Image: El Instante Fundación, una reflexión duradera

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Arte

El Instante Fundación, una reflexión duradera

26 enero, 2017 01:00

Christian Boltanski: Les Registres du Grand-Hornu, 1997 (Detalle). Foto: J.Elechiguerra

Abre sus puertas El Instante Fundación, un espacio para "la reflexión sobre el tiempo presente" que inaugura su andadura con la pieza Les Registres du Grand-Hornu, de Christian Boltanski, un homenaje a 3000 mineros belgas.

Una pequeña rampa va a dar a una puerta. Una vez atravesada la oscuridad impregna la vista y se vuelve difícil diferenciar lo que se ve al fondo de la sala. Una enorme pieza de color de óxido atraviesa la pared de lado a lado con unas pequeñas lámparas colocadas encima que aportan un haz de luz. Desde cerca se observan infinidad de cajas de hierro oxidadas, algunas con fotos antiguas de individuos, otras sin imagen pero en cada una de ellas reza un nombre. Son 3.000 las cajas y 3.000 los nombres. Se trata de un homenaje a todos aquellos trabajadores del complejo minero de Grand-Hornu (Bélgica) en forma de obra de arte fechada en 1997. Christian Boltanski la creó para que cada uno de esas personas perviva en la memoria aunque tan solo sea por unos instantes. Esa oscuridad puede remitir al ambiente lúgubre minero y la pieza Les Registres du Grand-Hornu es, de hecho, la exposición temporal con la que arranca su aventura El Instante Fundación, con Esther Suárez liderando el equipo.

"El Instante surge cuando vemos una necesidad de reflexionar sobre el tiempo presente, sobre lo que nos está pasando aquí y ahora en este tiempo de crisis", explica la directora de la fundación. Desde este nuevo espacio, situado en la calle Palos de la Frontera, se pretende repensar sobre nuestras vidas desde diferentes prácticas como la ciencia y el arte. Nace, además, con el objetivo de "colaborar con otras fundaciones e instituciones en el desarrollo de los proyectos", anota. Pero no solo "desea hablar de los movimientos íntimos del espíritu en busca de uno mismo y de la sustancia del tiempo, también quiere expresarse y ser un modo de vivir en el interior de una cultura y de un tiempo histórico presente", añade.

Por eso aparece con la reflexión acerca de la desaparición de estos 3000 mineros entre los años 30 y 50 en la minas de carbón. "Se trata de un muro de más de 40 metros de largo por casi cinco metros altura formado por cajas de hojalata. Estas cajas a menudo se utilizaban para guardar objetos personales", explica. Boltanski decidió colocar una etiqueta con el nombre de un minero y con la fotografía de los carnés de los trabajadores. El propio artista lo explica así: "No sé nada sobre ellos, han sido humanos, han vivido alegrías, desgracias, deseos, pero hoy no subsisten más que sus nombres. Eso es lo único que queda de ellos antes del olvido total: a veces una imagen, a veces un nombre. Aunque algunos espectadores de Les Registres du Grand-Hornu hayan encontrado el nombre de un pariente cercano o algún conocido, la mayoría de estos mineros son hoy olvidados. Es por ello que he decidido volver a nombrarlos: para devolverles un poco de vida durante algún tiempo...".

Vista de la obra Les Registres du Grand-Hornu (1997), de Christian Boltanski. Foto: J.Elechiguerra

De esta manera cada una de esas personas vuelve a la vida durante el instante que cada espectador lee su nombre. "Para Boltanski no son anónimos y para combatir su olvido los nombra de forma individual. Así, al leer sus nombres contribuimos a devolverlos por un instante al presente", añade Suárez. Ese presente en el que ahora nos movemos y en el que todo tipo de reflexión es necesaria. Por eso, la programación de El Instante Fundación no solo se limita al arte sino que acogerá "artes plásticas, artes escénicas, literatura, filosofía, biología y física, entre otras", comenta.

De momento el programa para este curso está en marcha con un taller-residencia de música de cámara en el que se reunirán cuatro cuartetos musicales con sus tutores, en el que reflexionarán sobre el estilo y otra contará con Juan Ramón Knaster que dirige un proyecto en Japón para desarrollar materiales para los futuros reactores de energía de fusión. Para marzo del año que viene estará en residencia Jordi Colomer, representante de España en la Bienal de Venecia que se celebra este año.

Pero mientras llegan todas las actividades de este proyecto transversal El Instante Fundación pone un pie en el mundo cultural con un proyecto que promueve la memoria y el recuerdo de todos aquellos que ya no están. Como dice Boltanski: "Para mí, cada persona es única y al mismo tiempo, como sabemos, extremadamente frágil. El recuerdo de cada uno desaparece rápidamente. Si tomamos como ejemplo el caso de mi abuela, mujer con una fuerte personalidad; hoy no existe más que en mis recuerdos y en los de mis dos hermanos. A nuestra muerte, ¡ya no quedará nadie en el mundo que se acuerde de ella!".