Image: Biblioteca a medida de Aleksandra Mir

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Exposiciones

Biblioteca a medida de Aleksandra Mir

Local Library

12 octubre, 2012 02:00

CHARLOTTE-ROSE, 2012

Galería Joan Prats. Rambla de Catalunya, 54. Barcelona. Hasta el 17 de noviembre. A partir de 7.000 euros.

Aleksandra Mir (1967), artista cosmopolita de origen polaco -en la actualidad reside en Londres- presenta con Local Library su tercera exposición individual en la galería Joan Prats. Artista de mediana carrera, con una notable proyección internacional, Mir se incorporó a la galería en 2009. Como en el caso de Fernando Bryce, Caio Reisewitz o Fabian Marccacio -artistas extranjeros igualmente integrados en la Joan Prats-, forma parte de la cantera de creadores que aportan el sello internacional a la galería.

Ahora, la versátil Aleksandra Mir muestra un proyecto -se nos dice- "entre la escultura y el mobiliario" que consiste, fundamentalmente, en estanterías con tacos de madera que simulan ser libros, aunque también comprende mesas y asientos. La artista ha organizado la disposición de los libros en los estantes como si de un Mondrian se tratara, pero la composición puede variar y la colocación -a gusto del usuario- adquirir mil ordenes o configuraciones diferentes.

La misma artista ha declarado que este trabajo posee unas connotaciones simbólicas. En la era del libro digital, estos estantes y libros de madera es como si quisieran recuperar la dimensión objetual y táctil del libro tradicional. Y más: la madera, materia original del papel, ha de aportar una calidez y un afecto que acaso las nuevas tecnologías y aparatos electrónicos tienden a extinguir.

Sin embargo, es posible la lectura contraria. Tal vez Local Library se pueda interpretar como una naturaleza muerta o una gran vanitas moderna. En ella, el libro se expresa como algo momificado donde la vida ha desaparecido. Estas maderas están, simplemente, muertas y son impenetrables. En Local Library, la idea de lectura se transforma en un aparato escenográfico o en un juego de combinatoria de maderitas... Y acaso esto es así porque lo que ha muerto de verdad no es tanto el libro como la lectura, el placer de perderse en un libro. Uno se agarra al fetiche, cuando el alma ha desaparecido.