Image: Ghirlandaio. Esponsales florentinos

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Exposiciones

Ghirlandaio. Esponsales florentinos

Ghirlandaio y el renacimiento en Florencia

25 junio, 2010 02:00

Ghirlandaio: Adoración de los Reyes, 1487

Comisario: Gert Jan van der Sman. Museo Thyssen-Bornemisza. Paseo del Prado, 8. Madrid. Hasta el 10 de octubre.

En esta exposción el Museo Thyssen-Bornemisza pone en contexto su famoso retrato de Giovanna degli Albizzi Tornabuoni, realizado en pleno Renacimiento florentino por Domenico Ghirlandaio y uno de los pesos pesados de la Colección del Barón.

Dos acontecimientos, los únicos notables, de la vida de la bella Giovanna degli Albizzi Tornabuoni tuvieron consecuencias para la historia del arte: su boda y su muerte, con sólo 19 años. En ambas ocasiones con protagonismo de Domenico Ghirlandaio, el pintor más apreciado por los Tornabuoni, que le confiaron la ejecución de uno de los más importantes ciclos de frescos del Renacimiento, la capilla mayor de Santa María Novella; en ella, dentro de la escena de La Visitación, es retratada Giovanna que en ese momento ya había fallecido.

El retrato de Giovanna
El afligido esposo, Lorenzo, pidió a Ghirlandaio que pintara para él el magnífico retrato, claramente basado en el fresco, que atesora el Museo Thyssen y que es la pieza central de esta exposición, no muy extensa y no siempre de obras de la mayor calidad, pero con un gran interés histórico-artístico y con piezas destacables. Su comisario, Gert Jan van der Sman, profesor en la Universidad de Leiden e investigador en el Istituto Universitario Olandese di Storia dell'Arte en Florencia, acaba de publicar un libro -Lorenzo y Giovanna. Vida y arte en la Florencia del Renacimiento- en el que recoge sus investigaciones, incluyendo documentación inédita. La muestra del Thyssen se basa en ese trabajo y se estructura en tres capítulos: el retrato, la boda y la devoción privada. Van der Sman propone un recorrido por el arte florentino de finales del siglo XV basado no en elementos formales sino en el uso de las imágenes. La cultura humanista de la que se dotaron estas familias se extendía a un profuso entorno artístico plagado de símbolos y alusiones a su estatus social, político y económico, y a la ideología, incluida la religiosa, que les guiaba.

En la proyección y los intercambios sociales, el retrato era una herramienta fundamental. La exposición reúne un interesante conjunto de retratos, muchos femeninos, en pintura, escultura, medalla y dibujo. Pollaiuolo, Botticelli, Verrochio y el propio Ghirlandaio, con una impresionante cabeza de anciana que demuestra su habilidad como dibujante, son los nombres más sonados en estas salas, en las que se ha subrayado el papel de las joyas como signos de estatus y, a veces, como soporte iconográfico. Tiene sentido en este contexto, pues tanto en el retrato de Giovanna como en algún otro, las alhajas no sólo se lucen sino que aparecen como parte del atrezzo del retrato. Habiendo Ghirlandaio iniciado su formación como orfebre, es lógico que apreciara esas excepcionales piezas, que debían siempre permanecer en la familia.

La habitación de Lorenzo
La mayor aportación de la muestra es el capítulo de los esponsales. El complejo ceremonial de traslados, comidas, bailes y fiestas se ilustra ya en la primera sala, pero destaca ante todo el conjunto de pinturas encargado para decorar, con ocasión de la boda, los aposentos de Lorenzo en Florencia -en la casa de campo de Chiasso Macerelli se encargaron frescos a Botticelli-. Giovanna fue entregada a los Tornabuoni para asegurar la continuidad de esta estirpe, pues Lorenzo era el único hijo legítimo y debía darle pronto un heredero. La alianza entre familias tan poderosas fue cantada por Naldo Naldi en 336 versos que describen los tres días de celebraciones. De ellas poco queda, salvo una caja que debió de pertenecer a la dote, pero se conserva parte de la decoración pictórica de la Chamera di Lorenzo, bella, en la que quiso demostrar su buen gusto artístico. La obra principal es un excelente tondo con la Adoración de Ghirlandaio, aunque tiene mayor mérito haber reunido los tres paneles apaisados sobre la historia de Jasón y Medea, entre los que destaca, por su rareza, el de Pietro del Donzello.

Tras otros ejemplos de obras de arte relacionadas con las nupcias, se cierra la exposición con una selección de arte religioso de formato medio y pequeño, destinado a la devoción privada en los palacios florentinos. El comisario se ha basado en el inventario que se hizo en 1497 a la muerte de Lorenzo para elegir los temas, y ha recurrido a artistas florentinos de la época para ilustrarlos. Sobresalen un relieve de una Virgen de Rossellino y el Cristo, varón de dolores de Ghirlandaio, tan influido por la estética nórdica que se tuvo por obra de Memling.