Image: Miki Leal, astuto seductor

Image: Miki Leal, astuto seductor

Exposiciones

Miki Leal, astuto seductor

Lo feo no se vende

19 septiembre, 2014 02:00

Detalle de Ray, 2014

F2 Galería. Dr. Fourquet, 28. Madrid. Hasta el 8 de noviembre. De 600 a 9.500 euros.

La inauguración de F2 Galería es una de las novedades de este nuevo arranque de curso. Con Enrique Tejerizo y Paloma Dotor como responsables, presentan su primera exposición acogiendo a uno de los nombres principales de su antecesora, la desaparecida galería Fúcares, Miki Leal (Sevilla, 1974), a quien Norberto Dotor dedicó una primera muestra en 2010, al cumplirse una década de la presentación del artista que nos dio a conocer en Madrid Magda Bellotti.

Volcado permanentemente en la pintura figurativa, de la que ha sido uno de los más altos exponentes en sus ya casi quince años de trayectoria, Miki Leal ha sustentado lo mejor de su trabajo en su dominio del color, en su capacidad para desplegarlo en un enorme y sugestivo abanico, y en su excepcional voracidad imaginaria. Pocos artistas han puesto sobre el papel, y nunca mejor dicho, un universo tan rico de situaciones y momentos tan mágicos como convincentes. Pocos, también, han conseguido hacer de sus propias peripecias y experiencias un catálogo tan exhaustivo y poblado.

Algo diferencia esta muestra de otras suyas, y lo hace especialmente respecto a la última, Plato combinado, celebrada en el CAAC de Sevilla, que tenía por hilo argumental cuestiones autobiográficas relacionadas con su propio ser artista. Lo que en aquella tenía de "sobreexposición", se resuelve en esta de manera más discreta y con un resultado más directo. Lo que allí se centraba en el propio Miki Leal y su entorno, lo hace aquí, pero mediante referencias laterales.

Insiste el artista en revelarnos las raíces y la evolución de sus preferencias estéticas, y lo hace por mediación de cuatro representantes del mejor diseño industrial del siglo XX. A cada uno ellos dedica una suite de dibujos en técnicas mixtas; los diseños textiles de la Wiener Werkstätte, de la que reproduce un cartel de 1925; Raymond Loewy, el padre del diseño industrial norteamericano, al que toma prestado el título de la exposición, dándole su personal guiño sarcástico; la célebre pareja de los Eames, Charles y Ray, sobre quiénes compone un "modesto" relato políptico de diez piezas que entremezclan, obra y vida y, por último, el Grupo Memphis, fundado en los años 80 por Ettore Sottsass.

Los dibujos tienen tanto la gracia como el dominio que caracteriza al pintor, pero resultan más austeros. A veces, por la literalidad de lo que reproducen, como varios de los logos o emblemas creados por los diseñadores, o esquemas de sus productos y fragmentos abstractos de sus diseños. Otras veces, por el modo del dibujo o la parquedad voluntaria del color, así en los grandes dibujos en un falso pero atractivo blanco y negro que simulan páginas enormes de un libro. El peculiar montaje, dejando a veces grandes muros vanos o agrupándolas en lugares que invitan a la intimidad contribuye a esa lectura distinta que ya nos seducía.