se lanzó en los Estados Unidos en 1967, y medio siglo después, cómo lo desmaterializa la airosa escultura Fantasma / Ghost de Damián Ortega (2006). O el agobiante mapa de calidad atmosférica de Madrid, realizado por Nerea Calvillo. La escena se completa con unos minutos del legendario atasco de Week-End, la película de Godard. Que tiene a su vez un correlato perfecto -y desolador- en el Global Mobility Index (2018), un dispositivo de visualización mundial de los atascos, realizado por SENSEable City Lab del MIT.

Erich Tabuchi: Pistas de skate en la campiña francesa, 2010

Frente a la mecánica y la regulación, está la ocupación del espacio público por seres humanos concretos. Como los que atajan sin control por los espacios perfectamente diseñados de Brasilia, tal y como reflejan las capturas de Google Maps recogidas por Pau Faus. O las mediciones subjetivas de Stanley Brouwn, anotando los pasos de sus recorridos. O el estupendo proyecto de Antoni Abad, que en 2004 proporcionó a un grupo de taxistas de Ciudad de México teléfonos móviles a través de los que publicar en internet sus experiencias mediante mensajes multimedia.

Entre las propuestas utópicas, desataca la de Lavinia Scaletti, titulada Zip City. Houseless not Homeless (2015), un kit que facilita la vida nómada en una ciudad como Londres, que en 2035 se calcula tendrá 10 millones de habitantes y gravísimos problemas de vivienda. Aún más desaforada es la idea de Zuloark, que en la estela dejada por Archigram hace cuatro décadas, desarrolla la idea de una ciudad móvil (VLS, que corresponde a Very Large Structure), que se desplaza por el terreno gracias a una tecnología que, hoy sí, lo haría posible.

El reverso de la movilidad son los sofisticados dispositivos para impedirla. James Bridle muestra en un video (Seamless Transitions, 2015) los centros de detención y deportación de inmigrantes en varios aeropuertos británicos. Imposibles de visitar, han sido recreados a partir de las descripciones de quienes han pasado por allí.

Este es el final de la historia. Produce cierta melancolía contemplar el primer dibujo, aún tentativo, con el que el diseñador Henry C. Beck intentó captar en 1931, de forma eficaz y novedosa, las líneas del metro de Londres. O el informe del urbanismo madrileño, titulado Memoria presentada a Isabel II sobre diversos proyectos de creación, paseos, alamedas, calles, plazas y squares en Madrid y en sus inmediaciones (1862). El resto de la historia ya lo conocemos: mientras que en la década de 1920 los artistas elogiaban la velocidad y la máquina, ahora elogian la lentitud y lo humano. Aquellas visiones del futurismo fueron proféticas, ojalá pase lo mismo con las actuales.