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Pedro Neves Marques, colonialismo molecular

La exposición que se puede ver en el CA2M de Móstoles y en CaixaForum de Barcelona se construye como una conversación entre la actriz, Guajajara, el artista y el espectador

8 junio, 2021 00:22

YWY. Visiones. Pedro Neves Marques

CA2M. Av. de la Constitución, 23 Móstoles (Madrid). Hasta el 11 de julio. CaixaForum. Av. de Francesc Ferrer i Guàrdia, 6-8. Barcelona. Hasta el 26 de septiembre. Comisaria: Rosa Lleó

“¿Cómo es posible imaginar los derechos de los robots por encima de los derechos de los pueblos indígenas, los migrantes y los desposeídos?”, es una de las preguntas que resuena cuando se visita, en el CA2M de Móstoles, la individual YWY. Visiones, de Pedro Neves Marques (Lisboa, 1987), que ha mostrado su trabajo en instituciones de referencia como el Castello di Rivoli (Turín) y Gasworks (Londres) y ha participado en las Bienales de Liverpool y Gwangju. Está escrita en una de las paredes de la sala y apela al visitante junto a otras muchas frases. Unas son del propio artista y otras están extraídas de guiones de cine, relatos de ciencia ficción y ensayos de autores diferentes. Forman un coro en el que voces muy diferentes, que hablan en distintos idiomas, se unen en una melodía particular. Funciona como una banda sonora que acompaña el desarrollo de las películas que se proyectan, que anuncia y subraya su contenido, que desvela lo que significa la protagonista, YWY, de este proyecto en proceso que se presenta al mismo tiempo en el CaixaForum de Barcelona.

La exposición se construye como una conversación entre la actriz, Guajajara, Neves Marques y el espectador

La historia de YWY, la androide, no la ha escrito solo Neves Marques. La actriz que le ha dado cuerpo, Zahy Guajajara, también le ha dado voz. Esa voz que recibe al espectador y que parece contar un relato en primera persona, aunque esto sólo se intuye porque lo hace en ze’egete, la lengua del pueblo tenetehára-guajajar del norte de Brasil, al que pertenece. Esta pieza sonora, YWY, Visiones-Hekepé (2020), provoca un extrañamiento incómodo en el visitante. Hace evidente la imposibilidad de la traducción. Siempre hay algo que se pierde en el camino. Los significados se alteran. Las sutilezas de un idioma quedan borradas cuando se transcriben en otro. Además si el traductor es diferente al autor, se apropia de las palabras, las roba, las hace suyas pasándolas por el filtro de su experiencia, interpretándolas. Guajajara deja claro desde donde habla, como mujer indígena, como cuerpo que fue colonizado y está en lucha, que se debate entre lo propio y lo que le fue impuesto.

Es importante que la exposición, fruto de la Convocatoria de Producción de la Fundación ”la Caixa” de 2019, se construya como una conversación, a veces intencionadamente inteligible, entre Guajajara, Neves Marques, que también manifiesta su posición como hombre blanco portugués, y el espectador, que debe hacerse consciente de cuál es la suya.

Pedro Neves Marques y Hetamoé: 'YWY, Searching for a Character Between East and West', 2020. Foto: © Pedro Neves Marques y Hetamoé

La historia de la androide YWY, que significa tierra o territorio en tupí-guaraní, es una ficción especulativa que tiene por escenario un Brasil distópico. Es una fábula que trata sobre el colonialismo molecular, un colonialismo de las unidades mínimas, más peligroso por menos evidente, que se está infiltrando a través de la ingeniería genética, la biotecnología, el análisis de datos y la dictadura del algoritmo en todos los cuerpos, esos que ahora podríamos adjetivar como corporativos, pertenecientes a las grandes compañías. Este colonialismo tiene una de sus bases en estrategias de carácter comercial que, bajo la falsa excusa del desarrollo, han buscado crear un mercado global en constante avance. A través del extractivismo y la explotación, se ha convertido a los países del que fue llamado Tercer Mundo en una fuente de materia prima y mano de obra casi gratuita, porque se ha generado un proceso circular que se alimenta de la deuda.

Este proceso se muestra en el vídeo con carácter documental, Aprendiendo a vivir con el enemigo (2017), que se centra en el cultivo de soja transgénica en Brasil para ser transformada en biodiesel. No se han tenido en cuenta o, mejor, no han importado las consecuencias: la desaparición de algunos modos de vida y el ecocidio. Esta situación de emergencia es la que viven YWY, que se descubre como una disidente de la norma, y Capivara, trabajador en una plataforma petrolífera marina, en otro de los vídeos, Semilla exterminadora (2017). Aquí se narra el viaje de ambos desde el mar, contaminado por un vertido de la plataforma, hasta los campos de cultivo de soja y maíz transgénicos, pasando por la ciudad, cuyos habitantes se mantienen ajenos al desastre. Es un relato de incomprensión: Capivara, nostálgico del sistema, es incapaz de entender las posibilidades que le ofrece YWY.

La exposición se cierra con YWY, en busca de un personaje entre Oriente y Occidente (2020), que extiende el marco geopolítico y lo lleva a China, la mayor consumidora de soja transgénica, añadiendo más capas. En esta animación, con estética de manga japonés, Neves Marques y Guajajara aparecen como protagonistas, diluyendo la frontera entre un futuro fabulado y la realidad presente. Aquello que parece por venir, ya ha llegado.