Maya Ruiz-Picasso Walter, hija del pintor Pablo Picasso y de Marie-Thérése Walter, ha fallecido este martes a los 87 años, según un comunicado que el abogado francés Richard Malka, allegado de la familia, envió a la agencia Frances Presse. "Maya Ruiz-Picasso murió apaciblemente esta mañana rodeada de su familia", aseguraba el escrito. "Descanse en paz", ha apuntado el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, a través de las redes sociales.

Nacida en la localidad francesa de Boulogne-Billancourt en el año 1935 como María de la Concepción, era la primera hija del pintor malagueño aunque el segundo de sus cuatro vástagos. Su madre era Marie-Thérése Walter, una jovencísima dependienta de 17 años en unas galerías de París que fue amante del pintor malagueño cuando éste estaba casado con Olga Jojlova, quien acabaría por separarse al enterarse del embarazo.

Maya dedicó gran parte de su carrera profesional como historiadora del arte a promover el legado picassiano. Dos exposiciones que reúnen casi dos centenares de obras y que se pueden ver hasta el 31 de diciembre en el Museo Picasso de París celebran las donaciones que la hija del artista hizo al patrimonio francés, la última, nueve obras maestras -seis pinturas, dos esculturas y un cuaderno de dibujo-, así como la relación paterno-filial y cómo su nacimiento aumentó el interés del artista por el tema de la infancia.

Una de las salas de la exposición 'Maya Ruiz-Picasso, fille de Pablo'. Museo Picasso de París

En la obra de Picasso, Maya aparece representada en un excepcional conjunto de retratos cubistas que recogen escenas de la vida privada y destacan por su ternura y cariño. Algunos ejemplos son Maya con muñeca o Maya en traje de marinero. Entre enero de 1938 y noviembre del año siguiente, el autor del Guernica realizó al menos 14 cuadros protagonizados por su hija, que constituyen estudios físicos y psicológicos en detalle de la joven y proyectan la alegría que brindó a su presencia a la vida de su padre. Es la serie "más impresionante dedicada a una niña", según la historiadora del arte Werner Spies. 

Después de la II Guerra Mundial, cuando el pintor se instaló en el sur de Francia, donde formó una nueva familia con Françoise Gilot, Maya siguió compartiendo momentos de gran cercanía con su padre, a quien veía regularmente. Fue invitada a trabajar como su ayudante en la película documental El misterio de Picasso. En 1960, Maya se casó con el un oficial de la Marina llamado Pierre Widmaier, con quien tuvo tres hijos: Olivier (1961), Richard (1964) y Diana (1971).

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El profundo apego de Maya a su padre se evidencia en la devoción con la que ella conservó la ropa, los recortes de uñas y los mechones de cabello que el supersticioso artista enviaba regularmente a Marie-Thérèse para su custodia. Fascinado y aterrorizado a la vez por la muerte, Picasso observó numerosos rituales para protegerse de las maldiciones. Estos recuerdos son a la vez testigos de actos devocionales privados y depósitos de recuerdos de los años que pasaron la hija y su padre juntos.

En declaraciones a la agencia France Presse, uno de los hijos de Maya, Olivier, su madre y su abuelo tenían una relación muy estrecha: "Es la única persona en el mundo que conozco que no hablaba de Pablo Picasso sino de papá. Creo que eso testimonia esa relación excepcional que tenía con él".

Hace más de cinco años el Gobierno concedió la nacionalidad española por carta de naturaleza a Maya Ruiz-Picasso, tan solo tres días antes de la presentación de la exposición Piedad y terror en Picasso: el camino a Guernica, que se celebraba en el Museo Reina Sofía para conmemorar los 80 años de la creación de este cuadro. El fallecimiento de la gran experta en la obra del pintor se produce a las puertas del comienzo del año Picasso, que conmemora el medio siglo de la muerte del artista.