
Jesús Rafael Soto: 'Penetrable', 1982. Obra instalada en una de las terrazas del Museo reina Sofía. Foto: MNCARS
Ampliación en el Museo Reina Sofía: las terrazas del edificio Nouvel, nueva sala de escultura al aire libre
El museo instala obras de Martín Chirino, Jesús Rafael Soto y Edgar Negret que nunca había mostrado y forman parte de la corriente de escultura geométrica de los 60 y 70.
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El Museo Reina Sofia reabre las terrazas del edificio Nouvel, unos de sus espacios más emblemáticos, tras una reordenación que incluye la instalación de tres obras que forman parte de la importante colección de escultura geométrica de los años sesenta y setenta del siglo XX del museo. No se trata simplemente de una serie de esculturas en la terraza, sino que esta se concibe como una nueva sala de la Colección que presenta un tipo de escultura inédita en las lecturas de los fondos del Museo.
A finales de los años sesenta del siglo pasado el minimalismo dotó a la escultura de un repertorio formal basado en las formas geométricas elementales, pero también dio lugar a una nueva manera de entender la relación entre una obra de arte y sus espectadores: una apertura a su participación e interacción.
"Los experimentos con la escultura geométrica fueron fundamentales para construir una nueva visión utópica de la ciudad contemporánea y de sus transformaciones sociales, lejos de su apariencia en el presente, como residuos urbanos de la cultura corporativa que acompaña a los grandes rascacielos de muro cortina", señala el museo en un comunicado.
Esta nueva sala al aire libre del museo presenta una serie de obras que insisten en el cambio de sensibilidad que supuso el trabajo con la geometría en esas décadas, que "merece ser puesto en valor con tres de sus grandes maestros, tanto en España como en América Latina".
Uno de ellos es Jesús Rafael Soto (Ciudad Bolívar, Venezuela, 1923-París, 2005). Sus aportaciones al arte cinético tuvieron la vibración óptica como experiencia central. A partir de ahora, una obra de su serie Penetrables, de 1982, formada por piezas colgantes, podrá verse (y atravesarse) en una de las terrazas del edificio Nouvel.
Edgar Negret Dueñas: 'Vigilante rojo', 1979. Obra instalada en una de las terrazas del Museo Reina Sofía. Foto: MNCARS
También se expone Vigilante rojo (1979), del colombiano Edgar Negret (Popayán, 1920-Bogotá, 2012). Expuesta en el Tribunal de Cuentas Europeo, en Luxemburgo, como depósito temporal desde 2015, la obra de Negret vuelve al Reina Sofía, donde nunca se había expuesto pese a pertenecer sus fondos, tras un importante proceso de restauración.
Como explica el Reina Sofía, fue el escultor Jorge Oteiza el primero en empujar a Negret a sus experimentos escultóricos geométricos en los años cincuenta. El artista vasco le consideró siempre uno de los exponentes fundamentales de la plástica en América Latina.

Martín Chirino López: 'Mediterránea (10)', 1971. Obra instalada en una de las terrazas del Museo Reina Sofía. Foto: MNCARS
El tercer escultor que desde ahora estará presente en las terrazas del Reina Sofía es Martín Chirino (Las Palmas, 1925-Madrid, 2019). El artista canario fue uno de los fundadores del grupo El Paso, el colectivo de vanguardia del arte contemporáneo que rechazó las estéticas realistas del franquismo en favor de una nueva materialidad. Su escultura habla al paisaje y a las formas primigenias, y se convirtió en uno de los escultores europeos con mayor éxito internacional de las últimas décadas del siglo XX.
La obra expuesta es la décima de la serie Mediterráneas, realizada en 1971. Otras piezas de la serie están en las colecciones del Edificio Chrysler en Nueva York o del Museo Middelheim en Amberes. Esta procede de la colección del predecesor del Museo Reina Sofía, el Museo Español de Arte Contemporáneo, en la que en ingresó en 1975. Todas ellas están realizadas en acero laminado, soldado y pintado, con acabados industriales, casi automovilísticos.
Con la instalación de estas tres obras escultóricas se inaugura un nuevo espacio expositivo que permite al público interactuar con uno de los espacios más destacados de la sede central del Museo, desde donde se puede disfrutar de una vista panorámica singular de la ciudad.
"Esta reapertura de las terrazas marca el inicio de la nueva reordenación de la colección permanente que culminará en 2028, y que tendrá por objetivo articular una colección sólida y perpetuamente revisable a partir de los fondos del museo para establecer un relato mínimo común", explica el Reina Sofía.