Nace en Basilea un nuevo concepto de centro de arte. Schaulager es un lugar único en el mundo por su nueva manera de entender el arte contemporáneo

En Shaulager, a las afueras de la ciudad suiza de Basilea, cercana a la frontera con Francia y Alemania, da sus primeros pasos un nuevo modelo de centro de arte, un concepto que pretende revolucionar la política cultural actual en cuanto a la gestión del arte contemporáneo. Shaulager no es ni un museo ni un centro, ni una kunsthalle. Se trata de un nuevo concepto de colección. La mayoría de las colecciones privadas se encuentran en peines y cajas de embalaje. En Shaulager, la colección de Emmanuel Hoffman, gestionada desde su muerte prematura por su mujer, puede contemplarse en un espectacular edificio construido por Herzog & De Meuron, uno de los equipos de arquitectos mejor considerados del momento, donde quedará expuesta en su integridad. Sin embargo, no todo el mundo tiene acceso a este lugar. únicamente están permitidas las labores de investigación o documentación. Una vez aceptada la solicitud, el visitante será dirigido solamente hacia la pieza que quiera investigar. De este modo, Shaulager se convertirá en el gran entro de investigación del arte contemporáneo. Un lugar con unas instalaciones sensacionales donde poder disertar sobre la creación artística, discutir las últimas tendencias estéticas o intercambiar posturas relacionadas con estas. Eso sí, sumamente elitista. Posiblemente, quién sabe, estemos ante el nuevo modelo de centro del siglo XXI.

Shaulager, sin embargo, tiene la intención de realizar una gran exposición cada año. Este año estará dedicada a la carrera artística de Dieter Roth, uno de los más grandes artistas suizos del siglo XX. El año que viene será dedicada a las figuras de los arquitectos Herzog & De Meuron. Conociendo a los suizos, estas exposiciones no dejaran a nadie indiferente. La exposición retrospectiva de Dieter Roth está coproducida por el MoMA y el Museum Ludwig de Colonia y está diseñada por Bjorn Roth, hijo del artista y colaborador asiduo. Comprende pinturas, esculturas, libros, videos y un largo etcétera. Cincuenta años de creación de un artista descomunal.

Nacido en Alemania pero Suizo de adopción, Dieter Roth comienza su andadura artística en el campo del diseño gráfico para más tarde pasar a utilizar todo lo que le quedara al alcance de la mano, desde queso hasta chocolate. Roth comienza a utilizar todo tipo de materiales de desecho que colecciona compulsivamente para presentarlos en imponentes instalaciones. La suya es una reflexión sobre la viabilidad del arte, aunando en su obra elementos y referencias evidentes de Duchamp y el dadaismo. Roth se encuentra cerca de los presupuestos dadaistas al cuestionar en todo momento el espíritu del arte, de la creación artística. En la exposición que se celebró en el MACBA en la primavera de 2001 se pudieron ver fragmentos de un sentir netamente irónico y punzante en sus pinturas para perros o en sus referencias al pensamiento de Hegel.

En Roth, el deterioro siempre tiene grandes posibilidades estéticas. Nada es desechable sino que, muy al contrario, todo puede formar parte de un universo estético increiblemente vasto. En su intervención de la Documenta de Kassel, el pasado año, el visitante se introducía por una sala de tránsito, en toda una vorágine de elementos diseminados por el espacio que incluían todo el poemario del artista: libros, gráficos, comida, videos, con los que presentaba un aluvión de claves autobiográficas.

No conviene pues perderse esta gigantesca exposición ni el nuevo centro para el arte contemporáneo que la alberga. Cincuenta años de intensa creación de uno de los artistas más importantes del siglo XX no son mal reclamo para un centro que a buen seguro recibirá un importante número de visitantes coincidiendo con la feria de Basilea. La exposición tiene en la Dieter Roth Foundation de Hamburgo a uno de sus más importantes prestadores.