'Naturaleza viva. Vida vibrante', 1943

'Naturaleza viva. Vida vibrante', 1943

Exposiciones

Seductora Maruja Mallo

10 julio, 2002 02:00

Maruja Mallo

Guillermo de Osma. Claudio Coello, 4. Madrid. Hasta finales de julio

Al cumplirse cien años del nacimiento de Maruja Mallo (Vivero, Lugo, 1902-Madrid, 1995), la galería Guillermo de Osma y la Fundación Caixagalicia presentan esta exposición sobre una de sus series más originales y menos conocidas: Naturalezas Vivas, realizada entre 1941 y 1944 en su exilio bonaerense.

La llegada de Maruja Mallo a Argentina en 1937 cambió el rumbo de su pintura, interrumpiendo el registro sombrío de su suite anterior, Cloacas y campanarios, y llenándola de una frescura y alegría contagiosas. El esoterismo de la artista, en el que lo arcano se mezcla con el gusto por la matemática y las Ciencias de la Naturaleza, recorre estos pequeños formatos en los que el arte está concebido como presagio, y en los que se mima el resultado final asegurando el criterio de proporción y una técnica meticulosa. No en vano Maruja Mallo pintó sólo un centenar de cuadros durante los sesenta años de su vida profesional.

Estas visionarias composiciones de conchas y caracolas, con algunos elementos botánicos, todo dispuesto en ámbitos ensoñados, de claridades siderales, tienen su origen en el viaje que Maruja Mallo realizó a Chile en 1939, quedando impresionada por la costa del Pacífico, “ese violento océano que baña unas playas cuyas arenas son piedras de colores (...) entre las estrellas de mar y las grandes algas (...) y luego las caracolas, ¡qué profusión de belleza, qué armonía de formas, qué deslumbradora arquitectura de acabada geometría!” Se exponen ocho de los dieciséis cuadros que formaron la serie -hoy muy dispersa-, junto con materiales preparatorios y trabajos concomitantes. En estas Naturalezas Vivas asombran la tersura de su pureza formal, el ritmo que marca la contraposición de formas semejantes, el cristalino equilibrio compositivo, la simbología sexual de sus elementos y la grandeza plástica de los espacios, en especial los circulares y esféricos. Son cuadros preciosos, testimonio de un fuerte espíritu subjetivo, sometido a un debate subterráneo entre asociaciones surrealistas, reorganizaciones cubistas y una inclinación mantenida hacia el estilo perfilado, “objetivista”, del realismo mágico. Que nadie, pues, se pierda esta pequeña fiesta de cumpleaños en homenaje de la figura femenina posiblemente más vivaz y seductora de la historia de nuestra modernidad.