Imagen de uno de los talleres de 'Reconectados' de la Fundación Telefónica

Imagen de uno de los talleres de 'Reconectados' de la Fundación Telefónica

El Cultural para

El Cultural

Volver a estar en línea: las personas mayores ante la alfabetización digital

Gracias al programa 'Reconectados' 41.000 mayores han mejorado su uso del móvil con Fundación Telefónica: de reservar cita médica, a compartir ubicación o hacer videollamadas

Belén Mateos
Publicada

La alfabetización digital se ha convertido en uno de los indicadores más claros de inclusión social contemporánea. En el caso de las personas mayores, no solo implica adquirir destrezas tecnológicas, sino también redefinir su posición en un mundo mediado por pantallas, identidades digitales y trámites en línea.

Y esto es lo que se ha propuesto conseguir la Fundación Telefónica que ha demostrado que, tras participar en los talleres de capacitación digital que impulsa, las personas mayores se han sentido más seguras con el móvil, más capaces de manejar gestiones cotidianas, desde pedir cita médica hasta el uso de WhatsApp o conectarse a una red wifi.

Y es que, en 2025, más de 41.000 personas mayores han participado en los talleres de capacitación digital impulsados por Fundación Telefónica dentro del programa Reconectados, desarrollado en 155 municipios de toda España, desde pueblos de apenas un centenar de habitantes —como Berrocalejo (Cáceres) o Alameda del Valle (Madrid)— hasta grandes ciudades como Madrid.

Las cifras del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI) recuerdan que la brecha digital sigue siendo profunda: el 59% de los mayores de 65 a 74 años carece de competencias digitales básicas, un porcentaje que escala hasta el 92% entre los mayores de 75.

Este déficit no solo señala una carencia técnica, sino una forma de exclusión que se proyecta sobre la autonomía personal, el acceso a la información y la participación ciudadana.

Asistentes a uno de los talleres de 'Reconectados' de la Fundación Telefónica

Asistentes a uno de los talleres de 'Reconectados' de la Fundación Telefónica

Los resultados obtenidos tras el paso por los talleres muestran la otra cara de esa brecha: el potencial de la educación tecnológica cuando se adapta al ritmo y las necesidades de cada generación.

Un 99% de los participantes considera que el uso del móvil e internet mejora su vida diaria. La sensación de seguridad en el uso del teléfono crece del 66% al 88% tras la formación, y el porcentaje de quienes se sentían inseguros desciende del 38% al 5%. En las zonas rurales, donde la desconexión tecnológica se cruza con la geográfica, la mejora es especialmente visible: la percepción de seguridad pasa del 20% al 58%.

Con el programa Reconectados contribuimos a resolver la brecha digital, para que nadie por su edad, género, formación o lugar de nacimiento se pierda los beneficios y oportunidades de la tecnología”, explica Inés Temes, directora de Innovación Social y Voluntariado de Fundación Telefónica.

Su declaración apunta a una cuestión central: no se trata solo de enseñar a usar dispositivos, sino de trasladar a la esfera digital los derechos de ciudadanía.

Los talleres proponen una pedagogía del uso cotidiano: aprender haciendo. Las sesiones, gratuitas y presenciales, suman hasta ocho horas repartidas en varios encuentros e incluyen prácticas como enviar mensajes por WhatsApp, compartir la ubicación, usar la Carpeta Ciudadana —donde consultar impuestos y documentos— o solicitar citas médicas y de vacunación, una de las destrezas más demandadas.

Además, se forman técnicos de inserción social, personal de residencias y miembros de ONG que acompañan a los mayores, ampliando así el alcance del aprendizaje más allá del aula.

En su conjunto, Reconectados dibuja un fenómeno cultural que trasciende la estadística. Al incorporar a los mayores al flujo digital, los talleres reequilibran las relaciones entre generaciones, redefinen qué entendemos por autonomía y cuestionan la idea de que lo tecnológico pertenece solo a los jóvenes.

En un contexto donde la conexión se confunde con la pertenencia, aprender a usar un móvil puede ser, paradójicamente, una forma de volver a estar en el mundo.