Image: ARCO bombea a 166 latidos por minuto

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Arte

ARCO bombea a 166 latidos por minuto

22 febrero, 2019 00:00

Fernando García: Retrato de Manolo Millares, 2012 (Heinrich Ehrhardt)

Es el corazón y el cuerpo de la feria. Ocupa casi todo el espacio de los pabellones 7 y 9. Con 166 galerías, 6 más que el pasado año, y los proyectos especiales como novedad, recorremos los pasillos del Programa general de la mano de los galeristas.

El Programa general de este año viene cargadito. Repiten grandes nombres internacionales como Carlier Gebauer, Chantal Crousel, Esther Schipper. Hauser & Wirth y Thaddeus Ropac, y más de una treintena de galerías incorporan, junto a su stand principal, un espacio anexo dedicado a proyectos especiales de un único artista. Algo así como los Project Rooms de antaño pero con una ubicación más cómoda. Entre las españolas hay alguna falta: no acuden Pilar Serra, que no ha sido aceptada, ni Javier López & Fer Francés y Carles Taché. Tampoco Estrany de la Mota, de la que nos entristece mucho el anuncio de su inminente cierre. Y regresa, tras el paréntesis del año pasado, Juan Silió, quien, por cierto, quizá nos sorprenda pronto con nuevo espacio en Madrid. A escasos días de la inauguración de ARCO, nos colamos en los almacenes y discos duros de los galeristas para que nos avancen las sorpresas que nos esperan en sus espacios pop-up. Y les pedimos que seleccionen para El Cultural dos obras: una de menos de 5.000 euros y otra de más de 10.000, a las que nosotros nos hemos tomado la licencia de añadir algún extra.

Dos paradas obligadas son los proyectos especiales de Pepe Espaliú, en García Galería y FOD en T20

En el recuento general salen muchos nombres jóvenes -esta franja de precio es lo que tiene-. Y nos reencontramos con varias piezas que ya hemos visto en exposiciones de 2018 en museos y galerías. Esperemos que en esta segunda ronda tengan más suerte y se cierren las compras que no culminaron en la primera parada. Hay también avances de la grandes citas por venir, o lo que es lo mismo, de la 58° Bienal de Venecia que arranca en menos de tres meses. Sergio Prego, al que conocemos por estructuras efímeras, hinchables como las que expone ahora dentro del ciclo Box 27 en el Casal del Solleric de Palma, estará en etHall con Rosas (2017), que pueden adquirirse por un precio que oscila entre 15.000 y 34.000 euros. La galería valenciana Rosa Santos dedica su espacio de proyectos a un mapa astral hecho con fotografías de la artista-médium-performer feminista Chiara Fumai, recientemente fallecida (desde 12.000 euros). Fumai estará en el pabellón italiano junto a Enrico David y Liliana Moro. Y, muy cerca, Sabrina Amrani trae un tapiz de tonos oscuros de Joël Andrianomearisoa (90.000 euros), que ocupará la primera representación de Madagascar en la bienal.

Homenaje a Millares

Elvira Amor: Sin título (Sept 18-III), 2019 (García Galería)

Pero me he desviado, pues siempre empiezo mi recorrido por el pabellón 9, donde se sitúan el mayor número de galerías, dejando el 7 para las más históricas con excepciones como Helga de Alvear, Elba Benítez, Casado Santapau o Juan Silió. En plena entrada está Heinrich Ehrhardt con varias de mis piezas favoritas, sobre el papel, claro, a la espera del directo. Aquí Fernando García hace un homenaje a Manolo Millares con una bolsa de plástico llena de tierra y hojas recogidas en los alrededores de su tumba. La obra es antigua (de 2012) pero le acompaña una nueva serie que ha hecho en la casa-estudio de Tapiès, obsesionado por el rastro que dejan los creadores a su paso. El Retrato de Manolo Millares cuesta 4.800 euros y convivirá con las pinturas de Secundino Hernández, uno de los pintores más cotizados de su generación -aquí con lienzo de 120.000 euros- y exposición individual en la galería. Va también lanzado, aunque en otra marcha, Antonio Ballester Moreno, que el año pasado fue uno de los siete artistas-comisarios de la Bienal de São Paulo. Fiel defensor de lo artesanal y lo cotidiano, sus telas de arpillera de yute impregnadas de soles, estrellas y lunas estarán en el stand de Maisterravalbuena, desde 12.000 euros. Pintura también en Moisés Pérez de Albéniz en la que Guillermo Mora presenta 2016 en 2019 (2019), un acrílico de más de 2 metros de lado bajo el que oculta dibujos y bocetos de la propia pieza (19.500 euros).

Entre ambos espacios llegamos a Juana de Aizpuru, donde no falta ninguno de sus artistas de cabecera y la maravillosa Sandra Gamarra hace triplete con presencia también en los proyectos especiales y en la sección de ARCOPerú. ¿Más nombres? Dora García mostrará sus característicos dibujos de cabezas despersonalizadas (2.500 euros), Cristina de Middel la serie fotográfica Midnight at the Crossroads sobre la espiritualidad en África (de 5.000 a 12.000 euros), Wolfgang Tilllmans una impresionante fotografía que roza los 100.000, y un largo etcétera porque, ya saben, este es uno de los stands más grandes de la feria. También lo es el de Max Estrella, donde Almudena Lobera sigue trabajando sobre la idea del almacenamiento en la memoria -tanto digital como humana-, en este caso poniendo sus lentillas mensuales en doce rostros clásicos de escayola. Atentos que cuestan 3.500 euros y esta artista, de la que pronto veremos los resultados de su beca Leonardo Fundación BBVA, va ir para arriba. Y de lo micro, a lo macro, la pantalla de LEDs de la serie Surge de Daniel Canogar (32.000 euros) con la que prosigue su investigación sobre los Big Data. De Dora García -perdón que salte, pero es que estamos al lado- habrá también dibujos en ProjecteSD. Estos, quizá de mayor complejidad, forman parte de su investigación sobre La Peste, al hilo de la dirección artística y el diseño de la escenografía de la ópera en el Teatro Real de Madrid.

Volviendo a los nombres más jóvenes: en Parra & Romero nos recomiendan la obra de Oriol Vilanova Exaequo. No se cerraron sus ojos (2012), por 4.000 euros, y Language Infinity Sphere (2018) de Rosa Barba, por 36.000 euros, y nosotros lo suscribimos. Aunque de Vilanova preferiríamos una pieza más reciente, en esta vemos ya su interés por las postales y las múltiples lecturas que puede dársele a un archivo. Viene también a la feria Enric Farrés, en Nogueras Blanchard, con la serie Tableaux (4.500 euros), en la que cuelga de la pared varias mesas rescatadas de la facultad de Bellas Artes de Barcelona. Mesas, sí, de verdad, que con sus pinceladas azarosas, goteos y capas superpuestas de pintura, hablan de los gestos de todos los alumnos que han pasado por ahí. François Vanneraud en Ponce + Robles adapta una instalación previa: paisajes oníricos y reales construidos con esculturas que imitan rocas y cactus sobre un manto de sal, fotografías y dibujos que se expanden por las paredes (en la feria a 10.000 euros). Y, saliéndome un poco del guión, de esta galería no me perdería el video y las fotografías de Karina Skvirsky, una de las artistas más interesantes del pasado ARCO. Utiliza su propia biografía familiar para hablar de la historia de Ecuador mezclando un acercamiento poético con materiales de archivo teñidos de compromiso social. Por último, la pareja Fuentesal & Arenillas, en Luis Adelantado, muestra una delicada escultura en caoba (4.500 euros) que combina juego y autorretrato. Habrá también una pieza del recientemente fallecido Darío Villalba, al que la sala de Alcalá 31 dedica exposición en mayo.

Algún déjà vu

Sergio Prego: Rosas, 2017. (EtHall)

En cuanto a las reminiscencias de exposiciones pasadas, en àngels barcelona podemos hacernos por menos de 2.000 euros con una de las piezas de Daniel García Andújar post Documenta. Reflexiona sobre los conceptos de copia y original, utilizando escultura griega clásica e imágenes hackeadas para hablar del canon como una construcción cultural. En F2, no se pierdan la Piñata (2019) de Jacobo Castellano (28.000 euros) en la que combina objetos “buscados” de cerámica, cristal y lino con piezas de madera, creando una coreografía de recuerdos con los que consiguen que todos estos objetos hablen. La película completa la ponen ahora en el Artium de Vitoria, donde se presenta desde hace tres semanas su exposición más completa hasta el momento. Y Espacio Valverde -en un stand, nos adelantan, muy conectado con la arquitectura, la geometría y el cuerpo- rescata las obras en las que Alfredo Rodríguez experimentaba con la emulsión fotográfica sobre el vidrio, y las piezas en yeso de Elena Alonso que recorrieron el perímetro de un arco en la exposición Querer parecer noche del CA2M. La primera por menos de 5.000 y la segunda más de 10.000 euros.

Párense en Alarcón Criado a ver las piezas de Ira Lombardía, una artista con inteligentes reflexiones sobre el uso de las imágenes. Tiene ahora exposición individual en su espacio sevillano y a la feria trae ejemplos de la serie Impudens Venus (2018), en la que habla de las tipologías de Venus helenísticas y crea collages con fotografías de estas esculturas clásicas y brazos de mujeres actuales en manifestaciones. Iconografía clásica, apropiación y compromiso social en piezas únicas que cuestan 3.500 euros. Despiertan también mi curiosidad las esculturas de látex de la joven sudafricana Bianca Bondi, en José de la Fuente, desde 2.600 euros, que hacen referencia a la piel humana. Y las minúsculas gelatinas de plata de Algirdas Seskus en PM8 que, ocultas durante años, inmortalizaron insignificantes gestos cotidianos. Las del año pasado acabaron en la colección del Reina Sofía (19.800 euros).

Antes de dejar el pabellón 9, no olviden pasar por ADN, sobre todo si les ha gustado nuestra portada del especial. Es una pieza de Carlos Aires que reúne decenas de ojos tomados de las efigies de los billetes de los países más ricos del mundo. Dice que con ella “devuelve la mirada al espectador” para reflexionar sobre la importancia del dinero en nuestra sociedad (20.000 euros). Las otras paradas obligadas son dos proyectos especiales: Pepe Espaliú en García Galería, con quien abrieron esta temporada en una muestra muy aplaudida; y FOD en T20 con una propuesta de escultura y pintura que habla de memoria y arquitectura a través de la historia de la geometría en el arte.

Claudia Salinas: Tuito, 2019. (Pelaires)

Ya en el pabellón 7, la cosa va más rápida: desde Helga de Alvear destacan la instalación de Julian Rosefeldt La palabra es siempre la vanguardia de la acción (2019) que habla de una antigua costumbre para provocar el caos en el adversario. Cuesta 150.000 euros (poco encontremos aquí por menos de 5.000). Muy cerca está la mallorquina Pelaires, que este verano cumple 50 años y trae a muchos artistas de nueva hornada, entre los que me cautivó visitando su espacio en Palma las poéticas obras de la mexicana Claudia Peña Salinas con trozos de vidrio pendidos del techo en los que los reflejos eran un material más. En ARCO tendrá una obra nueva hecha de latón, algodón teñido y piedras de río por 5.000 euros.

Habrá algunos avances de la próxima Bienal de Venecia: Sergio Prego, en Et Hall, y Chiara Fumai en Rosa Santos
Siguiendo con piezas delicadas: para los fans del papel, las xilografías de Nico Munuera en La Caja Negra son una delicia (a menos de 5.000 euros). Hace estampaciones directamente sobre un delicado papel japonés que deja entrever la epidermis de la madera. En Casado Santapau, muchos e interesantes nombres peruanos y latinoamericanos a los que se suma Alain Urrutia con sus misteriosas pinturas en blanco y negro construidas a partir de fotografías que todavía se pueden adquirir a precios asequibles (desde 2.800 euros). En Carreras Múgica, como siempre, grandes y prometedores nombres de la escultura vasca -casi todos incluidos en la exposición del Museo Bellas Artes de Bilbao Después del 68- como Txomin Badiola con un amasijo de maderas e impresiones Contra Good Vibes relieve (Let Her Paint), 2009-15 (38.500 euros). Frente a Elba Benítez, en la que la pieza estrella, recién salida del horno, está también firmada por una escultora vasca: Cristina Iglesias -todavía están a tiempo de visitar su muestra en el Centro Botín- con las formas vegetales de su serie Entwined Growth trepando las paredes. En el fondo norte, orgánicas esculturas de látex, metacrilato y materiales encontrados de Lucía C. Pino en Ana Mas Projects. Y un poco antes Fernández- Braso apuesta por la pintura en un dúo entre Manuel H. Mompó y Guillermo Pérez Villalta. Del primero rescata obras de papel para (casi) todos los bolsillos (4.500 euros) y de Pérez Villalta, que pronto estará en el C3A de Córdoba, la tabla El triunfo de Prometeo (2017), una recreación del mundo clásico con todo lujo de detalles y muy poco color (64.000 euros).

Nos quedan los clásicos: los que tengan ganas de Calder, Miró, Dalí, Millares, Picasso, Tapiès, busquen, al fondo, en Leandro Navarro, Guillermo de Osma y Mayoral. En Marlborough nunca faltan Chirino, Genovés, Gordillo y Lucio Muñoz, a los que se suman este año Abraham Lacalle (desde 5.000 euros) y un mármol de Antonio López, Fátima (180.000 euros). Y en José de la Mano, figuras rescatadas del olvido como Ángel Duarte y sus esculturas geométricas (12.000 euros).

@LuisaEspino4