Gran exposición en Londres. Brancusi, figura clave en la escultura del siglo XX llega a la Tate Modern

Esta exposición londinense está compuesta por una treintena de piezas, está comisariaza por Carmen Jiménez y viajará al Guggenheim de Nueva Cork a principios del próximo verano. La obra de Brancusi ha sido objeto de numerosas revisiones como la de 1969-1970 que viaja por diversas ciudades norteamericanas, y la de 1996 en el Centre Pompidou y el Philadelphia Museum of Art. En vida, y gracias, en parte, a su gran amigo Marcel Duchamp, realizó muchas exposiciones y recibió la atención de la crítica especializada norteamericana.

Adalid del movimiento moderno, pionero de la abstracción, Constantin Brancusi es pieza fundamental en el complejo puzzle del arte del siglo XX. Nacido en Rumanía en 1876, se traslada a París en los primeros años del siglo y estudió a Rodin para después iniciar, al mismo tiempo que Kandinsky desarrollaba sus primeras experimentaciones en torno a la abstracción, un intenso proceso de depuración de la forma. La mayoría de las obras de la exposición están realizadas en piedra y mármol. ésta incluye muchas de sus obras maestras como "El Beso", realizada en 1907, pieza que traslada al espectador al ámbito del primitivismo, con un tipo de talla directa que rompe con los planteamientos escultóricos habituales como el modelado en arcilla previo al trabajo final. "El Beso" muestra una pareja realizada esquemáticamente de cuerpos apenas discernibles, lo que acentúa la unión rotunda de los cuerpos a través de una talla sutil. Brancusi pensaba que la escultura moderna necesitaba una vinculación extrema entre las manos y el material.

La cabeza, parte expresiva única del cuerpo humano, es una de las grandes protagonistas de la exposición. "Head of a Sleeping Chile" (1908) es una obra realizada poco después que "The Kiss" y muestra presupuestos completamente opuestos. Mientras "The Kiss" acentúa las propiedades del material, la rotundidad y el primitivismo, esta cabeza de niño se presenta como un fenómeno de sutileza extrema. Brancusi ya deja clara su intención reduccionista en una obra que tiende a una simplificación evidente, como en la "Sleeping Muse" realizada en 1910, en la que la cabeza aparece reducida a un cuerpo ovalad impecable, de gran serenidad. Hacia 1920 Brancusi ya ha alcanzado plenamente la abstracción con obras como "The Beginning of the World" es la culminación del camino iniciado por las obras mencionadas anteriormente, una forma ovalada que sugiere conceptos como pureza y fertilidad y que remite al espectador a la escultura en su origen, en su esencia.

Destacan también, dentro de la exposición el hermanamiento entre espacio y movimiento. En la década de los veinte, Brancusi investiga sobre el movimiento desde lo vertical en lo que constituye una serie de investigaciones en torno a la idea del vuelo, de lo que se desprende una evidente disolución de la materia y un gran dinamismo. Estas piezas se convirtieron en el paradigma de la escultura abstracta, una escultura que nace de la tierra desafiando las convenciones del género. Así lo atestigua "Bird in Space" (1932-40), una de las joyas de la exposición, prima hermana de una versión realizada a finales de la década de los veinte que fue intervenida en una aduana norteamericana por considerarse simplemente un objeto metálico de utilidad desconocida. Publicidad gratuita para la escultura abstracta.